"Estaremos casados por sólo un mes. Después de eso, nos divorciaremos de inmediato". A pesar de que su bisabuelo había arreglado su matrimonio antes de nacimiento, él no creía que una mujer tan informal y movida como ella merecía ser su esposa. Poco sabían en aquel entonces que estaban destinados a estar juntos. Hiram, el CEO joven y apuesto que nunca sintió atracción por ninguna mujer, y Rachel, la belleza que de alguna manera traía mala suerte a todos los hombres con los que salía, se casaron, contra todo pronóstico. ¿Qué será de su vida de matrinomio?
Rachel Ruan estaba muy aburrida jugando con sus manos. Mirando a Fannie Ruan, que estaba preparando los objetos de culto, dio un suspiro sintiéndose impotente.
"¿Y ese suspiro? ¿Qué te pasa? Es por tu bien, hija mía". Fannie tomó las velas y algunos "dineros" para los muertos y los metió todo en su bolsillo. Después de guardar todos los objetos en su bolsillo no se olvidaba de dar la vuelta para echar un ojo a su querida hija.
Rachel, al ver que su madre lo tenía casi todo preparado, se marchó para preparar sus cosas. Tomó el cargador de su móvil y lo metió en su bolso del color beige. Esta vez parecía que tenían que quedar en el pueblo natal durante unos días.
Fannie con su hija ambas se subieron al autobús, para ir al pueblo natal de su madre.
Llovía mucho anoche, por lo que la carretera estaba bastante mojada y por estar en los montes era más peligroso viajar ahora mismo.
Aunque Rachel no quiso volver con su madre, le agarró las manos.
"Hija mía, no tengo más remedio. Mira cómo estás ahora: desde el amor en la universidad hasta la cita a ciegas, ¿cuándo has tenido un buen final? No sabes cuánto me avergüenzo cuando me encuentro con los conocidos, cada vez que veo a alguien conocido tengo que agacharme la cabeza para que no me reconozca, es realmente vergonzoso".
Cada vez que Fannie recordaba los amores que había tenido su hija, le entraban ganas de llorar, su hija había estado con muchos hombres pero nunca había tenido un buen final.
"¡Eh! Mira, mira, ¡esa es la madre de la gafe!", dijo Fannie imitando las palabras de otras personas.
En estos 2 años, Rachel había tenido docenas de citas a ciegas con distintos hombres. Al principio parecía que no había ningún problema, pero con el paso del tiempo, al hombre que estaba con ella siempre le pasaba algo.
Dos de ellos murieron en los accidentes de tráfico, a otros dos les pasaba algo en la cita, como por ejemplo dolor de barriga, vómitos, etc. ¡Ay! Por cierto, también había dos que pocos días antes de la boda murieron de la enfermedad.
Es cierto que en este mundo hay mucha casualidad, pero algo como esto, nadie se lo creería.
Así mismo, Rachel se convirtió en una chica gafe del pueblo, nadie se atrevía a tener alguna relación con ella, temiendo que le trajera la mala suerte.
"Mamá. No digas eso, por favor. En la sociedad que estamos, pasar unas cuantas citas a ciegas es una cosa muy normal, no exageres tanto. Además, en este mundo, cada hora, cada minuto, incluso cada segundo, muere gente debido al accidente de tráfico o a la enfermedad. Creo que no debes echarme toda la culpa a mí".
Pero, todas estas casualidades en los ojos de Rachel eran su destino, eran algo que tenía que sufrir desde nacer, por eso Rachel quería encontrar a otro cenizo como ella en el mundo.
Fannie echó una mirada a su hija, quitó el bolso que tenía Rachel en la mano y dijo, "No sabes nada, tenemos que quitarte la mala suerte de encima o si no, ¡a lo mejor me afectará también!".
El autobús llegaron pronto al pueblo donde estaba la casa de Fannie, y ambas bajaron del autobús.
Rachel estaba siguiendo los pasos de su madre. Cuando cruzaron la calle, se escuchó un ruido fuerte de coche; Rachel se dio la vuelta, y descubrió que era un lujoso Maybach negro.
