/0/1252/coverbig.jpg?v=a8c0b6f50ddb09f4538cc29e2bf8d5c0)
Seis meses después de la muerte de su esposo el Rey Gregor, Alexia ahora está en peligro por los enemigos de la casa real, ante la muerte de su esposo y el nacimiento de su hija. la misteriosa desaparición del príncipe Albert el siguiente en la línea de sucesión al trono. la guerra por el poder se torna cada vez más tormentosa. cuando aparece un nuevo candidato al tan codiciado trono, El duque de Vas, Conrad Vas Edevane, el primo del difunto Rey Gregor. toma el trono del país. Alexia estaba apunto de ser exiliada y de que su hija le fue arrebatado su derecho al trono. El complot de los altos mandos del país para derrocar era demasiado para ella y terminó siendo aplastada. Cuando estuvo a punto de rendirse, una mano amiga fue la luz de la esperanza que tanto anhelaba. Conrad sintió compasión por ella y le brindó su ayuda para que su hija y ella pudieran reclamar sus derechos, o eso es lo que le hizo creer a Alexia. Cuando creyó que su vida por fin estaba tomando rumbo su mundo se convirtió en un infierno por un tiempo sintió ser tragada por la desesperación pero una luz llegó nuevamente a su vida dándole esperanza. Pero las cosas no serán tan fáciles, nada con lo que había enfrentado antes la habría preparado para lo que se venía. Ahora era consciente de que Conrad era el menor de sus problemas. el mundo estaba entrando nuevamente en una guerra y era una que les iba a pesar más que cualquier cosa en el mundo. Una mujer tan malvada como hermosa es la causante de la destrucción del mundo: La Emperatriz. Katleya Maeve Ganievich. Es una mujer que reina en uno de los países potencia más poderosos del mundo. Amyareth, el cual tiene el control casi por completo del continente vecino, el continente de Cartia. Ella tiene un gran resentimiento y ambiciones, quiere conquistarlo todo sin importar el costo. Ahora Alexia debía unir fuerzas con las personas menos esperadas: los traidores, los desterrados y los forajidos. Para poder detener la gran amenaza que se cierne sobre el mundo entero. Alexia tendrá que pasar por 7 "muertes" para encontrar la solución al conflicto, si quiere sobrevivir y salvar a los suyos.
Capitulo 1 Primer encuentro
Alexia miraba por la ventana de su cuarto melancólicamente, agarraba las sábanas y las apretó fuertemente «hasta hoy dormiré en esta habitación» pensó Alexia. Alexia era una joven de veintiséis años recién cumplidos, de cabellos negros y lisos y piel lechosa, sus ojos color avellana eran grandes y expresivos, su rostro era en forma de corazón y de perfil impecable, nariz pequeña y labios gruesos, era una joven hermosa y encantadora, esa joven hasta ese momento había sido la Reina de Edevane, pero ahora no lo era mas.
-Tengo que prepararme- Alexia se levantó de la cama, y mientras lo hacía entró una doncella, está hace una reverencia y dice -Su majestad...digo Duquesa Caro yo la asistiré hoy, su Alteza real el Rey, solicitó que estuviese presente en el desayuno ya que hará un anuncio.
Alexia ya se esperaba algo así, aunque no sabía de qué se trataba, era probable que le dijera que se marchará lo antes posible, tal pensamiento le causó una escalofriante sensación que recorrió su espalda haciéndola estremecer un poco, claro trato de que su expresión no cambiará, no puede dar indicios de que le afectaba lo que vendría, la asustaba tener que marcharse del palacio el cual había sido su hogar por diez largos años, ahora tendría que valerse por sí misma.
-Hannah...prepárame el baño, no podemos hacer que su majestad el Rey espere.
-Si Duquesa, ya mismo lo preparo.
«Duquesa... es tan extraño escucharlo, tengo diez años que no usó ese título, bueno era de esperarse ya no soy la reina» así era Alexia Edevane no existía más, ahora solo era Alexia Caro, la Duquesa Caro, al menos consiguió recuperar el título de su familia, no muy rico y lleno de deudas pero esa suyo.
