Kallie era una muda. Su marido la ignoró durante cinco años desde su boda, no solo esto, ella hasta sufrió un aborto por culpa de su cruel suegra. Tras el divorcio, Kallie se enteró de que su exmarido se había prometido rápidamente con la mujer que realmente amaba. Sujetando su vientre ligeramente redondeado, se dio cuenta de que él nunca se había preocupado realmente por ella. Decidida, ella lo dejó atrás, tratándolo como a un extraño. Sin embargo, tras su marcha, ese hombre recorrió el mundo para buscarla. Cuando sus caminos volvieron a cruzarse, Kallie ya había encontrado una nueva felicidad. Por primera vez, él se humilló ante ella y le suplicó: "Por favor, no me dejes...". Pero la respuesta de Kallie fue firme y despectiva, cortando cualquier vínculo entre ellos: "¡Lárgate!".
Era una noche tormentosa, los vientos implacables arrojaban lluvia contra los ventanales.
En la enorme villa, la luz brillaba en solo un dormitorio.
Kallie Cooper estaba recostada contra la cabecera de la cama hojeando un libro, vencida por el sueño.
De repente, se abrió la puerta.
Kallie levantó la mirada con un sobresalto y vio a su esposo, Jake Reeves.
Estaba impecablemente vestido con un elegante traje, pero sus atractivos rasgos se veían estropeados por una mueca de disgusto.
Antes de que ella pudiera hablar, Jake presionó los labios contra los suyos. El olor del alcohol se mezcló con el frescor de la lluvia. La mano fría del hombre se deslizó bajo su falda y presionó firmemente su pierna que se resistía.
Con una voz fuerte y persuasiva, Jake ordenó: "No te muevas".
Kallie dejó de forcejear y el dolor fue en aumento, por lo que emitió ruidos débiles y distorsionados.
Ante sus sonidos, Jake frunció el ceño y puso una mano sobre su boca.
Al verse silenciada, Kallie se aferró al musculoso brazo del hombre con desesperación, como si se anclara en un mar tumultuoso. Estaba abrumada cuando Jake la soltó y fue a la ducha.
Un poco después de que él desapareciera detrás de la puerta del baño, su celular cobró vida en la mesita.
Por inercia, Kallie lo miró y vio un nuevo mensaje en la pantalla. "Jake, lo siento, ¿sí? ¿Puedes dejar de ir con tu esposa muda cada vez que peleamos? De verdad me duele".
La luz en los ojos de Kallie desapareció, ya que se dio cuenta de que nunca dominaría el arte de los regaños juguetones ni de los tiernos agravios compartidos en susurros en el silencio de la noche.
Debido a una enfermedad infantil, Kallie se quedó sin voz, por lo que no podía hablar. Solo producía sonidos fragmentados, que incluso su propio esposo encontraba insoportables de escuchar.
A través del vidrio esmerilado de la ventana del baño, Kallie podía ver la alta figura de Jake, así que apartó la mirada a toda prisa.
Jake se estaba secando descuidadamente su cabello húmedo y la miraba con desdén. "¿Has revisado mi celular?", preguntó.
Kallie se tensó y sacudió la cabeza con rapidez para negarlo. Quería aclarar que había sido una mirada accidental.
Pero Jake ya no tenía paciencia. "No vuelvas a tocar mi celular", declaró fríamente.
Kallie forzó una sonrisa y se mordió el labio mientras asentía. El amor de Jake no era suyo, así que no podía reclamarlo. Su matrimonio había sido arreglado por el abuelo de este último. Jake había declarado sin vacilar que solo se casó con ella porque era la hija adoptiva de la familia Reeves y no quería desafiar los deseos de su abuelo.
Durante cinco años, Kallie nunca se había excedido. Estaba completamente al tanto de los asuntos de su esposo, pero no decía nada por temor a que él la encontrara molesta.
Tras respirar profundamente, ella hizo un gesto para indicarle que iba a servirle un vaso de leche. Sin el valor para enfrentar la mirada indiferente del hombre, salió apresuradamente de la habitación.