"¡Oh! Si que tiene dinero para conducir un Maybach en un pueblo como este. Pero, ¿de verdad no tiene miedo de caerse en barro sin poder salir de ahí?"
Ella murmuró un poco y echó un ojo a sus zapatos, sin duda estaban llenos de barro. Se dio la vuelta nuevamente y volvió a seguir a su madre.
Pueblo XH, un pueblo muy pequeño pero con más de 300 años de historia. En este pueblo todavía mantenía viviendas de la antigüedad, sobre todo los templos de este pueblo, desde que se construyeron hasta hoy en día, todavía se conservaban perfectamente.
"Señor Rong, ¿podría darse un poco más de prisa? La Señora lleva esperándole afuera bastante tiempo. ¡Dice que a las nueve de la mañana es la hora más apropiada de rezar!"
Frente a un espejo de bronce antiguo, un hombre estaba arreglando su camisa, y perdió la paciencia al escuchar las palabras de su mayordomo.
Se dio la vuelta y le echó una mirada. Sus ojos eran muy profundos como la noche estrellada, su mirada era muy fría como si fuera un emperador mirando a su territorio. Esto hizo que el mayordomo callara la boca de inmediato y no se atrevió a decir nada de más.
"La corbata no me gusta, dame otra".
Tras decirlo, se quitó la corbata y lo tiró hacia el aire.
El mayordomo reaccionó rápidamente, se agachó y recogió la corbata que el hombre había tirado al suelo.
"Este cinturón no pega con la ropa que llevo ahora mismo, dame otro para que lo pruebe". Al decirlo, se quitó el cinturón oscuro que tenía puesto en la cintura y lo tiró al suelo también.
El mayordomo dio unos pasos hacia delante para tomarlo.
Este hombre, tenía una costumbre, era la de tirar las cosas que a él no le gustaban.
Cada vez que veía una cosa que no le gustaba, siempre decía la misma palabra: "¡Tíralo!".
Por eso, todos los que estaban trabajando al lado de él, tanto secretarias como ayudantes o incluso el mayordomo tenía una capacidad de reacción rápida. Exagerando un poco, eran tan rápido que podían atrapar a una mosca con un palillo.
La madre de Rong estaba ya un poco mosqueada con su hijo. Ella golpeaba la puerta de su dormitorio para meterle bulla.
"Hiram por favor, hoy es un día bastante importante. ¡Esto está relacionado con la suerte de la familia Rong, debemos irnos ya!".
Pero Hiram se estaba observando a sí mismo en el espejo y por fin se quedaba satisfecho con su imagen, tomó el móvil que lo tenía encima de la mesa y salió de la habitación.
El mayordomo al fin dio un suspiro de alivio. Cuando abrió la puerta, la madre de Hiram ya estaba esperándolo de pie.
Y al mismo tiempo, en la puerta principal de la casa vieja de Rong, salieron una mujer con una niña, dirigiéndose al templo ancestral de la familia.
Durante todo el camino, Fannie le estaba recordando a su hija las cosas que tenía que hacer una vez llegado al templo. Estaba preocupada por que su hija ofendiera a los dioses y los espíritus.
Rachel puso los ojos en blanco, ya que cada vez que venía al templo, su madre le decía siempre las mismas palabras.
"Querida Fannie, creo que no lo recuerdas bien. Que soy tu hija, no tu abuela, las palabras que me dices lo tengo más claro que el agua".
Fannie ya estaba acostumbrada a los comportamientos de su hija, se echó a reír y la miraba seriamente. Tiró un poco de su ropa y dijo, "Tengo miedo de que lo olvides".
Minutos después, llegaron al destino, Fannie entró al templo y se dirigió directamente a la plaza trasera del templo.
"Anda, prepara bien las cosas, no mires las cosas que no debes mirar, recuerda lo que te he dicho". Antes de entregar los objetos a su hija, la recordó preocupadamente.
