ítu
e ign
MI
ignoraría, a ver quién podía soportar más tiempo ignorando al otro. Miró hacia ella y vio como lo saludaba con alegría, la muy... Segur
Está ignorándome, ¡a
ón, Ren suspiró y tomó
stó Ren con voz tranquila abriendo la tapa
anzó una mi
, no para que te pusieras a hablar con ella sobre idioteces! -expuso casi a gritos y
partar la mirada de la pantalla, Damián entrec
bueno. La peliblanca sacó un folio y vio cómo se ponía a escribir en él a toda prisa, mientras las otras dos hablaban; Dami
Damián lo miró con interés y su amigo le e
necesitaba estudiantes de periodismo pa
n amargura devolviéndole la tablet al japonés. Si la conocía, y la conocía perfectamente
e comenzaría a tomar fotos de todo el mundo en situaciones comprometedoras
curiosidad y ella enredó uno de sus dedos en su cabello-. Voy a tu clas
rimera hora; y no me escribas tu número de
a asintió con vergüenza y Damián le entregó los apuntes. La
irte los números de te
colocó las piernas sobre la mesa y se
creíble a veces es un fastidio, esas mujeresl cuello y bajando las piernas de la m
ú eres mejor, deberías darte por vencid
or vencidos! ¡Lo conseguiré, ya verás, esp
oniendo voz aguda y llevándose las manos a la cara mientras pestañeaba mu
do -masculló su ami
-
de mujeres mientras buscaba un nuevo reto, que, por suerte, encontró enseguida; unas pequeñas escaleras que saltó sin problema alguno. Sonrió con felicidad y levantó las manos al cielo con orgullo, sí que era un gen
s que la echase de menos, ni nada de eso, pero era difícil lograr que la morena reconociese que él era un ser superior cuando no se hablaban. Había intentado que la chica volviese a hacerl
ero no podía, ¡no podía! Ignorar a una persona no iba con su carácter, ni aunque esa persona
rrido... al único al que le gustó ese cambio de ambiente fue al decano, que pululaba de un lug
acó del bolsillo, hizo una mu
¿
voz enérgica antes de colgarle el teléfono, Damián r
e grupo de chicas que suspiraban y gritaban de emoción llamó su atención. Negó con la cabeza, solo había una persona que él conociese capaz de lograr volver locas a
ego recoger con una brillante sonrisa los números de teléfono que ellas le daban. Damián se cruzó de brazos
untó intentando hacer memoria de la ú
Will, con su habitual desparpajo, comenzó a librarse de las chicas que lo rodeaban,
en media coleta), con unos hipnotizantes ojos verdes y una figura fuerte que daba la sensación de protección. Además, contaba con una personalidad envolvente que atraía a l
-preguntó Will una vez que
as se llevaba la mano al lugar donde su cabello fue cortado,
omentó Will aflojándose la cor
ómo hacer que la «Oye, oye» volviese a hacerle caso. Al fi
e ignorarme? -El rubio parpadeó confuso uno
a? ¿Tú? -preguntó Will señalándolo con aso
a decir, Will sonrió de medio lado
, ¿quién es la desafortunada chica que quieres que
abía sido una idea tan geni
rá reconocer que yo soy un ser superior a ella! -explicó casi a gritos soltando su tabla p
tan gr
esa cabecita tuya para otra que no fuese ella -contestó su amigo con cierto air
qué? -Will asintió
pintura roja? ¿Le lleno la habitación de r
orarte? -Ante la pregunta de Will trag
a» -masculló c
locura, además, todavía estaba esperando los resultados de su análisis d
uelva a hablarte, vuel
ó Will co
y a volver a... hacer
de solución le daba Will, está claro que había sobrees
se hacia atrás y mirándolo con interés,
i lo hago otra vez, ella me matará!
