/0/15939/coverbig.jpg?v=d0034698c067a647205510ee9e7a199c)
William, que era pobre e impotente, se casó con Felicity, la mujer más hermosa de esta ciudad. Por lo tanto, fue considerado como un marido inútil. El día que Felicity se divorció de él, William recibió una llamada inesperada informándole de la muerte de su abuelo. El abuelo de William había dejado un libro de leyendas de talentosas habilidades médicas y las mejores artes marciales, que atrajo a un sinfín de asesinos. Para conservar el libro, había sido torturado cruelmente hasta la muerte. Según el testamento de su abuelo, William tuvo que cumplir dos condiciones casi imposibles antes de vengarlo. Uno de ellos era ganar cien mil millones de dólares. En el camino para ganar cien mil millones, William se reencuentra con su amada, Felicity. De esta manera, mostró sus talentosas habilidades médicas, recuperó el respeto y el afecto de Felicity y comenzó su vida de leyenda.
-Firma este acuerdo de divorcio y ve mañana a la Oficina de Asuntos Civiles con Felicity.
William Lu levantó la mirada y vio que su suegra, Rebecca Zhang, le ponía dos hojas de papel en frente, disgustada. Una hermosa mujer de rostro pálido estaba detrás de ella.
Era la esposa de William, Felicity Bai. Todos los habitantes de Qing sabían quién era. Su belleza era excepcional, pero se había casado con un hombre inferior y de clase baja. Todos los habitantes de Qing sabían que su esposo era un fracasado.
Al ver que la expresión de Felicity era fría como el hielo, a William le dolió el pecho. Las manos le temblaron cuando recogió los papeles de divorcio. El día estaba llegando, después de todo.
Cuando Felicity vio a William tomar los papeles, giró el rostro para esconder lo molesta que estaba. Se había dado por vencida con su esposo, que la había estado protegiendo durante los últimos diez años.
«¡William, todavía lo recuerdo! Hace diez años, en una noche nevada... Estabas vestido con harapos y sostenías un palo de madera. No me conocías, pero por protegerme a mí, recibiste mordidas de perros callejeros por todo el cuerpo; aun así, te negabas a rendirte. Usaste el palo como espada, ¡y te convertiste en mi caballero de brillante armadura! Desde ese momento, te he admirado mucho. Eres un héroe para mí. Todavía recuerdo tu valentía. ¿Y tú?
En los últimos años, has perdido todo el entusiasmo y la valentía... Mírate ahora. Siempre hablas en voz baja. Incluso si te pego o te regaño, te niegas a pelear para defenderte. ¿Sigues siendo un verdadero hombre?
Detesto verte de esta forma... Te he esperado durante diez años, pero también me has defraudado durante diez años. Si tan solo te hubieras decidido y te hubieras opuesto a firmar estos papeles de divorcio. En ese caso, ¡me habría entregado a ti por el resto de mi vida! Lamentablemente, no lo hiciste... Ni siquiera tuviste la valentía para quedarte con tu esposa.
Quizás acabar con esto de una vez sea lo mejor...».
Al pensar en eso, Felicity ya no pudo contener las lágrimas y se giró para irse. Rebecca, en cambio, miró a William con disgusto, pero completamente satisfecha.
Diez años atrás, su ingenua hija había salvado a un niño sin techo y había insistido para que se quedara en la casa. El niño estuvo viviendo en su casa desde ese momento, por diez años. Su hija, incluso, hacía todo lo posible para que el chico obtuviera la aprobación de todos. Y, tres años atrás, se terminó casando con él.
La noticia causó sensación en toda la ciudad de Qing. La familia Bai, que antes muchos admiraban debido a la belleza de Felicity, se había convertido en un hazmerreír por culpa de todo este asunto. Después de eso, la familia no volvió a recuperar su reputación. La diosa de la ciudad se había casado con un inútil que no tenía un centavo. La broma había estado circulando en Qing por tres años.
Ahora, su hija al fin entendía.
Si se divorciaba de este tipo, esa belleza incomparable que tenía le permitiría comenzar una nueva vida en Qing.
Fernando Lin, que hacía tiempo intentaba conquistar a Felicity, parecía ser un buen candidato. Venía de una familia rica y poderosa. Además, no hacía mucho, la familia Bai se había puesto en contacto con la familia Lin porque justo habían necesitado su ayuda con algo.
Je, je...
