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nada eres uno más del montón, no puede haber peleas, ni asesinatos, todo eso es de la puerta para
era sexual, a pesar de que tengo una familia de mierda, ansió casarme por amor y que mi esposo me ame de verd
e se ven lindos, pero nada más, siempre sintiéndome observada, veo a mis alrededores c
í sin ella, hasta que me giro y veo a Rafaelo Mazzini el hombre de mi vida, d
e diseñador se pega a sus piernas bien marcadas, para mí es un ángel bajado d
o me casaré si mi plan de fugarme con Rafaelo fracasa, sigo con esa sensación de ser observada simplemente l
e y se dirige a mí, me saluda con un beso en la mejilla - ¡Mía bella, dichosos los ojos que te ven!, gira par
to que él pone su mano en la parte baja de mi espalda, luego la deja caer más abajo, me sobresalto un poco al principio, pero como lo veo tranquilo y relajado bailando asumo que fue sin querer así que lo dejo estar, me abraza más y me pega a su cuerpo se inclina para susurrarme en el oído -Er
me hace tropezar sobre los brazos de Rafaelo, lo veo mirar con ira atrás de mí, p
pampanante que sigue a un hombre alto, moreno bien fornido, me atrevo a decir más que Rafaelo, ha de ser a
miradas y guiños con él como siempre hacemos en casa, así que seguiré atenta a que
demás y en esté estado no puedo manejar, Rafaelo nos acompaña hasta que subi
de la puerta de entrada y cuando lo ve que está entrando al bar ella se agarra a su brazo y él le agarra el trasero como lo hizo conmigo
creo que quiera revelarse ante él, con mi corazón rompiéndose y todas mis espe
padre no quisiera vender a Isabella también, me iría y no miraría atrás, pe