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Desde ese día no he salido a la calle o mostrado en redes sociales. Mis amigos y seguidores han inundado mis cuentas con mensajes de apoyo y solidaridad, pero no me he sentido con ganas de aparecer ante cámara
rente al espejo, solo veo a una niña asustada, con miedo a la soledad, con ganas de llorar y de sal
había algo muy importante que informar, en cuanto lo dijo salgo de volada de la ca
la gran mesa del salón de juntas; la prensa, socios, abogados, Delia, la abuela. ¿Qué está pasando? Trago en grueso e in
ís, agradecemos a nuestros socios por solidarizarse en la búsqueda, pero no hemos tenido
interrumpo-. El que no hallemos los c
ida en alguna parte del mundo, no obstante, si sus pertenencias personales
ue, sin tener los cuerpos, estemos a pun
ron, pediré que te reti
o formar parte de este circo- me
a. - vuelve a tu lugar o te
ue regrese a mi lugar y me cruzo
los puestos en la empresa, sin embargo, lo que dijera líneas más abajo me deja pasmada, supongo que todos los presentes
su padre pasó gran parte de su vida. Sin recibir ayuda económica o favores laborales por ser una Bernhard. Caso con
e, e interrumpiendo la lectura
e leer-recuerda la a
tni vuelve a contin
to, empezará el primer día del año de prueba de Nicole Bernard Dumot. Dejo a mi madre Camille Martino R
preparar mi destierro, alejarme de mi vida para ser sol
dido escuchar -. Murmura Delia, ll
gún error, mis padres no pudieron hacerme esto. -G
Nicole. -pi
cumento- exijo- conozco la letra de mis padres, ellos nunca podrían es
os, el licenciado Cuccitni me lo permite, entonces los toma entre
te-Expreso lanzando
s, hija. -Habla al fin la abuela. -Respetar
Delia-, la verdadera hija de Abraham B
nica descendiente de Cristina Dumot; por eso, estoy de acuerdo en lo que se
s real. Es un sueño, ¡sí!, debe ser un sueño- sonrío nervi
ontar en medio de la audienci
n la verdad- dice mi buena
la. - ¡Compórtate como una mujer! Solo demuestras que
a mirada unos segundos en Delia, quien me mira
qué no a la bastarda?
eta y lo que más deseo es que un día te sientes en esta silla y dirijas la empresa como lo hizo tu madre. ¡Deja de llori
abu
rias quedan congeladas. Cuando salgas por esa puerta ya no tendrás una abuela, cuando dejes la mansión ya no serás una Bernard. No te metas en gr
as de la abuela, mis padres me destierran y ella, está echándolo a
Delia, ahora sé que es a todo el mundo. Al fin estás mostrándote tal y como eres. Te aprovechas de estas estúpidas cláusulas para echarme a la calle como a un perro sarnoso -
sus ojos parecen que muestran tristeza, quizás
r a la puerta -. Una hora, un día, una semana. ¿Cuándo fue la
e quieres es verme regresar fracasada, quieres que te suplique y bese tus pies arrugados. Pues, no lo har
da harás en un par de
una niñ
cho y solo haces rabietas
alto -Solo un maldito año y te echaré de l
y se acerca, luego toma su cartera y sacando de bill
upongo que lo necesitarás para
ara humillarme más de lo que ya lo hace. Miro
rtino-. Le devuelvo el dinero-. Le h
s sobre mí, más que en la incómoda risa de mi Hermana. Doy la vuelta y abandono la
ado el dinero-. Manifiesta la ab