***
En el comedor real ya el Rey estaba presente, Alexia se anuncia, entra y hace una referencia, el Rey era un hombre fornido de unos veintisiete años, mas joven que el Rey anterior, pero poseía la características facciones de la familia real, ojos azul profundo y rostro hermoso, aunque el cabello de Conrad era negro diferencia del antiguo Rey, el cabello de Conrad era oscuro pero tenia su encanto y destacaba sus rasgos, estaba peinado perfectamente dándole un aire pulcro y fino, su aura definitivamente era la de un noble, un Rey.
-La Duquesa Alexia Caro se presenta al comedor real al aceptar humildemente la invitación de su majestad el rey Conrad.
Un camarero le indica su puesto y Alexia se sienta y da una ligera sonrisa.
«¿Así que solo nosotros?»
-Me alegro que vinieras Alexia, en un honor tenerte conmigo, espero que no sea la última vez - dice Conrad sonriendo falsamente
«sola con el rey, no creo que sea algo bueno»
Estoy en la otra esquina del comedor, es uno pequeño solo para el desayuno. Aún así no es nada sencillo, es muy lujoso y elegante «digno de un rey...» susurra en su mente Alexia desayuno muchas veces con su anterior esposo en ese lugar ahora ese recuerdo es distante.
Conrad Christopher Vas Edevane el actual Rey del país de Edevane, en el sur del continente Ostriano. Un país rico y grande y sobre todo poderoso. Conrad subió al trono después que Gregor Edevane el esposo de Alexia, el anterior rey muriera y Albert el hermano menor del difunto rey desapareciera poco después de la muerte del rey, así que el trono cayó en manos de Conrad el Duque de Vas, primo del anterior rey Gregor y el príncipe Albert.
En el momento que Conrad llegó a reclamar el trono Alexia estaba aún en duelo por la muerte de su esposo y cuidando a su recién nacida Rosalyn la princesa real, desafortunadamente la muerte de su esposo solo fue el inicio de su martirio, Gregor y Alexia habían tardado mucho tiempo en hacerse padres, casi los diez años de su matrimonio y eso había despertado sospechas, estúpidas y sin fundamento pero aquellas sospechas la lastimaron, llevándola a juicio y humillándola, haciéndole pruebas de paternidad a su hija, después decían que era amante del príncipe Albert, eso fue demasiado, Albert era su cuñado y amigo, el estaba desparecido después de aquella guerra se mantuviera a rayas y el anuncio de la muerte del anterior Rey, el príncipe Albert simplemente había desaparecido como por arte de magia.
El rey ordenó a los sirvientes que salieran una vez que llevaran toda la comida a la mesa. En eso el rey deja posa sus manos en su barbilla y sonríe -Alexia querida estamos en confianza, relájate un poco- dice mirándola afablemente
-No se a que se refiere su majestad, estoy disfrutando del desayuno en su compañía.-dice Alexia mientras baja el tenedor de su mano y le devuelve la mirada con una cálida sonrisa.
El Rey sube la comisura de sus labios y luego dice -Ya que estamos en confianza sabrás que pronto me casaré con la hija del marqués Berrycloth y la haré mi Reina-dice calmadamente mirando a Alexia.
-Sí lo escuché, su majestad, déjeme felicitarlo por su próximo matrimonio. Que dios bendiga su unión.
-Que bueno que te alegres, también me es grato es una buena familia...pero ella es joven e inexperta. aún no tiene la suficiente preparación para el cargo así que pensaba que tal vez tú podrías ayudarla.
-¿Ayudarla? No entiendo la pregunta de su alteza.
-Desearía que como ex-reina aconsejaras a mi futura reina y le enseñes la labor correspondiente.
-¿Quiere que me convierta en dama de la corte de la reina?- Dice Alexia sorprendida
-Bueno algo así, pero pensaba algo más cercano...más íntimo-ante esas palabras Alexia se congeló
-¿A que se refiere con más íntima su gracia?¿No logró entender su propuesta?¿No es el puesto de dama de la corta el puesto más cercano a la familia real?
