img No se atrevan a juzgarme  /  Capítulo 4 No, no soy enfermera. | 10.26%
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Historia

Capítulo 4 No, no soy enfermera.

Palabras:1828    |    Actualizado en: 17/01/2023

ra ella, más allá de ser la mayoría de edad, que era es

Esperaba la llegada del pediatra que le diría como evolucionaba la bebé. Quería llevarla a cas

médico, se acercó

¿ha visto ya a mi he

de alta, hoy mismo podrás llevarla a casa, pero necesito que la traigas

lo aseguro, entonc

e necesitas. Ven conmigo par

. Todos eran distintos entre sí, demasiado parecidos a sus respectivos padres. Bárbara, alta, piel blanca y cabello negrísimo como sus ojos enormes, los gemelos, con o

tino e

bara le pidió a Xiomara que los viera un momento mientras hablaba con don Juvencio. Fue hasta allí, y llegaron al acuerdo de que la joven trabajaría medio día, mientras sus hermanos estaban en el colegio, y durante la ma

endía cada día los secretos de la pastelería. Daniela, crecía rápidamente, y ya casi llegaba a la talla normal para su mes y medio de nacida. Esa tarde, Bárba

ajadora social, y vengo a verif

paz? Quiero que mis hermanos comiencen a tener nor

debe cuidar de que

por separarnos? ¿Creen que estarán mejor en un refugio, con gente extraña que conmigo? ¡Por favor! ¿Es que sólo les pueden dar de comer si se los llevan? Pues, déj

n quién está mi

iten tenerla allí,

no podrás seguir llevándola contigo. Las c

sted eso?- pre

bajo y creo que con lo que gana

abía también que debía

que me pagará mejor. Mi vecina va a

ajo?- dijo con dudas la

sé dónde va a ser

ormación - la miró seria a través de los g

ente y con seguridad. -Más l

on curiosidad. Era

rbara, no somos tus

tir, son mi familia y no me la van a quitar. Voy a darles toda la guerra que sea necesaria pero n

s vemos la pr

del colegio, tenían fiebre alta. La joven les dio un baño tibio y medicación para la fiebre. Habría que vigilar que no subiera más. Atendió a las pequeñas y se de

varones. Allí los revisaron y dijeron que era un

ría cuidarlos, porque estaría en su trabajo atendiendo un puesto de verduras en el mercado y Xiom

frente, Fabiana. Una linda chica, con un cuerpo hermoso que todos los jóvenes del vecindario admiraban. Vivía bien, su casa

a, porque no era común que la visita

se sentaron a la

traño tú

Lo siento, no fue mi intención, pero eso me hizo venir. Quería hablarte de algo,

compr

amilia. Hace algún tiempo pasé por una situación similar, cuando mi mamá tuvo

trabajo?- pre

permitir conserv

rmera, yo no t

os sin desear mirar a la cara a Bárbara - Es otro trabajo. Uno al que cuesta acostumbrarse, pero cuando te ves obligada a sacar diner

Bárbara sin saber cómo terminar si

De hecho, puedes decidir hasta

me, es difícil aceptar

aces. Por favor, entiende que no se trata de que desee llevarte por el camino fácil, como dirían los demás, como si fue

verdad, te agradezco que te preocupes y te juro por la mem

ican, pero cuando se trata de ayudarte, allí es cuando nadie te conoce. Si fuera necesario, no quiero que cometas los errores que yo cometí y que corras riesgos innecesarios, hay cosas que puedo enseñarte y te llevaría con una persona que te va a ayuda

, no sé q

estoy haciendo al contarte esto. - Se puso de pie -Sabes dónde encontrarme, aunque sinceramente espero qu

nto, Fabi

con nosotras. Si tuviera que volver a hacerlo, no lo dudaría ni por un segundo. Sól

biana, lo tom

ber sido para su amiga tomar esa decisión, y lo bien que lo había hecho, p

s hermanas. Aún no sentía deseos

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