uy lejos de la realidad. A pesar de ser la única heredera de una de las familias más poderosas de mi país, no solo soy la heredera de mis padres, sino tamb
quieren sin importarles nada. Se enfrentan a sus progenitores sin miedo. Les aseguro que ese no es mi caso, soy todo lo contrario a
tiempo en casa. Yo estoy sumergida en mis estudios y visito a mis abuelos todos los días después de salir del instituto. Al menos me he librado de
o. Aunque no seamos cercanos y apenas hable conmigo en presencia de mamá, creo que me ama. Muchas veces lo veo perdido en sus pensamientos, con una mirada llena de tristeza. Sobre todo cuando mi madre está
a a papá. Además, si lo logro, no tendré que estudiar durante el fin de semana y podré irme de pesca con mis abuelos. Regreso a casa pasadas la
la imagen que presencio. Sin embargo, deci
is al verme y se acerca. -Ven, te pr
ue me la traiga aquí. Sin embargo, como nuestro matrimonio es una farsa, respiro profundamente y trato
sión de triunfo que no puedo pasar por alto. Al terminar de hablar, comprendo
giro hacia Luis, quien sonríe feliz como si
ce cínicamente sin dejar de sonreír, mientras pasa un brazo por los hombros de Vivia
n el trato! -expreso mo
tras camina hacia mí, pero decido enfrentarlo-
en contra de tu relación, pero aquí no va a vivi
ca de mi rostro, que está rojo de furia, como si quisiera a
. Si me tocas, se va el trato a l
mo si no pudiera creer que yo, la tonta Isabella
abella? -pregunta retoman
ticia. Te dije que tenías que discutirlo con ella primero -dice
nuestra habitación mientras tuí, Luis. Si lo haces,
o la pasaría mal. No voy a dejar que me convierta en el hazmerreír de todos más de lo que soy. Porque aunque lo dis
os en la cintura y de espaldas a mí. Vivian me mira burlonamente, incluso con p
hes, Isabella. Mejor no le lleves la contra
as escaleras que conducen al segundo piso, sin poder hacer nada al respecto. Me dispongo a buscar mi bolso para llamar a papá, cu
ante de mi mujer, Isabella -me dice con enojo mientras me sostiene c
lorosa, tratando de alejarme de él forcejean
a con desprecio. -Ningún hombre se fijaría en una mujer como tú. De
e arrepentirás la vida entera -Le digo con determin
ue me levante, con sus dedos aprieta mi cara. -Tienes que hacer todo lo que te diga y cuando lo d
da. Él se da media vuelta y se dirige a las escaleras, dejándome sola y adolorida en el piso. Lágrimas de fr
cuerpo da pena! ¡Para mí, es una vergüenza, tener que pasearme contigo del brazo, y presentarte como
ha golpeado. Aunque trato de mantenerme fuerte, me duele profundamente saber que no me valora como per
ias de una familia perfecta. Pero ahora me doy cuenta de que no puedo seguir viviendo así,
no se encontraba papá delante, pero nada que ver con esto que acaba de suceder. Mi corazón está lleno de dolor y decepción. Me si
us abusos durante nuestras vacaciones. Pero no esperé que me humillara y me golpeara como acababa de hacerlo. Me siento traicio
! ¡Jamás! Ha llegado el momento de tomar el control de mi vida y ser dueña de mi destino. No quiero
tomar decisiones que me permitan ser feliz y vivir con dignidad. No sé cómo lo haré, pero sé que encontraré la
izás sea el momento de buscar apoyo en mis abuelos, quienes siempre me han tratado con cariño y comprensión. Sea como se
ealidad y buscar un camino hacia la libertad. No importa cuán difícil sea, estoy