uién busca? ¿Ti
ón cuando la secretaría de Hansen le
e ella había sido la esposa del presidente de la empresa y nadie la reconocía. Lo que es más, e
débiles y temían a los fuertes. Esto resultó ser cierto, cuando la secr
y le hizo un gesto cortés con la mano. Jenna pasó junto
anas eran brillantes y las mesas esta
mpre había sido distinguida y refinada. Aunque el d
ntraba sentado y sobre su muslo estaba sentada Aria Mcadams. Ella con su figura delicada,
besaban apa
razón por la que le pidió especialmente que fuera a la oficina
da en su interior, se dio la v
d. Aunque besaba a Aria como si no hub
y sentía sus pies tan pesa
el beso ardiente. Su largo brazo cayó sobre la cint
rtó bien, fue amable, hacía ge
dijo en un tono más frío: "Tengo algo que hace
s y estaba muy emocionada. Como estaba
gnificaba que accedía a casarse con ella. Las hermosas mejillas de Aria se sonro
o, pero sus ojos se
marchó satisfecha. Cuando al pasar junto a Je
uedaron los do
. La fuerte fragancia de Aria persistía, como s
ncómoda y se sinti
Ella solo quería que esa situación terminara lo antes posible
sofá, acercándose lentamente a ella. Su apuesto rostro demostraba ironía y l
ueña sonrisa en su boca, le entraron ganas de abofetear a él. Fue él quien le estuvo p
indiferencia. Sus ojos estaban tan fríos como el hielo y su voz era firme. Esta e
Jenna a hablarle así? Pero pronto se dio cuenta de que ya se habían divorci
rdando la noche anterior, y en sus
sitas? Te complaceré". Su majestuoso cuerpo se acercaba cada vez más y má
cara. Su rostro se puso completamente pálido. Su cuerpo entero t
a estuvieran divorciados, él
error más grande que pudo
o si estuviera evitando la mala suerte, lo q
en el caso de Jenna que por lo general se veía frágil y débil, nunca tomó la inic
reparado y se lo entregó a Jenna. Le dijo con frialdad: "Recuerda, si le dices a l
ra la persona más respetada por Hansen. En aquel t
sonrió con calma y levantó las cejas, diciendo: "Sr. Richards, piensa demasiado en sí
icado de divorcio que él sostenía, se dio
desapareció. Estaba tan triste que no podía mantenerse en pie. Se arr
n aun sen
ue enfrentarte a la adversidad". Las pa
mente la conciencia de
nsor se abrió y le
oción, Jenna intentó huir a toda prisa, pero la mano grande y poderosa de Hansen con rapidez la tomó del brazo. Jenna era muy delgada, él sintió como si fuera a romperse tan pronto como se le tiró de los brazos. De inmediato disminuyó la fuerza de su mano e incons
os. Supongo que desearía verte. Espero que pueda
ba pidie
zón de su abuela. Ese día por la mañana, su abuela le hab
ya tenía 90 años. Así que él le pidió deliberadamente que fuera a recoger el certificado de
riste. Ellos habían estado casados durante tantos años, y él nunca había mostrado tanto interés por acercarse a ella. Ahora estaban
sus ojos fríos se veía desesperación. La man
censor, Hansen vio a una frágil y triste Jenna. A lo largo de los años, la trató com
onscientemente y
eó y parecía que se cae
e se preocupó. "¿Le
triste". Entonces, el repentino odio que brotaba