Detrás de ella, Jake agarró su celular y borró el mensaje sin siquiera leer su contenido.
Al día siguiente, Kallie se levantó temprano.
Jake era conocido por sus exigentes hábitos alimenticios, así que tenía un estómago delicado.
Durante años, ella había preparado meticulosamente su desayuno todas las mañanas.
Mientras Jake bajaba las escaleras, lo primero que vio fue a Kallie, que iba y venía por la cocina.
Los cordones de su delantal acentuaban su esbelta cintura, mientras que en su cuello aún se veían leves chupetones de la noche anterior. Kallie era el epítome de la gentileza, siempre serena y evitando hacer ruido. Sin duda, era una esposa ejemplar.
Un sutil ablandamiento se apoderó del rostro habitualmente impasible de Jake. "Deja de preparar, vamos a desayunar juntos", declaró para romper el silencio.
Kallie, con mucho entusiasmo, asintió vigorosamente para demostrar su gratitud. Luego, se quitó el delantal y se sentó a su lado, más cerca que nunca.
Jake le entregó un sándwich, que Kallie aceptó con una sonrisa cautelosa y agradecida.
Con tono despreocupado, él comentó: "Mañana es la fiesta por los cien días del bebé de mi hermano. Deberías acompañarme".
Kallie estaba tan asombrada que a punto estuvo de dejar escapar su sándwich. Jake rara vez la invitaba a eventos públicos, pero ahora le pedía que se uniera a él para esa ocasión. Sus ojos parpadearon vacilantes y conflictuados.
Un rastro de renuencia cruzó su expresión, pero Jake no lo notó.
Con indiferencia, él agregó: "Le pediré a mi asistente que mañana te dé ropa y te recoja al mediodía".
Kallie no tuvo más opción que aceptar.
La familia Reeves tenía mucha influencia en Arcpool, y Dean Reeves, el hijo mayor, estaba celebrando los cien días del nacimiento de su primogénito con un lujoso evento.
Había reservado un hotel de primer nivel para la ocasión, que ahora bullía de emoción.
Kallie se veía radiante, vestida con un vestido beige que complementaba con un maquillaje sutil. Sus elegantes rasgos y ojos brillantes la convirtieron en el centro de atención.
Pero las miradas que recibió eran críticas, no admirativas.
"¡Es tan afortunada! Nació sin poder hablar, pero se casó con un excelente hombre. ¿Por qué no puedo tener su suerte? ¿Es porque puedo hablar?".
"¿Y de qué te sirve hablar? ¿Puedes despertar tanta simpatía como ella?".
"¿Qué insinúas?".
"Recuerda que aparentaba ser tan lamentable que Roderick Reeves la acogió como su hija adoptiva y la casó con Jake. ¡Qué lástima!".
"La gente dice que es suerte, pero todo está calculado. ¡Tendrías que aprender de ella!".
Kallie protestó para sus adentros, queriendo argumentar que Roderick solo le tenía simpatía. Pero sabía que su refutación silenciosa caería en oídos sordos.
"¡Ahí estás, Kallie! Te estábamos esperando".
A veces el amor aparece de la manera más inesperada y en la forma de la persona menos pensada. Para Daniel, la vida a sus 40 años es una rutina entre sus tres hijos y su cargo de CEO de la empresa familiar. El fallecimiento de su esposa lo deja inmerso en la tristeza; creando, con el correr de los años, una coraza fría a su alrededor. Deanna tiene una vida normal, trabaja medio tiempo y estudia en la Universidad de Artes porque quiere lograr su sueño: cantar en la ópera. Solo le falta un año para terminar su carrera cuando su amigo Harry le pide ayuda desesperado. Una antigua regla familiar le impide casarse con su novia, la cual está embarazada. Para hacerlo, Daniel, su hermano, debe casarse primero. Para ayudarlo con su problema Daniel y Deanna acceden a fingir una relación y un matrimonio. Son tan opuestos que la atracción es inevitable. Él encuentra en ella la calidez que faltaba en su vida y Deanna el amor luego de una ruptura desastrosa. Finalmente, Daniel puede volver a tener una familia. Pero hay muchos intereses ocultos que buscan separarlos y alejarlos. El viaje es difícil, deben enfrentarse no solo a terceros que les complicaran las cosas, sino también a sus propios miedos e inseguridades. No es sencillo equilibrar 15 años de diferencia. Pero el corazón tiene razones que la misma razón nunca entenderá.
Es increíble lo que puede pasar cambiar el curso de tu vida con una decisión... Una decisión que a Susana la llevó a experimentar una noche alocada, que no fue más que él inicio de una vorágine de sentimientos y dudas. Cuando la vida le sonríe por primera vez, espectros del pasado regresan para hacer tambalear lo que tanto le costó construir, ¿Será Susana capaz de afrontar su pasado y salir victoriosa?
Mi nombre es Alicia, y solo tres palabras han podido definirme durante toda mi vida: adicta al placer. Sí, soy una jodida ninfómana y no temo a decirlo. He vivido cientos de aventuras y he cumplido todas y cada una de mis fantasías más retorcidas, esas que nadie se atrevería a contar en voz alta. Nadie excepto yo. ¿Te atreves a descubrirlas? Eso sí, te advierto que necesitarás dos cosas: lo primero, una mente muy abierta y, lo segundo, un par de bragas limpias...
Durante tres arduos años, Emily se esforzó por ser la esposa perfecta de Braiden, pero él todavía se mantenía distante con ella. Cuando él le pidió el divorcio por otra mujer, Emily desapareció. Sin embargo, cuando reapareció más tarde, se convirtió en su última fantasía. Despidiendo a su ex con una sonrisa burlona, ella le desafió: "¿Te interesa una colaboración? ¿Quién te crees que eres?". Los hombres no le servían para nada; Emily prefería la independencia. Mientras Braiden la cortejaba sin descanso, descubrió las identidades secretas de Emily: hacker de alto nivel, chef, médica, talladora de jade, corredora clandestina... Cada descubrimiento aumentaba el desconcierto de Braiden. ¿Por qué los conocimientos de Emily parecían ilimitados? El mensaje de Emily era claro: destacaba en todos los aspectos.
La felicidad era como un espejismo para Rocío Ouyang, cuando más se acercaba a la felicidad, más se alejaba. Ella acababa de casarse con Edward Mu, pero en su noche de boda todo se derrumbó. Dejando a Rocío embarazada, Edward la abandonó en su noche de boda. Pasados unos años, Rocío renació por completo, cambiando totalmente su personalidad, convertiéndose en la única coronel del ejército. En este momento Rocío comenzó a reflexionar varias preguntas que eran misterios para ella: ¿Por qué los padres de Edward estaban actuando de manera tan extraña? ¿Por qué su padre la odiaba? ¿Y quién estaba tratando de dañar su reputación en el ejército que ella había trabajado tan duro para construir? ¿Y por qué sigues leyendo la sinopsis? ¿Por qué no abres el libro y descúbrelo tú mismo?
Acusada de asesinato, la madre de Sylvia Todd fue considerada una traidora por toda la manada, condenando a Sylvia a vivir el resto de su vida sola y humillada como una humilde esclava. Lo único que quería la chica era demostrar la inocencia de su madre de alguna manera, pero el destino nunca parecía estar de su lado. A pesar de todo, Sylvia nunca perdió la esperanza. Como el futuro rey licántropo de todos los hombres lobo, Rufus Duncan poseía un gran poder y estatus, pero tenía una inexplicable reputación de ser cruel, sanguinario y despiadado. Sin que todo el mundo lo supiera, había sido maldecido hacía mucho tiempo y se veía obligado a transformarse en un monstruo asesino cada luna llena. Aunque el destino no siempre favorecía a los dos, unió a Sylvia y Rufus como pareja predestinada. ¿Se hará justicia para la madre de Sylvia? ¿Podrán ella y Rufus desafiar todas las normas sociales y permanecer juntos? ¿Tendrán estas dos almas desafortunadas un final feliz?