En este pueblo había una regla antigua, si se pedía algo al Dios, la persona debía ofrecerle una vela como ofrenda, además de tener un corazón firme para que el deseo se hiciera realidad.
"¡Ya lo sé!" Rachel tomó lo que preparó su madre y entró a la sala principal del templo. Una vez entrada ahí, los ruidos desaparecieron, y el mundo se quedaba en silencio.
En el otro lado, la familia Rong era la familia más rica del Pueblo XH. Había donado mucho dinero para mantener el templo ancestral en forma, por lo tanto disfrutaba de fama en este pueblo.
En la sala de los difuntos, había varias tablillas de los antepasados de la familia Rong, que estaban envueltas en la luz del Buda, ya que estaba muy cerca del templo budista del otro lado.
"Hiram, ahora que eres el patriarca de la familia Rong, el rezo de hoy se debe hacer por ti mismo". La digna madre miraba a su sobresaliente hijo y le dijo en voz baja.
Si había que decir lo que a Hiram más le odiaba, era efectivamente el rezo, ya que era totalmente ateo. Si quisiera tener algo, no pediría a Dios, sino lo conseguiría apoyándose en sus propios esfuerzos. Porque solamente confiaba en él mismo.
Aunque odiaba dar culto a los ancestros, delante de su madre no podía mostrar su verdadera actitud. Sin tener más remedio, él caminó hacia la sala.
"No va a funcionar entre nosotros, Terence". "No me importa, Carla. Te quiero a ti sólo a ti". Nunca sabrían lo que podría suceder si él no se topara con ella o si ella no hubiera decidido acogerlo esa noche. A partir de esa mágica noche, todo había cambiado. Todo parecía diferente de la noche a la mañana. Carla estaba lista para enfrentar lo desconocido en el momento en que decidió tomar la mano de Terence. Pese a los siete mil millones de personas en el mundo, ellos lograron encontrarse el uno al otro penetrando en sus respectivas vidas. Incluso cuando todos le decían que Terence se había ido, ella no podía creer ni una sola palabra, porque Terence era un hombre de palabra y él se lo había prometido para siempre. La gente solían decir que algún día conocerías a alguien al que estarías dispuesto a dedicarle tu vida. Carla sabía que eso era verdad, porque así era cómo amaba a Terence. La Chica de Mi Vida es una novela extraordinaria que te hará reír y llorar, donde descubrirás que, a veces, el amor no está lejos de cada uno de nosotros.
Todo el mundo decía que Selena era una cazafortunas, y Kenneth era de la misma opinión. Selena se esforzó mucho para que su matrimonio funcionara. Pero después de que Kenneth le rompió el corazón innumerables veces, finalmente se rindió. Ella le entregó un acuerdo de divorcio y declaró: "Estoy harta de ti. Fírmalo. ¡Dividamos la riqueza y tomemos caminos separados!". Encantado de obtener lo que ansiaba, Kenneth lo firmó sin pensar dos veces. Volvió a ser soltera, Selena le dio un buen uso a su indemnización millonaria. Invirtió en muchos negocios y construyó un imperio fuerte en tan solo unos años. El dinero sabía su nombre, al igual que muchos hombres guapos. Se congregaron a su alrededor como moscas. Kenneth apenas podía creer lo que veía. ¿Cómo esa esposa sumisa suya se convirtió en una jefa a quien mucha gente veneraba? Pronto, empezó a molestarla de nuevo. Esto no le cayó nada bien a Selena. Cuando él la arrinconó un día, ella le espetó. "¿Estás loco, Kenneth?". Su inesperada respuesta la dejó atónita. "Sí, estoy loco. Casémonos de nuevo. Deberíamos tener un hijo juntos y fusionar nuestros imperios. Cuando yo muera, todas mis riquezas serán tuyas".
