ITU
daba señales de desaparecer. Removí el espagueti en el tenedor sin tener ánimo de comer. Kim me había llamado y tuve que inventar excusas par
tás
o mis pensamientos
ndo de esbozar u
e nuevo? -preguntó
ecordaba el cosquilleo de
mi clase de
o, posiblement
olestó
ió y se dispuso a comer. Me sentía culpable por no contarle
ario de Literatura con la esperanza de olvidar a Max de mi mente. Las horas pasaron hasta que anocheció. Es
que él se fuera por la noche. No daba una respuesta clara cada vez que le preg
ianoche. -Me dio un beso
empre daba la
é hacia la puerta. Al principio pensé que sería Alexander, pero hacía unos minutos que se había ido. La respuesta más cercana que tuv
viento me golpeó el rostro y asomé la cabeza. Esperaba ver algún vago o niño huyendo, pero las calles estaban desiertas. Con el ceño fruncido, cerré la puerta y le puse el cerro
l suelo de una carretera oscura y vacía. Con las piernas temblorosas, me levanté. Mi entorno parecía tranquilo e indefenso, sin embargo, sabía que era producto de mi i
teniendo este su
del segundo piso se encendió. Entrecerré los ojos, amplificando la vista y una sombra apareció detrás de una enorme ventana. Inmediatamente reconocí a Max, su mirada estaba enfocada hacia el cielo y lo imité. N
er la conexión. De repente, un dolor sofocante en el pecho me detuvo. Se sentía como si alguien estuviera oprimiéndome los pulmones con fuerz
era. Poco después, levanté la mirada. Max estaba frente a mí vistiendo un t
-susurró, inclinándose p
Agradecí que hubiera sido un sueño a pesar de que había parecido tan real. Sacudí la cabeza despejando esa pesadilla y miré el reloj digital cuya