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Después del divorcio, Hannah vuelve a su país de origen para mudarse con sus padres y buscar un nuevo trabajo que le permita independizarse y cuidar de su hija, Alisson, quien es inusualmente perspicaz e inteligente para su edad. Con la ayuda de un viejo amigo, consigue una entrevista para ser la asistente del prominente Andrew Cook, un reputado CEO en el campo de la ingeniería de software que es conocido por ser frío, distante y sin debilidades. Nerviosa y en compañía de su hija, porque sus padres no pudieron cuidarla ese día, Hannah llega a la entrevista con todas sus esperanzas puestas en ello; sin embargo, cuando la traviesa Alisson se pierde y choca con un desconocido, las debilidades de Andrew aflorarán, y los destinos de la pareja quedarán enlazados en un mar de peligros, traición y un secreto que se niega a salir a la luz.
-¡Andrew, escúchame, esto no puede seguir así! ¿De verdad crees que es normal? ¿No te has puesto a pensar cómo han cambiado las cosas estos meses entre nosotros?
Andrew, al volante de su auto, resopló frustrado y le restó importancia al asunto. A su lado, en el asiento del acompañante, la mujer que habló chascó con la lengua. Ella tenía la cara enrojecida y los ojos vidriosos, parecía consternada.
-No es nada del otro mundo, cariño, quizá solo se comporta así porque piensa que será desplazada de alguna manera. ¿No te has puesto a pensar en eso, en sus sentimientos? No todo gira en torno a ti, ¿recuerdas? Ni tú ni yo somos el centro del mundo.
Iban por una carretera rápida a las afueras, conocida porque muchos vehículos de carga traían mercancía a la ciudad o la llevaban a distintos lugares del país y de otros países, por lo que Andrew intentó mantenerse concentrado en el camino.
Pero aquella mujer no estaba de acuerdo.
-¡No, maldición! ¡¿Por qué nunca me escuchas?! ¡¿Qué te pasa?! ¡Tú no eras así! ¿Por qué últimamente parece que no te importo?
El varón frunció el ceño y la miró. Un atisbo de ira chispeaba en la profundidad de sus ojos, lo que alertó a la mujer, indicándole que quizá había ido demasiado lejos con sus palabras.
-¿De qué demonios hablas? ¿Qué no me importas? ¡¿Acaso te volviste loca?!
Por primera vez, él alzó la voz, y ella se sobresaltó tanto que lo vio con los ojos bien abiertos; pero no estaba dispuesta a ceder, no una vez llegados a este punto.
-¡Pues sí, maldita sea, quizá me volví loca! ¡Estoy cansada de esto! ¡Todo lo que haces es trabajar, actúas con indiferencia e ignoras lo que te digo! ¡Mírate! ¡Hoy es el primer día en mucho tiempo que podemos salir, y te comportas como si yo no te importara! ¡¿Qué demonios te pasa a ti, Andrew?!
El corazón de la mujer latía desbocado, en tanto la furia de su sentir reprimido por semanas bullía desde dentro como una aplanadora. Ella jadeaba y tenía los ojos inyectados en sangre, pero no hizo más que provocar a la bestia.
-¡Ya cállate, maldición! ¡¿Crees que está siendo fácil para mí?! -Él quitó su vista del camino y se fijó en ella-. ¡He pasado todos estos días partiéndome el lomo porque la empresa lo está pasando mal, así que perdón, pero no quiero que envejezcamos en la miseria!
-¡No me importa el dinero, Andrew! ¿No soy yo más importante que eso?
En ese momento, los ojos de aquella muchacha se llenaron de ardientes lágrimas, un retrato compungido de miles de emociones que llevaban semanas retenidas en su interior por mera consideración a su amado.
Andrew quiso decir algo; sin embargo, cuando apenas abría la boca, vio un vehículo grande aparecer a un costado a toda velocidad, y apenas tuvo tiempo de abrir de más los ojos cuando un golpazo sacudió el auto, enviándolo hacia el guardarriel, y de ahí a dar vueltas por el aire hasta estrellarse al otro lado de la carretera.
Lo siguiente solo fue miedo, terror, y una pregunta que flotó en su mente.
«¿Otra vez?».
¿Otra vez?
Luke, Príncipe de los Veneto, regresa de su auto exilio para acabar con la maldición que puso en él su padre, Malcom, y que lo mantiene alejado de Blaise, a quien ha estado unido desde el momento de su nacimiento. No obstante, en medio de un mundo reconstruido tras una Gran Guerra, la sombra de la traición se cierne sobre este clan cegado por la lujuria del estatus, el poder y el dinero, y amenaza su estabilidad. Cuando Blaise es asignado como su guardián, Luke, un nigromante consumado, se valdrá de su magia para romper los grilletes que los separan, y descubrir la verdad tras la muerte de su madre y los continuos ataques a los que son sometidos.