-Hay otro aún más alto, dulce Alexia, un lugar más cercano a la familia...a mi.
Antes sus últimas palabras Alexia entendió lo que quiso decir y maldijo en su corazón
-Me refiero a que seas mi concubina Real, Alexia, solo tú estás capacitada para tal honor, se que es algo que no se usa, pero creo que es una idea fantástica- dice colocando una copa de vino en sus labios sonriendo mientras observaba lascivamente a Alexia.
Alexia tembló ella jamás espero que le propusiera algo tan horrible y descabellado "concubina" esa palabra vino a su mente de forma inmediata dejando un horrible y amargo sabor.
-Su majestad, sinceramente me honra, que haya pensado en mí para una posición a su lado, pero creo que no estoy apta para ello- dice Alexia tratando de ser lo más fría y calmada posible.
-¿Me estás rechazando Alexia?- dice el rey con su sonrisa apagada y ahora la mira fríamente
-Alteza entienda, yo ya tengo una hija y soy ex-Reina no sería bien visto que la ex-Reina se convierta en su concubina y menos con ya un hijo del anterior rey y que dirá su Reina no le gustará.
Alexia dijo todo eso esperando que la razón llegara a la cabeza del Rey cruel y la dejara en paz. Pero lo que vio fue una mirada llena de ira y una sonrisa diabólica.
-No te debes preocupar de lo que opine la imbécil de Lysa después de todo la elegí por estúpida, un lindo adorno. En cambio tú sí sabes lo que haces es una lastima que te haya agarrado primero el inepto de mi primo, yo te hubiese aprovechado mejor- dice mirándola mientras intensamente, se levanta de su asiento y se acerca a Alexia rápidamente la toma de la mano y la acerca a su cara
-Alexia, no sabes las ganas que tengo de tomarte ahora mismo en esta mesa-. Dice Conrad besando los dedos de Alexia ya dejando cualquier tipo de decoro
-Su...su majestad por favor piense bien lo que hace, no es correcto- dice nerviosa intentando apartarse
El rey se acerca más al punto de jalar la y atraparla en sus brazos quedando tan cerca de él que ella se sorprendió.
Alexia al subir su mirada ve a aquellos ojos que son azules como zafiros tan brillantes como gemas, «los ojos de la familia real» piensa Alexia su esposo también los tenía de ese color al igual que su pequeña hija... el rey era alto y musculoso de cabello espeso y oscuro perfectamente peinado... Conrad era un hombre atractivo pero sádico y cruel. estar cerca de él sólo le producía náuseas.
-Alexia, querida sabes bien que no puedes rechazarme es mejor que me aceptes alegremente- dice mientras forzosamente la besa
Muerde y chupa sus labios fuertemente. Alexia intenta con todas sus fuerzas librarse él solo se ríe y sigue.
Y luego lanza todas las cosas de la mesa y tira a Alexia en el comedor poniéndose rápidamente sobre ella inmovilizándola agarrándola de sus dos manos empieza a besarle el cuello y el pecho rompiendo así su vestido.
-Su majestad deténgase por favor, no haga nada de que se pueda arrepentir- Alexia dice desesperada
-Ese es el punto, no me arrepentiré. Te tendré debajo de mi, mientras te retuerces. Mejor acostúmbrate, ya eres mía- dice mientras salvajemente manosea su cuerpo y por más que Alexia grita nadie va a su rescate
El rey se divirtió con Alexia por horas sin dejar le opción alguna de irse del palacio, o eso le pareció a Alexia, horas, siglos, milenios, doloroso y desagradable, pensó en su esposo, en su hija y en su cuñado, sus padres y demás familiares, que había hecho Alexia para llegar a ese momento de su vida, lágrimas resbalaron por sus mejillas blancas teñidas de rojo por ira, violencia y sufrimiento, la persona que la hacía sufrir en esos momentos era alguien quien ella había confiado plenamente, aun así rompió toda su confianza y tomó su cuerpo, desgarrando su confianza y corazón.