o suficiente como para volver a hablarte o, en este caso, intentar asesinarte -explicó Will brevemente, Damián
a en el rostro; Will lo miró de una forma que no supo identificar, por lo q
su casa, antes de que su padre lo castigase haciendo flexiones por insubordinación. Corrió todo lo rápido
da en la espalda mientras él trataba de recuperar el aliento; si
de aire y secándose el sudor de la fren
A cualquier si
-
abía sido la mejor idea que había tenido en mucho tiempo. Miró hacia la chica y la vio concentrada tocando su guitarra eléctrica mientras movía la cabeza al son de una música que solo ella podía escuchar (ya que se había pue
. Pero lo peor había sido cuando eran pequeños, como tenían la misma edad solían obligarlos a tomarse de la mano e incluso los vestían a conjunto cuando era carnaval. Nunca olvidaría la
había puesto a tocar la guitarra eléctrica como si él no existiese. Frustrado, tomó varios cacahuetes y se l
a estar pasando de él? Siguió un buen rato observándola en silencio, era gracioso ver cómo arrugaba el ceño cuando no estaba conforme co
Dafne abriendo la puerta, él asintió y
n sus diecinueve años no habían parado, su comportamiento de hoy era bastan
ando la voz, Dafne siguió tocando la guitarra sin si
o y se metió un puñado d
o -dijo poniéndose en pie y tumbándose sobre la cama de la morena,
o la cama hasta que se aburrió, que fue entonces cuando se puso en pie y bajo la atenta mirada de Daf
aquí? -preguntó viendo el armario más desorganizad
o en la puerta del armario, y la encestó en la papelera. Lu
ela te compra vestido
los al suelo sin reparos; miró hacia Dafne y vio cómo ella había dej
go qué dec
ella estaría gritándole como siempre. Sacó un par de cinturones de pinchos y más camisetas con calaveras. Sa
mientras se limpiaba la mano en esa camiseta y
eda de vestidos, pero lo único que encontró fue lo que antaño era un vestido rosa y que ahora era un sucio paño. Volteó hacia Dafne y la vio sentada sobre su cama tocando la g
De reojo vio cómo ella soltaba la guitarra y la colocaba sobre la cama para, a continuación, lanzarle la misma zapatilla; é
a mismo -indicó
con él; ella entrecerró los ojos con furia y apretó los puños, antes de darse la vuelta y ponerse a
y siguió tirando la r
mirada asesina que acobardaría hasta el mismísimo demonio, pero no a él-. ¡B
el golpe; no obstante, tropezó con el bate de béisbol que estaba en el suelo y cayó de culo. La morena se acercó a él y de un manotazo le arrebató la libreta, él entrec
te dije que no debíamos preocuparnos. -Escuchó hablar a s
y si los veían por el suelo peleando se marchaban como si allí no pasa
aprovechó el momento y trató de huir gateando, pero él la sujetó de
mo! -chilló Dafne al ver cóm
a, por lo que momentáneamente soltó la pierna de Dafne; la morena supo aprovechar esos valiosos segundos y se
tra todo pronóstico, ella se sacudió la camiseta y se soltó el pelo dejando que los mechones marrones cayesen libremente por su espalda. Se quedó sin saber qu
De eso nad
l. Besar a la «Oye, oye» por segunda vez no podía ser sano, porque allí estaba de nuevo ese extraño cosquilleo en el fondo de su estómago, probablemente
acia Dafne esperando una reacción por su parte, pero lo que vio lo dejó atónito, ella estaba paralizada y sonrojada y su mirada parecía perdida. Diverti
cansaré hasta que vea tu cabeza clavada en una pica! -gritó la mor
había funciona
r mancillar mis labios! -aseguró ella mientras apretaba sus manos contra su cuello, Damián usó el bate que tenía en la mano para golpearle la
psicópata?! -gritó al sentir sus
ibrarse de ella; se puso en pie lo más rápido que pudo, pero inmediatamente Dafne come
con soberbia recordando lo sucedido momentos antes; vio como los ojos de Dafne echaban chi
INUTOS D
s? -preguntó Nora mirándolos con seriedad y
e metas -indicó Dafne poniéndose la bo
s fuerte -comentó Damián colocándose la bolsa de hielo sobre el chichón que le esta
lo tenía corto, apenas le llegaba a los hombros. También era muy atlética y sabía pelear tan bien como ellos dos. En cuanto a su personalidad, era completamente diferente a su archienemiga; Nora era dulce, tranquila, reservada y muy muy tímida, y se pasaba todo el día
fuera de combate con el batazo que te di en la cabeza -dijo
ra despistarte! ¡Luego iba a acabar
ántos más, pel
mi pelo
lanzaron una última mirada asesina antes de apartar la mirada del otro dign
daba correteando de un lado a otro emocionada -contestó Dafne
ito un artículo donde lo ponía verde o iba a pu
mi infancia te raparé la larga melena -aseguró con dureza, ella se l
de una v
soy
qué pone en tu
ye», no t
marla «Oye, oye»? -le regañó su padre apareciendo junto al
us errores y sus actos contra la morena, pero nunca veía lo que ella le hacía a él. Pero la culpa de todo e
itarlo, oye, oye... ¿Ves? Me sale solo, pero Damián se burla -dijo la morena con voz quebrada y mirando a su
que aprovechó la morena para hacerle burlas y reírse con ma
apá, si
reprobatoria y supo que debía callarse si no qu
pie y pegándole una patada al puf donde
su padre de ambas hermanas, Damián gruñó y caminó
-
pequeño saltó y con facilidad regresó sobre la tabla, una vez que divisó la facultad fue disminuyendo la velocidad hasta detenerse, le dio una patada a la tabla para c
le dejó sus apuntes prácticamente lo abofeteó co
aba pasa
mirando un periódico y luego a él. Sin pensarlo dos veces se a
Tatata-c
actos, allí había una enorme foto suya que ocupaba toda la página, en ella se le veía con una camisa blanca y con la mano derecha sobre el lugar donde Dafne le había rapado dándole un aire sexy, que era destacado con montones de flores a su
Da