-¡Firma! Mi hija tiene una cita con Fernando Lin mañana -dijo Rebecca para insultar a William, que estaba inmóvil.
William suspiró y guardó los papeles. Muy serio, dijo:
-Dame solo un momento; estaba haciendo sopa para Felicity.
Rebecca miró a William con desdén. Durante los últimos diez años, este tipo estaba siempre con cara amargada, como si no tomara en serio a la familia Bai. Felicity era la única que podía hacerlo sonreír.
-¡Quién te crees que eres! ¡Más te vale firmarlo! -exigió Rebecca una vez más y luego salió de la cocina.
Después de que se fueran, una sonrisa amarga apareció de repente en el rostro de William y los ojos se le llenaron de lágrimas. Cuando bajó la vista hacia la olla de sopa burbujeante, le empezaron a arder.
«Felicity, ¿sabes por qué no he peleado para defenderme en todos estos años? Porque estás enferma. Tu cuerpo está débil, así que no puedo provocarte. Al final de cada mes, siempre te enfermabas; cada vez era insoportable para ti. Así que no hubiera soportado causarte aún más dolor...
Si no fuera porque he estado agregando hierbas medicinales a esta olla de sopa cada mes, no habrías durado más de quince años... Solo un año más y te habrías terminado de recuperar. Es una lástima, solo un año... ¿Por qué no me puedes dar un año más? ¿De verdad estás tan decepcionada de mí? ¡Aún no sabes cuál es mi verdadera identidad!
Por esa sola oración, porque dijiste que necesitabas compañía, ¡me quedé a tu lado diez años!».
Al pensar en eso, William sintió un fuerte dolor en el pecho. Pero, en este momento, sonó su teléfono celular. Con el ceño ligeramente fruncido, atendió. Era un número de teléfono que no había aparecido en diez años. ¿Acaso su familia...?
-¿Hola? -respondió William de inmediato.
Del otro lado del teléfono, sonó la voz afligida de una persona mayor:
-Joven amo, el viejo amo falleció anoche...
Aquellas palabras dejaron helado a William, como si acabara de oír un fuerte trueno.
«El abuelo. Falleció...», pensó William, con un gran dolor en el corazón.
William había nacido en una familia aristocrática, famosa por sus habilidades medicinales. Era la familia Lu, del norte. Sus padres murieron cuando era pequeño. Los demás miembros de la familia lo habían envidiado y odiado desde niño por su talento.
Su abuelo era el único que lo quería; lo adoraba. Pero, al final, para que estuviera a salvo por el resto de su vida, su abuelo fingió la muerte de William y lo envió lejos de esa familia tóxica. Quería protegerlo de las políticas dañinas y las malas intenciones de la familia. Fue también en esa primera noche en la que vagaba por la calle que conoció a Felicity, la chica que lo tenía en el corazón desde hacía tanto tiempo.
-Joven amo, el viejo amo le ha estado prestando atención en silencio todos estos años. También ha estado trabajando para que usted pueda ser poderoso. Además, hay una carta que quiere que usted tenga. Pasaré a buscarlo ahora -dijo el hombre en el teléfono, con voz ahogada.
William aceptó. Después de colgar el teléfono, se dejó caer sobre el suelo y se sentó.
«El hombre que solía cargarme en el hombro y que me pinchaba el rostro con la barba cuando era pequeño... El que se escabullía en mi habitación en medio de la noche, me enseñaba habilidades medicinales y me golpeaba despacio la cabeza para despertarme si me dormía... El abuelo ya no está...».
William no se había dado cuenta de que el rostro se le había llenado de lágrimas. Fue solo cuando el humo espeso y el olor a comida quemada lo invadieron que William regresó su atención a lo que estaba haciendo.
«¡Ay no, la sopa!».
William se levantó rápidamente, pero ya era demasiado tarde. Rebecca ya estaba entrando de nuevo y, mientras se tapaba la nariz, le gritó:
-¡Mier*a! ¿Estás loco? ¿Planeas incendiar la casa para vengarte de la familia Bai? ¿Por qué tienes tanta maldad en el corazón? ¡Felicity debe haber estado ciega para casarse contigo! ¡Firma el acuerdo de divorcio ya mismo! ¡No puedo esperar ni un segundo más!
Detrás de Rebecca, Felicity miraba la escena con tristeza en los ojos, pero no dijo nada.
«William, no sabía que tú también podías derramar lágrimas... ