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Jhosha quien se encontraba un momento de su vida donde no tenía motivación alguna, conoce por hechos del destino a una chica de una forma muy peculiar y ella no saldrá de su cabeza hasta que logre volver a encontrar de esta manera comienza su historia
Aun recuerdo esa noche que te conocí, fue de una manera en la cual no creí conocer a nadie pero la vida me dio una sorpresa cuando no estaba en mis mejores momentos, esa noche salía de aquel bar de mala muerte al que solía frecuentar, acababa de salir de una discusión y al salir me tropecé contigo, caíste al suelo, al ayudarte a levantar me fije en tu rostro y tenías una mirada profunda, una mirada de haber sufrido mucho, te levante y te ayude a salir de ese barrio cutre, pensé que ese sería el último día que te vería y solo quería olvidar un par de cosas y enmendar mi tropiezo contigo.
Pasaron los días y no paraba de pensar en ella trataba de olvidar su rostro, pero se me hacia difícil, daba paseos por ese barrio para lograr verla de nuevo, pero para mi suerte no podía encontrarla y no tenía a quién preguntarle por ella, luego de unos días logré verla traté de seguirla para poder hablarle, pero entre tantas personas que se encontraban en la plaza principal no logre alcanzarla.
Me había emocionado por haberla visto no sabia porque ya que creía que nunca volvería a verla, pensé que ella frecuentaba la plaza y empecé a dar paseos por esta para ver si lograba encontrarla esta vez, así pasaron las semanas, yo seguí con mi vida normal me olvide de que podía encontrarla y después de un mes un amigo me hacia una invitación a una fiesta en la playa como nunca acepte ir.
Llego el día y me pasé varias horas pensando en ella no sabia nada pero deseaba volver a verla, al llegar la noche decidí alistarme y tomar el camino hacia la playa, al llegar me encontré con Cris, luego de un par de horas charlando con algunos de mis amigos fui por una cerveza justo cuando estaba por pedir la cerveza logre escuchar por poco la voz de aquella mujer que por tanto había buscado, parece que la suerte me volvería a sonreír y alce la mirada y preciso ella estaba detrás de la barra me olvidé por completo de mis amigos y empecé a dialogar con ella aunque era un poco incómodo ya que ella debía estar atendiendo detrás de la barra de un pequeño bar de esa fiesta.
Luego de un par de cervezas y un par de horas charlando con ella de los pocos descansos que tenía me arme de valor y le pedí su número telefónico, no se negó, pero la note que no estaba muy convencida y puede entenderla debido a que solo me había visto una ves saliendo de un bar que no pinta muy buena fama, pero dejando todo eso a un lado ella se veía increíble, su sonrisa, sus ojos, su cabello. Sin duda alguna ella era la octava maravilla del mundo, pasada la noche luego de tanto charlar con ella no pude saber como se llamaba y tampoco le dije mi nombre pues mis amigos llegaron a interrumpir tan agradable vista que yo tenía, ya era hora de irnos solo pude decirle, te llamaré quiero conocerte más eres una chica muy hermosa.
Transcurridos varios días después de esa fiesta decidí llamarla, no sabía por quién preguntar ya que no conocía su nombre en mis intentos de hablarle siempre me llenaba de pánico y colgaba el teléfono, poco después recibí una llamada de ella, estaba muy nervioso no sabia que decir, ella inició preguntando si era yo el chico con el cual converso toda la noche en la fiesta de la playa, yo aún nervioso y un poco asustado le confirme, empezamos a charlar por teléfono un par de hora logre conocer un poco de ella y de sus gustos.
Pero como siempre no pregunte como se llamaba era algo misterioso pero mágico ya que en cada llamada nos conocíamos un poco, decidí invitarla a una cita y ella acepto quedamos para un 3 de octubre a eso de las 8 de la noche, le dije que la esperaría en el gran parque de la ciudad (claro era el más frecuentado) estaba nervioso llegó la hora de nuestra cita, nuestra primera cita, sin saber que era la primera de muchas. Cuando estaba terminando de alistarme sonó mi teléfono era ella avisándome que ya estaba lista esperando que llegara la hora por su tono de voz la note un poco nerviosa podía entenderla yo también me sentía nervioso era la primera ves que nos veríamos formalmente solo los dos.
Me lance directo rumbo hacia el gran parque me encontraba nervioso no sabia que iba a pasar esa noche o si todo saldría bien al llegar al gran parque de la ciudad espere sentado en una de las bancas que se encontraban alrededor de el, cuando a lo lejos la veo llegar con un vestido de color rojo un poco más abajo de las rodillas y con una sonrisa radiante que mostraba sus nervios y sus ojos, sus ojos que esta vez iluminaban hasta la noche más oscura y su cabello que hacia una perfecta combinación a todo su ser.
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