ersonalmente del estipendio en el puerto de Moscú. Luego, del ataque propuesto en Sarátov por sus enemigos. Por ende, esto le
zona caracterizada por majestuosos palacetes que conforman una residencia. Sin embargo,
ngresa circulante frente a la caseta de vigilancia, en donde se encuentra un hombre robusto, ale
e propician una excelente vista de la ciudad. Las amplias terrazas que s
tabas? -profiere el rubio, con
limita a responder, levantando una
il as
esconocida a la mans
cambia radicalmente, mostr
us ojos se tornes más oscuros-. Cuando será el día
e encoje d
hombre-, pero por des
mo! Nadia sabe perfectamente que no puede traer a nadie
ar en su h
suelta una
e dándole una palmada en el hombro-. Necesito
asiente s
abitación elegante, minimalista y espléndida. Con paredes pintadas de color crema, adornadas con
ón del lugar. Como si estuviese husmeando. Sin embargo, ella lo hace para intentar localizar
, sin elevar demasiado la
r detrás de ella-. ¿Y qué haces
móvil, sin girars
salte-. Te he hecho una pregunta. ¿Quién e
nto ruso bien marcado es el hermano mayor de Nadia. Ella tiene las manos sudadas de la intimidación que le genera esa p
haciendo que sus latidos se despabilen. Un hombre de alrededor de treinta años, tez blanca como la nieve, con el cabello rubio c
Procura articular alguna palabra, aunque ningún sonido sale de sus labios. No sabe con exactitud lo que sucede a su alrededor que no le permite
sus ensimismamientos-. ¡Hermano! -Expande
o estando cerca de su hermana. Lo que ocasiona que ella descienda la vista en señal de cobardía. Nadi
esentaré. Ella es Viviana Mancini, una amiga de la revista. Y él es mi hermano ma
a saludarlo, dedicándole una
lara la
manifiesta fríamente,
e -respond
ar los ojos delante de Nadi
s a San Petersburgo?
a con l
desconfiado-. Tengo otros asuntos que resolver.
él está conjeturando de Viviana.
la mansión -se justifica-. Además,
go, Nadia -establece, fin
ndr por la presencia de
iando el tema-. Vamos a comer algo antes de empezar con el
ela, mirando a Nadia-. Necesito decirte algo import
dole a través de ella: ¿Tiene que ser p
! -increp
o cincuenta, de cabello entrecanoso, se aproxim
ta Dmitriev -h
indicaciones, cuando s
i al comedor -interviene Aleks
la mujer, asistiendo-.
asta la cocina. Ellos suben por las escaleras, pasando por
uestiona Nadia-. ¿Por qu
lta un
rándola impacientemente-. Te recuerdo que estamos expuestos a cualquier pe
bajando la mirada-. Pero, ¿No te habías encar
beza, sentándose s
ano? -inquiere, ex
ea lo que estoy
se encoge
dejó escapar -aclara, soltando un suspiro-. Supong
rlo -dice Nadi
guien a la mansión? -in
ta para la revista -corrobora-. Consider
eja él-. Pero, si me llego a enterar de algo co
asi
al comedor, por s
el comedor, en donde perciben a Viv
ella, mostrando un
da en el asiento, seguida por su hermano. Fed
a esplendida -e
a Nadia-. En algún momento te mo
oso jardín -menciona la mujer-. Deb
ro -revela la chica-. Lo utilizam
ponsabilidad al cuidar es
luciendo inoportuno ante l
interviene Aleksandr-, la cual deben de a
ndo -s
e su hermana, la cual parece llevarse mejor con las personas. ¿Acaso será porqu
agando demasiado. Sin embargo, presiente que los ojos verduzcos de él no dej