gar en el que siempre había
en la cocina era un poco menos glamuroso de lo que había planeado para mí. Era obvio que
cas de diseño, quería las limusinas de Manhattan todas aparcadas para mí, como si fuera una gra
ntiendas un poco mejor. Para entender los dramas y las paya
na chica abandonada por su madre, avergonzada de su famil
maldito luchador y confieso que a veces pensaba que sería más fácil aceptar mi destino y vender pescado con mi padre. Estaba cagado de miedo por mí, mi madre una puta egoísta me dejó con
el sueño después de unas cervezas para intentar caer en el mundo de nuevo... Recuerdo bajar las malditas escaleras unas horas más tarde para oír a mi padre rogánd
en mí un rato! - Dijo desesperadamente mientra
hacía siempre con la gente de nuestra familia. La zorra rubia que lucía escote en las fiestas y bailaba de vez en cuando con algún tío que ya estaba un poco má
atídica noche... ¿en qué d
me acord
ló todo antes, ya sabía que mi viejo tenía un corazón blando, sabía que lo doblegaría con unas cuantas sentadas, y no me malinterprete
nios se desmoronan tan rápido como el cura dice "Ahora os declaro marido y mujer" y yo no tengo ninguna
e que ronque mucho tumbado en el sofá y es aún peor cuando se tumba a tu lado. Te molestan los detalles que antes te encantaban, como los viajes de pesca o los programas de los domingos. Incluso empezarás a molestarte por la f
tro lado... la cerveza se echó a perder, y él roncaba aún más. Te pillarías en un pueblo de campo, horneando manzanas para una puta tarta, rodeado de gente feliz con sus matrimonios y te preguntarías.... ¿Qué coño estoy haciendo aquí? P
peranzas? ¿Qué vas
o a su hija de cinco años, el miserable cabrón que es un buen padre, un gran profesional y querido por el vecindario
narás a la hija que seguro que el tío n
uelta, nada que ver con mi (tal vez) reali
ía me mato un poco por dentro cuando pi
omo mi padre, porque en el fondo era un egoísta hijo de puta igual que mi madre. Y por desgracia, hasta en el
n alguna valla publicitaria por algún logro emocionante en la comunicaci
s y por fin la han visto, y créeme, la guarra SIEMPRE, SIEMPRE es guapa, ¡no importa lo que te haya dicho al principio de la historia!
participaría nunca en un festival de concursos de cerdos. Observé la felicida
ero ni siquiera él p
por fin empezaría a conquistar muchas cosas, al menos eso pen
ga Lara, una figura, ya sabes, nada
más aún para Lara, que siempre llegaba diez minutos antes a todas y cada una de las citas, una máquina haciendo un montón de cálculos pudo m
a le importaba una mierda la ropa
el dinero de tu padre se ha acabado, y el mío... bueno, sabes que no puedes permitírtelo
decir? Porque si es así... ¡estoy
ara - Ah, y no olvides que hoy viene a estudiar aq
urso? ¡Je
juzgues y
todo. Cogí un taxi con el dinero ganado con esfuerzo por mi padre, jurando que sería la última vez. Y cu
el frío suelo, toda esa gente bien ves
estaba en