cuenta, que hay cosas peores en el mundo y te sientes que es mejor callar tus sentimientos, tus actitudes, tus decisiones. A veces mejor deberíamos pensar más en nosotras mismas y no en el "que dir
A PA
ra la fertilidad, pero siento que no está dando resultado, siempre la respuesta es negativa, mi nombre es Patricia Fuentes, tengo 25 años soy delgada de muy pocos atributos, piel blanca, cabello rojizo, ojos color marrón claro y con a
s más antes que yo, ya las había visto antes en citas anteriores. Una se llamaba Beatriz, una mujer empoderada que demuestra confianza al habla
dad, ojos claros y con una actitud tan espontánea que parece que nunca había sufrido en su vida pero bien dicen por allí "sacúdete el
da, era la mas reservada de todas, su mirada siempre reflejaba miedo y dolor por no
empañados por la lluvia que estaba cayendo, la paredes blancas y los marcos de pinturas abstractas hacían que ésta escena fuera similar a una película triste en blanco y negro, debíamos romper el hielo entre nosotras, c
s tarde hoy debido a un compromiso fa
mucho? - Preguntaba Rose ya que deb
o de su hija, pero si gusta le puedo agenda la cita para otra fecha - La secretar
Rose siempre mostraba que
dos veces esta semana a consulta y no fue atendida. Es muy difícil encontrar un buen ginecólogo hoy en día
mpo - decía Pamela para qu
locaba su mano encima de la de Pamel
no llega me tendré que retirar - Nos decía Beatríz des
ngañarme a mí misma diciendo que recibiré un buena noticia, ¿Es en
ratamiento? - Rose volte
as mis esperanzas pue
co de hoy - Pamela se estaba expresando con nosotras - es que
feliz que estábamos por ella. ¡Felicidades!
r muy feliz?
n paso! - de
do merecedor de ese gran corazón?, ¿Cuanto
nos vampiros sedientos de sangre, actuamos por i
estra de que nos alejarámos un poco, que le demos espa
amos con mucha curiosidad, como
no debíamos preguntar más - Deben esperar que esté list
su asiento y suspiró prof
z es tan reconfortante y dulce, sus labios son tan gruesos y carnosos que te hace querer besarlos en cada momento, su piel es suave que solo una caricia de sus manos es como la brisa de verano y su cuerpo es tan perfec
liz que no nos dimos cuenta de algo, sin embargo no todas eramos tan despistadas, hubo una de nosotras
ta intensidad que demostraste ahora - Beatríz abrazaba a Pamela en su pecho como si
taba de un hombre sino de una mujer con la que se iba a casar y ese acto tan hermoso que realizó Beatríz al ab
por ese don de querer saberlo todo que tenemos siempre las mujeres, pero pronto pudimos notar que el llanto de Pamela se de
a mí decirlo - Pamela se secaba las lágrimas con un pañuelo blanco que sa
A PA
enía 12 años y Luis tenía 15 así que no podía jugar con ellos porque estaban ocupados con su vida, sin embargo en mi familia siempre compartíamos juntos, éramos la típica familia que salía de paseo cada fin de semana, se podía decir que éramos muy unidos. Aunque noargo ya era un poco más difícil reunirnos con fr
os Luis y Andrés se llevarían a sus novias y mi padre decidió decirle a un amigo que también lo acompañará, nunca antes lo había visto, mi padre nunca lo
viaje. En la camioneta de mi padre viajarían mi madre, mi padre, mi hermano Luis y su novia. En el auto del señor Carlos viajariamos mi hermano Andrés junto a su novia y lastimosament
e volvieron más frecuentes, incluso hasta cuándo mi padre no se encontraba en casa. él siempre conversaba con mi padre, tomaban alcohol y compartían algunos juegos juntos. No entiendo como mi padre no se daba cuenta de las malas intenc
re ellos cambiaba drásticamente, aunque
uen hombre, el mejor hombre podría decirse, no se merecía lo que l
a yo, pero por razones que aún no comprendo mi padre había invitado al señor Carlos
L PR
- ¿Porqué nunca te atreviste a con
n unos monstruos? - Preguntaba
e no vale la pena - decía Patricia dejando entender
mela sea tan cruel como el que me tocó conocer a
iviendo Pamela sin esperar siquiera a qué ella respondiera, sin embargo Beatriz no parecía estar hablando del mismo h
a hace unos cuantos minutos atrás para convertirse en un c
o había quedado en silencio y una vez más Pamela se estaba haciendo escuchar
describes aceptaría esa clase de traición en su casa
no pudo evitar que una lá
re fue la más espontánea
ra a casa en cada ocasión?, ¿Que no le molestara ver que llega cansado de su empleo y ve a su "amigo" sentado en su sillón favorito?.
amigo - Beatriz cabizbaja interrumpía a Pamela - el p
A BE
ueño en la ciudad donde vivo, mi plan era la de ayudar a mi madre y mis
e le daba paz al lugar. Él era un poco mayor que yo. Tenía 30 años, tenía una piel morena, alto, ojos negros, cabello oscuro y una vo
a con su voz y elegancia que no pude evitar distraerme y no atender a su llamado la primera vez -
estaba tan cautivada que ya me estab
eocupado por mi reacción tardía, que
de mirarle sus hermosos ojos -
n capuchino con dos de azúcar
existe, éste era el mío. No sé porque estaba tan torpe en estos
evitar temblar y tarta
ago mirándome a los ojos pícarament
Beatriz - Sentí mariposas en el e
mbre se fijara en mí. Mientras él se dirigía a la salida del local yo suspiraba recostando mi cabeza encima de la ba
u mirada, en su voz, en sus manos tan suaves, en
que sea coherente, las palabras no salían de mi boca al estar frente a él. Sin embargo todo eran risas e insinuaciones, teníamos una hora exacta para vernos. Mi hora del almuerzo, para poder charlar a gustos. Tenía
penas conocía. Quien diría que a partir