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Historia

Capítulo 5 Tercer capítulo.

Palabras:1385    |    Actualizado en: 08/02/2023

or la cual mi madre me las decía, era tan inocente en ese aspecto que ni siquier

mple vista, sus ojos color café eran atrayentes y su porte denota

señora Estéve

Melitón bienveni

to a mi hi

oncella-. Solo escuchar esas pa

conocerlo señ

inda hija se

or Michel-. Su mirad

or dentro estoy algo desconce

para impresionar a esos hombres, siempre eran hombres los que vení

cción anterior se dio, a excepción de que esté no se prop

aba vez si no pedí ayuda no voy a

ro con algo de enojo, c

o de un m

ue te saltaste un a

imité a re

con tus estudi

spuestas era

mujer se prepare no siempre p

veces nos limitan a el

ichel se marchó y la verdad de señor no

ón hasta que mi madr

elitón?, Es un hombre de bu

o sé

pero creo que es un gran partido, es más los dos son

de la vida, pero tiempo después

fueran la más finas de las razas de caninos o

asha son buenos

os para qu

pregunto si en verdad eres ta

cas como voy a

Asiento. - A quien prefieres al se

inguno-. No sé ni para que le re

asha, solo yo sé lo que te conviene por lo tanto harás lo que yo te diga-. Asentí,

n la mente ¿En que tendría que obedecer ahora que era

de lo más tranquilo eso

ola fui atender, al abrir la puerta un chico es

señorita Estévez

yo-. Le

me aquí-. Tomé el papel y firme al devolvérselo

revía abrir nada, y cuando tomé la iniciativa po

cari

a ma

r poco y me arrebató todo de las manos. -Mira son her

amá

flores en cuanto dio con la nota me miro. -Son para ti déj

sto? -. Pregunté con la palabr

e sobraba lo inocente, no tenía

hombre quedó en

ese hombre debe tener

nadie ni padres tiene

. Y nuevamente me hice la misma pregunta

ro ella estaba tan dichosa como mi padre. -Te daremos una noticia muy importante-. Si

tienes que verte esplendida-

ía combinar, pero no sabía por qué el señor Melitón me mando esos re

e casi quince minutos por ellos, mi madre lucia como una mujer d

e quedé como ¿qué?, si ya no lo era o que parecí

estaurante muy lujoso, por fuera gritaba

aron con los míos de inmediato, era el señor Melitón quien me abrió la puerta, me extendió la m

stremeció fue como un escalofrío que hizo qu

le preguntaron si tenía reservación o tenía que ver s

adre con mi madre cuando nunca lo había hecho, a menos que estuvié

no que ni vendiendo mis dos riñones

to de frutas al que llamó granizado de f

platillos, al igual que la conversación de mis padres y el señor Melitón iba

sufriera un retortijón. -Melitón tiene algo que proponerte-. Miré a mis padres

spera pierde y yo no quiero esperar-. Se mete la mano al bolsillo.

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