Pronto la puerta se abrió, y una mujer de cabello rubio cobrizo entró, su mirada dura y acusante, avergonzó a Alexia, pero esa joven lucía dura y lastimada, ¿por qué? ella nos miró y El Rey la miró con desprecio por interrumpirlo, esa joven no dijo nada y simplemente nos observó un rato, Alexia aprovecho para acomodarse la ropa y levantarse de la mesa con precaución, el Rey vio desafiante a la joven y esta le devolvió la mirada, Alexia salió corriendo tan lejos y rápido como pudo, necesita marcharse ahora mismo de allí, necesitaba a su hija.
Días después ella tomó la decisión de huir, el Rey la había perseguido y encerrado, en los calabozos, los cuales estaban remodelados como en los tiempos antiguos, por sorpresa de ella también estaba cautivo Albert, su cuñado, el Rey lo había secuestrado y torturado, el Rey iba y abusaba de Alexia frente a Albert todos los días, estaban impotentes, gritaban para que se detuviera, pero Albert solo conseguía palizas y ella mas violencia, un día al despertar, escucho ruidos, la mujer de cabello rubio cobrizo estaba en el calabozo, nos miró y nos abrió las esposas, nos dijo.
-Hay un auto afuera, váyanse a Lino una vez allí el Rey no podrá tocarlos, su hija ya está en el auto esperándolos, apresúrense, Albert y yo nos miramos y no dijimos mucho agradecimos y salimos de allí, el sol brillante nos golpeó, pronto vimos el auto, y la bebe estaba en una silla de auto en la parte de atrás, la mire y llore, pero no había tiempo, subimos y andamos, vimos a la mujer alejando su silueta a la distancia, le rogué a dios para que pudiéramos huir.
Pero dios no me escuchó
La vida de Candice dio un extraño giro la noche de su boda. Su marido, Greyson, no apareció para consumar su matrimonio. En su lugar, un desconocido irrumpió en su habitación y la violó. El matrimonio se convirtió en un infierno para ella. Mientras intentaba dejar atrás la pesadilla, su suegra aprovechaba cualquier oportunidad para desacreditarla. A Greyson, que debía apoyarla, le importaba un bledo. Al contrario, llevó a su amante a su casa. No pasó mucho tiempo antes de que Candice fuera expulsada de la casa. Todos pensaban que era una debilucha indefensa, sin saber que era una abogada extraordinaria. Llevó al hombre que la violó a los tribunales. Quería pagarle con la misma moneda. En el transcurso del proceso, descubrió estupefacta que el violador es el hombre más rico de la ciudad. Las cosas se le fueron rápidamente de las manos. El hombre intentó por todos los medios pedirle que se casara con él. Ella se dio cuenta de que se estaba buscando más problemas. ¿Cómo ella logría deshacerse de él pero acusarlo al mismo tiempo?
Durante diez años, Daniela colmó a su exesposo de un amor inquebrantable, solo para descubrir que no era más que un chiste para él. Humillada, pero decidida, se divorció de él. Tres meses después, Daniela regresó a lo grande. Ahora era la CEO oculta de una marca líder, una diseñadora codiciada y una rica magnate de la minería, y su éxito se reveló en su triunfal regreso. Toda la familia de su exesposo se abalanzó sobre ella, desesperada por implorar su perdón y suplicar otra oportunidad. Sin embargo, Daniela, ahora querida por el famoso Sr. Phillips, los miraba con gélido desdén y dijo: "Estoy fuera de su alcance".
Anoche pasé una noche erótica con un desconocido en un bar. No soy una mujer al azar. Hice esto porque estaba muy triste ayer. El novio que había estado enamorado de mí durante tres años me dejó y se casó rápidamente con una chica rica. Aunque actúo como si nada hubiera pasado delante de mis amigos, estoy muy triste. Para aliviar mi estado de ánimo, fui solo al bar y me emborraché. Accidentalmente, me encontré con él. Él es más que atractivo e increíblemente sexy. Como el deseo controlaba mi mente, tuve una aventura de una noche con él. Cuando decidí olvidarme de todo y seguir adelante, descubrí que mi aventura de una noche se convirtió en mi nuevo jefe. Un tipo posesivo.
