ás peligroso y triste de la ciudad, mi padre me abandono a penas se enteró de mi existencia,
scubrimos cuando un día dejó de comer como antes; dejó de hablar, respirar e incluso mirar como antes; como si ella supiera que está pasando por
radioterapia son tan costosos, que ni vendiendo todas las frutas del mercado del señor
aso para ayudar a su hermanita para que estudiara, cada una tenía su causa importante para luchar por sus problemas y vender la fruta en la
la nevera a mi madre, paso por la tienda del señor José, él me da parte de su mercancía en frutas para que las venda y me quedo
odo lo que pudo, trabajo hasta que su enfermedad no le permitió más, en la tienda del señor José. Es un hombre amable, con sus propios problemas, sin embargo da todo lo que puede, a sus vecinos, fué el primero
s para venderlas a las personas que pasen por ahí, cuando Julia me interrumpe mi lluvia de pen
amente mientras sos
nto detallando lo q
e parece much
poco el anuncio, "buscamos a
lquiler?- preg
as, y fíjate es para hoy... No estás ta
jamás en mi vida he estad
aría ese dinero par
ea que había tenido Julia desde que la conoz
as me senté en la acera del s
es solo que te pareces un poco a e
emás, no hay tiempo, en ca
mañana y ahí dice que a las dos. Puedes ir a
ódico por su comentario tan ofensiv
es, es solo intentar, tampoco es q
imaginar que yo aceptaría quedar embarazada de un extraño. Por otra parte el din
ia mirándome con ojitos de esperanza,
canada de aire con molest
pregunta con ex
to de fruta que me queda, en
da? Había aceptado por la insistencia de ella, pero
amar casa cuatro paredes de cartón reforzad
icinas que le pude conseguir la hacían do
o en la frente. Me bañé rápidamente mi
con desespero, ya eran
ase, pero sé que no pasará, termino de vestirme, un jean, el más decente que tenía, una blusa azul claro con manga
nos quedaba a unos diez minu
- continuaba preguntando Julia llena de
ceden así de fácil en la vida, Julia.- digo con fue
rás qu
ver que la fila estaba la
todo el día en
continúa diciendo mientras
r la pena,
ada prepotente nos miran de reojo, como si fue
o de desapruebo con los hombros y la mirada. Yo aguante la
lo faltaba yo por entrar, los nervios comenzaron a recorrer mi cuerpo y no tiene
pase y mi amiga cruza sus dedos y me hace una se
era, no podía pasar, pero di
de la sala y justo en frente de esa silla, un pequeño escritorio d
en vestidas por cie
me asiento y si
o que no logro distinguir por el exceso de luz
na Cre
vez es la vo
int
s?- un
n
silencio, luego comienza
a?- un
n
silencio, luego comienza