nces, quitó la mano, dio un paso atrás y
éste entró
la información de la tarjeta SIM desde alguna part
s, Michael volteó a ver a Minnie. "¿Y te
truida de esa forma. Además, aquel teléfono Nokia debió habe
e se frotó el cuello
a jaló del cabello y
ue estás aquí, pero quiero que en un mes desaparezcas
lmaditas en las mejillas y l
ie miró a Michael a
o resopló y
guardaespaldas que estaban en
er paciente para lograr sus objetivos. Simplemente tenía que esperar
Annie Shen, había preparado una comida deliciosa para los tres. Después, dejó los plato
el asiento al lado de
esa y cenaras con nosotros?", le
eso a mi habitación y tampoco me hagas comer como si fuera una esposa humillada del siglo pasado.
u memoria. "Michael, las mujeres casadas en la antigüedad vivían miserablemente. Siempre tenían que complacer a sus mayores. Nadie las respetaba; y mucho menos
el pelo y al mismo tiempo, le había sonreído con dulzura. "No te preocup
enfurecer. "Annie te permitió sentarte a la mesa con nosotros solo porque se siente mal por ti. Ella s
s dientes y mi
mesa. Me pregunto cómo podrían aca
ca. "No te preocupes por eso. Los perros se terminarán el
e puso de pie. "¡Está bien, coman entonces!
observa", repli
o tanto, comenzó a deglutir tanta comida
a que mami regrese a casa. Ella l
o un dolor de estómago insoportable.
an de la habitación de Bruce. Sintió que su corazón se le romp
puntillas a su habitac
ruc
e volvía insoportable por cada minuto que pasaba. En eso, escuchó una v
sentó en la cama a su lado. "Bruce, ¿q
ueño y el dolor se habían apoderado de él. En eso, sintió que unas manos suav
amá
el estómago hinchado. "Me
omo una roca bajo sus dedos. Aquella noche, el
edicamentos y ungüentos. Sin embargo, Minnie no quería ir a su habitación a tan altas horas de la
te esto, apretó los ojos para acostumbrarse a las cegadoras luces, y volvi
esperando a que todos nos durmiér
su comentario, ella t
ue estaban en la puerta la agarra
por favor no nos ob
garró por la mandíbula. "¿A dónde te diriges?". Minnie le qui
y miró al hombre. "Ve a la habitac
iendo mucho, pero a ti
e él trataba de decirle es que no querí
dió. "Pero ya que veo que no quieres que me vaya, volveré a mi h
a Michael y se dio la
, la agarró
", le preguntó ella
dio un vuelco. En esos momentos, se preguntaba si Michael había descubierto su verdadera i
er su niñera y
nnie se esforzaba mucho pero no podía zafarse de él. De repen
arle comprándole unos medicamentos, pero no me deja
nterior, quería pasar cada momento cuidando de su hijo. Sin embargo, Michael se ha
rte a la policía? Entonces, ¿vas a trab
éltame! ¡Está bien, lo haré! ¡Te juro que lo haré! ¿De acuer
entró corriendo al salón al escuchar el revuelto. Al verla, él le pi
rme chueco", Mich
e se golpeara contra la pared. Sin embargo, él no se movió. Antes de tomar la med
itos de Bruce se hacían
vaso de agua tibia y le dio la medicina. Una vez que Bruce
de Minnie con firmeza y negó con la cabe
gotas de sudor de su frente
Pero si me voy, me asegur
tará contigo', ella pensó, esperando
pecho de Michael al ver la dulce i
dida que la medicina empezó a surtir efect
ado de llorar, Michael sin
ntentó retirar la mano de Bruce. "Mamá, no te vayas. No te vayas", e
, no quisiera quedarme, Pero tu hijo no quiere que me vaya. ¿Qué es lo
ie como si su vida dependiera de ello
con mi hijo", le advirtió antes d
pero al ver que Michael se detuvo en la puerta, giró
masajeando el estómago de Bruc
uce hubiera vuelto a la normalidad. Las
sta su hijo, no notó la mirada curiosa de M
, y cuando la obscuridad la invadió, el corazón de Minnie se le subió a
quedaré aquí contigo", le dijo ella y comen
mano de Minnie poco a poco
co eres, mi h
cia adelante y lo
innie se quedó profundament
odo lo que sucedía en aquella habitación desde el monitor
e se despertó, pues algo dur
ma. ¡Anda, sal de aquí!". Bruce comenzó a queja
o se iluminó y esbozó una exuberante sonrisa. Al verlo, abrazó a Bruce aún con
mente de Bruce s
nde perduraba la calid
en estado de shock, pero pront
a eres! ¿Cómo te a
onrió y le revolvió el pelo. "¿Por qué eres tan grosero como tu
stirarse. "Anda, levántate. No te quedes
me plazca. Tú no me dig
la mirada y jaló la c
cabeza y sonrió. "Está bi
lmada en el culo y comenzó a reí
ye!
unció el ceño. "¿Qué haces?
mente despierto. ¡
mujer mala y muy mandona". Trataba de mirarla lleno de ira, pero no
sonrió y le pel
iño adorabl
e un manazo. "¡Eso lo sé! N
o se puso los zapato