El día de su boda, Khloe fue inculpada de un delito que no había cometido por su hermana y su novio. Fue condenada a tres años de prisión, donde soportó mucho sufrimiento. Cuando finalmente liberaron a Khloe, su malvada hermana utilizó a su madre para obligarla a mantener una relación indecente con un anciano. El destino quiso que Khloe se cruzara en su camino con Henrik, un elegante y despiadado mafioso, así cambió el curso de su vida. A pesar de su frialdad, Henrik quería a Khloe como nadie. La ayudó a vengarse de sus enemigos y evitó que volviera a sufrir acoso.
Un repentino giro del destino conectó a Helena con una persona prominente e influyente. A los ojos de los demás, parecía una tonta ingenua. En realidad, era una especialista de alto nivel, envuelta en capas de identidades ocultas. Charlie declaró: "Es bastante delicada y se hiere con facilidad. Si la traicionas, me traicionas a mí". Las familias de élite, vencidas por la destreza de Helena, le ocultaron estas verdades. Helena finalmente se liberó del control de Charlie, quien empezó a perseguirla en todo el mundo. Para él, ella era un pájaro de alas deslumbrantes, y su objetivo era ayudarla a alcanzar nuevas alturas.
Kallie era una muda. Su marido la ignoró durante cinco años desde su boda, no solo esto, ella hasta sufrió un aborto por culpa de su cruel suegra. Tras el divorcio, Kallie se enteró de que su exmarido se había prometido rápidamente con la mujer que realmente amaba. Sujetando su vientre ligeramente redondeado, se dio cuenta de que él nunca se había preocupado realmente por ella. Decidida, ella lo dejó atrás, tratándolo como a un extraño. Sin embargo, tras su marcha, ese hombre recorrió el mundo para buscarla. Cuando sus caminos volvieron a cruzarse, Kallie ya había encontrado una nueva felicidad. Por primera vez, él se humilló ante ella y le suplicó: "Por favor, no me dejes...". Pero la respuesta de Kallie fue firme y despectiva, cortando cualquier vínculo entre ellos: "¡Lárgate!".
Riven Adams es fuerte, confiado, amoroso y feroz. Todo lo que una Luna debería ser. Zaden King es fuerte, peligroso y despiadado. Todo lo que un Alfa debería ser. "No juegues con fuego mi amor. Seguro que te quemas". Sabía que sus palabras pretendían ser amenazantes, pero lo tomé como un desafío. Me di la vuelta y pasé mis dedos por su suave cabello, lo jalé hasta el nivel de mis ojos, nuestras caras estaban demasiado cerca, podía sentir su aliento y su intensa mirada en mis labios. "No puedes quemarte si tienes el poder de todo un océano".
Después de tres años de matrimonio, Becky finalmente se divorció de su esposo, Rory Casper, quien nunca la había amado. Solo tenía ojos para una mujer, y esa mujer no era otra que su cuñada, Babette. Un día, ocurrió un accidente y Becky fue acusada de ser la culpable del aborto de Babette. Toda la familia se negó a escuchar su explicación. Rory incluso la obligó a elegir entre arrodillarse frente a Babette para disculparse y divorciarse. Para sorpresa de todos, Becky optó por lo último. Después del divorcio, los Casper descubrieron que la mujer que consideraban viciosa y materialista era en realidad la heredera de una familia súper rica. Rory, mientras tanto, se dio cuenta de que su exesposa era realmente encantadora, hermosa y confiada, en una palabra, se enamoró perdidamente de ella. Pero ya era demasiado tarde, ella ya no lo amaba... Frente a la apasionada conquista de su exmarido, ¿lo aceptaría Becky? ¿O habría otro hombre que se adelantaría a ganarse el corazón de Becky?
Kimberly Holden volvió a su vida anterior. Antes, ella fue defraudada por su esposo infiel, acusada falsamente por una mujer vil y acosada por su familia política, ¡lo que llevó a su familia a la bancarrota y ella misma se volvió loca! Al final, embarazada de nueve meses, murió en un accidente de auto, mientras que los culpables se hicieron ricos y llevaban una vida feliz. Ante la segunda oportunidad que le regaló el destino, Kimberly estaba decidida a vengarse. ¡Que todos sus enemigos se vayan al infierno! Ella se deshizo del hombre infiel y su amante, reconstruyó la gloria de su propia familia sin ayuda de nadie, llevando a la familia Holden a la cima del mundo de negocios. Sin embargo, no esperaba que el hombre frío e inalcanzable de su vida anterior tomó la iniciativa para cortejarla: "Kimberly , no tuve la oportunidad en tu primer matrimonio, el segundo siempre será mi turno, ¿verdad?".