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Alexa está retomando su vida después de terminar una larga relación hora solo quiere disfrutar de su soltería
Han pasado casi seis meses desde que estoy trabajando en el despacho de
arquitectos Randolf, Waldorf y asociados, admito que fue una sorpresa para mi
saber que, pese a que los socios eran relativamente jóvenes, ninguno pasaba de
los treinta y seis años, su despacho ya contaba con cierto prestigio, eso habla de
lo dedicados que son los jefes y es por eso que yo no quería dar una mala
impresión respecto a mi desempeño.
He estado atiborrada de trabajo, ha sido un proyecto tras otro y varios a la vez y si
de por sí he de admitir que cuando me enfrasco en mi trabajo se me olvida hasta
comer, ahora con mayor razón dedicaba la mayor cantidad de tiempo posible a las
partes que me correspondían de los proyectos. Aunque todo ese trabajo me había
servido un poco para olvidarme de mi exnovio y la toxica relación que habíamos
tenido por años, de hecho, con tanto que hacer en los proyectos hace unos días
me di cuenta que me había olvidado hasta de lavar mi ropa, mi casa estaba hecha
un desastre y el cesto de ropa estaba desbordándose.
No me quedaba prácticamente nada que se viera presentable para el trabajo
-que bruta, como pude dejar que eso pasara-
Busque en los cajones y el fondo de mi armario y encontré una blusa color
durazno, me encantaba esa blusa, pero no solía llevarla al trabajo ya que el diseño
tenia un espacio entre los ojales y los botones que hacia que se pudiera ver
fácilmente parte de mi sostén y de mi piel por supuesto, si veías con atención
podrías ver mi ombligo a través de esa blusa.
Busque una camiseta que pudiera ponerme debajo, pero por su puesto, todo
estaba sucio.
-Maldición-
Al final encontré un crop top color con detalles de encaje en color lila, quizás no
era lo ideal, pero fue lo mejor que mejor que pude encontrar, me puse un pantalón
de mezclilla y un blazer azul marino para cubrir la blusa y así partí a toda prisa al
trabajo ya que por todo el lio de buscar algo presentable entre mi montaña de ropa
había perdido tiempo valioso.
Al llegar al edificio donde se encuentra la oficina subí al ascensor y me encontré
con uno de los socios y solo suplicaba que no me reprendiera por estar llegando
casi quince minutos tarde.
-buenos días jefe-
-buenos días, señorita Taibó-
El jefe iba de la mano de una chica hermosa, alta delgada, bien arreglada, cabello
perfecto, maquillaje perfecto, postura perfecta, era mi perfecta antítesis y agradecí
que el jefe estuviera demasiado ocupado con toda esa perfección como para notar
mi retraso, no puse atención a su plática, solo podía pensar en que quería llegar a
la oficina antes de que me reprendieran.
Al llegar al cuarto piso la chica se despidió del jefe con un beso en la boca y bajo
del ascensor en la agencia de modelos que estaba 2 pisos debajo de nuestra
oficina, no pude evitar reír internamente y pensar en el ridículo cliché que acababa
de presenciar, un hombre de negocios, una hermosa modelo y para rematar una
empleada del hombre de negocios en un ascensor, por suerte yo no estaba
enamorada del hombre del ascensor, no que no fuera atractivo, todo él era un
cliché por si solo de lo bueno que se veía el desgraciado, pero meh... tampoco es
como si me fuera a enamorar solo por eso, traté de ocultar mi sonrisa del jefe para
no meterme en problemas por suerte llegamos en casi nada a nuestro piso y cada
quien tomó su camino.
Antes de ir a mi cubículo estuve revisando varios detalles de los planos con otros
colegas que estaban en los mismos proyectos que yo. Para cuando terminamos
ya era casi medio día y el sol estaba en su punto máximo.
Planeaba quedarme todo el día con el blazer, pero estando en verano, hace calor
en todos lados y la oficina no era la excepción trate con todas mis ganas, pero no
estoy hecha para el calor, al final tuve que ir al baño para poder quitarme la blusa
y refrescarme un poco antes de ponerme a trabajaren mi cubículo.
Refresque mi cara y mi cuello con un poco de agua y cuando estaba por tomar
una toallita para secarme tuve una sensación de incomodidad como si alguien
estuviera mirándome.
Gire mi cabeza hacia la puerta del baño preparándome para responder cualquier
clase de juicio que quisieran hacerme, después de todo no era como si estuviera
haciendo algo indecente solo estaba refrescando me un poco para poder continuar
eficientemente con mi trabajo.
Pero al terminar con esos cinco microsegundos de reflexión y terminar de girar
hacia quien me observara.
Oh sorpresa.
-JEFE... Que... ¿qué hace usted aquí? - no sabía que hacer me quede paralizada,
y él tenía una expresión como de asombro y culpa y más le valía ya que estaba en
el baño de mujeres.
-eh...disculpa por esto, pero el baño de hombres tuvo una avería y lo están
arreglando, justo acabamos de enviarles un aviso de que los baños serán mixtos
por unos días-
-ah, yo los siento, no lo he leído aún-
-eh... descuida, ahora si no te molesta, voy a pasar-
-si claro, yo... lo siento- apenas entonces reaccioné que aún no me había puesto
la blusa.
-descuida, aquí no ha pasado nada-
Dios que tonta y exhibicionista me sentí en ese momento, me abotoné la blusa con
prisa y salí corriendo del baño, directo a revisar los malditos correos por si me
perdía de otra cosa y a hacer mi trabajo lo mejor que pudiera para demostrar que
no tenía intenciones ocultas. Tal vez suene ridículo, pero era lo único que pasaba
por mi mente en ese momento.
Dios que vergonzoso.
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