Lucia Meller es mi vida, me enseño amar, me enseñó a adorarla, me mostró el mundo de forma diferente, le di todo lo que la vida me ofrecía, y se ha ido; se llevó mi vida, mi amor, dejándome el corazón y el alma hecha pedazos. Ahora me duele respirar, me duele amar, me duele la vida. La quiero, jamás podré volver amar a alguien como la ame a ella; la quiero de vuelta, la quiero conmigo, a mi lado donde pertenece; pero por más que la busco no la encuentro, es como si la vida me la hubiera arrebatado y eso me duele, ella me enseñó que se puede matar a un hombre, aunque se conserve la vida, sin embargo, me canse, no puedo llorar por alguien que no me quiere amar y aunque duele, hoy después de casi dos años le digo adiós a mi sirena; después de todo soy Gabriel Ziegermman. Un año desde que me aparte de Gabriel y mi vida dio un giro de ciento ochenta grados, amar a ese hombre es lo mejor que me ha pasado en la vida, a él le debo el hecho que hoy esté viva y tener a mi lado a mi mayor tesoro, él me enseñó que lo que se desea con el alma se obtiene, pero también me enseñó que amar duele, que su amor duele, a él le debo el dolor más grande, porque dejo de amarme, no fui suficiente para él, me enseñó que su madre, su exnovia y su destino no están conmigo, y aun así lo quiero de vuelta, sé que sus prioridades cambiaron; yo solo pedía una verdad sin embargo él prefirió engañarme y dejarme.Lo quiero olvidar y lo quiero conmigo, aunque no se lo merezca, pero como hago si amar ese hombre es mi arte. Ahora estoy de vuelta y lo único que quiero es tenerlo a kilómetros de distancia, porque me enseñó que yo también tengo derecho a cambiar mis prioridades. Novela registrada N ISBN 978-958-49-7259-0 Está prohibida su adaptación o distribución sin autorización de su autor. Todos los derechos reservados all rights reserved
Se rumoreaba que Fernanda, recién vuelta con su familia, no era más que una violenta pueblerina. Pero Fernanda se limitaba a esbozar una sonrisa despreciativa. Otro rumor sugería que Cristian, normalmente racional, había perdido el juicio, locamente enamorado de Fernanda. Esto la frustró. Podía tolerar los cotilleos sobre sí misma, ¡pero calumniar a su amado era pasarse de la raya! Poco a poco, a medida que salían a la luz las múltiples identidades de Fernanda como célebre diseñadora, experta jugadora, reconocida pintora y exitosa magnate de los negocios, todos se daban cuenta de que eran ellos quienes habían sido engañados.
La vida era un lecho de rosas para Debra, la hija del Alfa, hasta que tuvo una aventura de una noche con Caleb. Estaba segura de que él era su pareja designada por la Diosa de la Luna. Pero este hombre odioso se negó a aceptarla. Pasaron semanas antes de que Debra descubriera que estaba embarazada. Su embarazo fue una vergüenza para ella y para todos los que amaba. No sólo ella fue expulsada, sino que su padre también fue perseguido por los usurpadores. Afortunadamente, sobrevivió con la ayuda de la misteriosa Manada Espina. Pasaron cinco años y Debra no supo nada de Caleb. Un día sus caminos se volvieron a cruzar. Ambos estaban en la misma misión: llevar a cabo investigaciones secretas en el peligroso pueblo de Roz por la seguridad y la posteridad de sus respectivas manadas. Caleb todavía se mostraba frío con ella. Pero con el paso del tiempo, se enamoró perdidamente de ella. Intentó compensar el abandono de Debra, pero la chica ya no lo quería. Estaba empeñada en ocultarle que tenían una hija y también en hacer una ruptura limpia. ¿Qué les deparaba el futuro a los dos mientras viajaban por el pueblo de Roz? ¿Qué tipo de secretos encontrarían? ¿Caleb se ganaría el corazón de Debra y conocería a su adorable hija? ¡Descúbralo!