pleaños número veintiocho y de nuevo estaba sola en casa, esperando por él, le había prometido estar con ella
s (Una vez más), necesitaba confiar en Marcus, quería hacerlo, solo que esta vez todo le indicaba que é
, era fuerte, atlético, cariñoso, atento, con hermosos rasgos que lo convertían en un hombre
reírle y de coquetearle, durante dos semanas habían salido con frecuencia, ella solo tenía veinte años e inmediatamente pensó que había encontrado al hombre de su vida, una semana después de haberse cono
de aquella noche no le había quedado ninguna duda; Marcus
do desde que habían llegado a Madrid, Marcus había ido a conocer a sus padres, juntos habían cenado en familia compartiendo una espléndida noche, tres noche ante
da. . . mí Linda- ella l
- le dijo con voz
- ella lo miró con ojos que i
e quieres? - sus ojos brillab
liz si al marcharnos de España
siempre junto a ti, organizaremos como nos veremos, puedes mudarte a mi casa
er, Linda - esos ojos a
ido - le acar
aya a agradarte -
dría opacar mi felicidad- él había guardado silen
. . so
zón se detenía, la sonrisa de s
upefacta, totalmente incrédul
sposa llamada; Margaret y un
do a aquel hombre, había hecho el amor con un
sto? - él la abrazó fuertemente
llama amo
re, al cual su esposa espera en
da, no quiero
casado!
o si te alejas
rno - le espetó con ira mientras golpe
ilizó, le miró directamente a lo
go, te detesto por haberme hecho el amor cuando en casa te espera tu famili
saron de ese viaje, Linda lo hacía como su amante formal. No era justamente lo que deseaba para ella, pero pensó que poco a poco lo convencería de dejar a Margaret y dedicarse a amarla únicamente a ella con entrega absoluta, decidió olvidar las clases de moral que siempre le habían dado sus padres, así como decidió acallar la
na amante dedicada y amorosa, a la cual llenaba de regalos, prendas, joyas, era él quien pagaba todas sus cuentas y le había prohibi
nuevament
z minutos después sus ruegos fueron e
jo con voz
ño so
estado esperan
chísimo - su tono de disculp
stás? - e
. bue
rcus?, por tu bie
tal - sintió que s
tono de ira camb
he traído- su corazón latió de nuevo, solo que esta vez er
bo comprenderte?- di
iño.
dres vendrían, Fede vendría y les dije que estaría ocupad
nda
l día sola, esperándote, se sup
, quer
da, solo eso, ella es la señora, la
ía a eso - d
e Margaret, cansada de que sólo me des el tiempo q
res horas de
ono conmigo, M
mpensaré-
encontrarse con el pastel y la mesa decorada, la botella de vino en una hielera donde el hielo estaba casi derretido completamente, las copas, las velas, Linda había pensado dar
teniendo los gemidos y sollozos que amenazaban con brotar de su garganta
re la amplia cama en la que tantas veces había hecho el amor con Marcus, tomó una almohada y gimió d
ó profundamente dormida,