"El amor te encuentra en los lugares más extraños". El matrimonio no estaba en la agenda de Marcus. Disfrutaba de la vida como el soltero más codiciado hasta que su familia comenzó a presionarlo. Después de un tiempo, no tuvo más remedio que casarse con una mujer que ni siquiera conocía. Su amigo bromeó: "¡Eres un cabrón con suerte! Tu esposa debe ser hermosa". Cuando Marcus pensó en la mujer que dormía con una máscara en su cama, le hirvió la sangre. ¿Su esposa era hermosa? ¡Bah! "Será mejor que pares. ¡Una palabra más y la haré tuya!", él maldijo. Marcus pensó que iba a ser un hombre casado miserable. Sin embargo, se llevó una sorpresa cuando su vida matrimonial resultó ser exactamente lo contrario. La curiosidad mató a quienes lo rodeaban después de un tiempo. Su amigo volvió a preguntar: "Sé que no te gusta hablar de tu esposa. Pero, ¿puedes describirme cómo es exactamente? ¿Por qué siempre lleva una máscara?". Esta vez, los labios de Marcus se curvaron en una sonrisa. "Mi amada es hermosa y adorable. Baja la mirada cada vez que la veas. Si te pillo mirándola, te haré quedar ciego". Todos se quedaron boquiabiertos cuando escucharon eso. Lo miraron como si estuviera loco. Un día, la esposa de Marcus de repente hizo su maleta y declaró: "Ya no puedo hacer esto. Ya tuve suficiente de tu humillación. ¡Por favor, dame el divorcio!". Esas palabras golpearon a Marcus como un rayo inesperado. Cuando vio que ella hablaba muy en serio, la abrazó con ambas manos y le suplicó: "Cariño, por favor no me dejes. Prometo tratarte mejor. Si quieres, puedo darte el mundo entero. ¡Quédate conmigo!". Y así comenzó una nueva etapa para la pareja.
Hanna Müller es una atractiva estudiante de medicina, que tiene a su cargo a su hermana de ocho años Mia, tras la muerte de su madre hace ya dos años, ella es su única familia. Para poder mantenerla a ambas, Hanna, de día, estudia medicina, pero por la noche hace de acompañante en una agencia de hombres millonarios. Dentro de sus normas, está no tener sexo con sus clientes, además ella tiene novio. Por otro lado, Roy William Miller, es el CEO, tras su padre, Norman Miller, retirarse el año anterior, lleva la dirección del Grupo Miller, aunque comparte sus acciones con sus hermanos, entre ellas está su melliza Alian. La razón por la que trasladó a la sede central de Miller en Londres es porque quería estar cerca de su hermana, ya que no se fiaba del marido de ella. Una noche descubre a su cuñado con otra mujer, una atractiva y deseable mujer que despierta su interés, al igual que su irá al descubrir que esa preciosidad es una mujer que se vende por dinero. Cosas suceden al mismo tiempo que lo cambia todo. Lo principal Mia, la hermana de Hanna, sufre un accidente, que necesita de una operación y una rehabilitación muy larga. Sólo le queda aceptar la propuesta del maldito CEO de ser su amante por un año, sin ninguna restricción por su parte, excepto la de enamorarse.
Acusada de asesinato, la madre de Sylvia Todd fue considerada una traidora por toda la manada, condenando a Sylvia a vivir el resto de su vida sola y humillada como una humilde esclava. Lo único que quería la chica era demostrar la inocencia de su madre de alguna manera, pero el destino nunca parecía estar de su lado. A pesar de todo, Sylvia nunca perdió la esperanza. Como el futuro rey licántropo de todos los hombres lobo, Rufus Duncan poseía un gran poder y estatus, pero tenía una inexplicable reputación de ser cruel, sanguinario y despiadado. Sin que todo el mundo lo supiera, había sido maldecido hacía mucho tiempo y se veía obligado a transformarse en un monstruo asesino cada luna llena. Aunque el destino no siempre favorecía a los dos, unió a Sylvia y Rufus como pareja predestinada. ¿Se hará justicia para la madre de Sylvia? ¿Podrán ella y Rufus desafiar todas las normas sociales y permanecer juntos? ¿Tendrán estas dos almas desafortunadas un final feliz?
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