probar algo emocionante?", le preguntó Jackson Liu
os labios y dijo con su encantadora
a regla del juego es que a partir de ahora, cuando entre el primer hombre, debes desabrocharle la camis
s otros que estaban con ellos estaban tan emo
enos t
erado esta reacción, antes de que ella pudiera decir algo, agregó: "Wendy,
e importaba
lo quería, así que, ¿
no se querían, seg
rte, Wendy no era de las que admitía su derrota fácilmente. De manera
o, todos esta
a se levantó y cami
ra, dulce y tenía lo justo de frialdad que
guien, la tenue
Sus sensuales labios estaban fruncidos, tenía un
ñor
almarse, ell
y la miró. Sus ojos eran t
os más de cerca?". Él llevaba puesto un traje oscuro, hasta su camisa e
bre común y corriente
ltades para responder al pr
ertó su curiosidad, así que se acercó a ella, y con cada paso que daba hacía que el corazón de Wendy latiera más rápido s
rlos?", le pregun
a miró su pecho y le dijo:
zos. El agradable olor a almizcle la impregnó, y su cuerpo tembló de repente, porque él le había
dijo ella tratan
to soplando sobre el agua. Se sentía frío y malicioso, pero de alguna manera e
. Entonces él tomó su mano y la colocó sobre los botones de su camisa,
joven e inexperta, niña". Había un toque de burla en su v
la chica sintió el pode
esabrochó tres botones de su camisa. "Gracias", le dijo, pero cuan
sus profundos y osc
de su cuerpo, y era tan maravillosa que lo excitó profundamente. Entonces se inclinó
ué?
convertirte e
ta se abrieron
egura de que este hombre
la mirada de él se oscureció
ente al hombre, y le dijo: "Señor Mu, lo está
tó las cejas y la soltó. "¡Nos veremos de
que Wendy tuviera la opo
volverían a
enía un tono triunfante, que hacía
dos y tenía un aura fuerte que atraía fácilmente la atención de otras personas. Su respingada nariz parecía una ob
Resopló con frialdad y volvió al mostrador del bar,
a porque se trataba de una reunión entre compañeros de clase
en tuvo que ir tambaleándose al segundo piso en busca de un baño, puesto que no había un
ue era una 'persona no invitada'. El hombre que est
po tenía un aire de nobleza y misterio, y sus ojos, que parecían los de un águila, eran sorpr
rpadeó varias veces, se dio cuenta
ó entonces a sus oídos, y so
aquí p