mar sus emociones y pensamientos, que para ese momento estaban hechos un torbellino. No
o. . . al men
ncipe, te atrae.- bufó sintiéndose impotente por no poder controlar
debía decidir cuando accionarlo y cuando prescindir de ellos,
la trataba como toda una dama, le hacia lindos presentes y era muy resp
o del desierto?, era hermoso, eso si. . . .Increíblemente hermoso, pero también er
o que había funcionado con Bella y Zabdiel, pero. . . El Jeque adoraba a su amiga, la amaba con locura, se veía en la forma en que la miraba, en los
no estaba siendo alimentada. Bien podía sonar anticuada y del siglo pasado, pero había decidido no dormir con un hombre, no hasta el matrimonio, pero al menos hasta estar segura de que lo que sinti
dormir algo antes de la hora del almuer
mida, pero despertó con un
ica de largo cabello y lindos ojos oscuros como
edido que le informe que en me
rnura- estaré allí. Much
que la ay
sola- respondió incomoda, no entend
eparo e
erlo sola- repitió- Si
miso, señor
ela
su ayudante. Era dulce, cariñosa, muy atenta y servicial. ¿Sería casada?, seguramente si, las chicas jóvenes y exóticas como ella, no duran solteras en u
lla y Zabdiel, Suseth y Matt. Todos se casab
ultima vez en el amplio espejo y sonrió triste. E
encaminó a salir
to asustada cuando una mano la t
a sorprendía- ¡casi me mata del susto, Alteza!-
rita Cooper, es una decepción que me haga saber de esta m
tando calmar los saltos que daba su corazó
para gente poca agraciada- dijo con arrogancia- los atrac
seguramente su habitaci
ón- le dijo con todo seductor, y lueg
no ruborizarse y mantenerse lo calmada. . . . Como si fuese pos
firmó- pero te niegas a seguir tus instintos, a dejarte arrastrar por la pasi
palda y quiso gritar y salir huyendo, porque h
o- además de tener unas manos muy largas, claro- le dijo irónica- Que se cree que es tan atractivo e irresistibles, que cree que por pertenecer a la familia real tiene derecho a todo lo que desee, pero déjeme decirle algo, Alteza. Aunque su palabra sea ley en Norusakistan, yo soy ingle
pudo quedar m
se había atrevi
ho realmente
A
Prínc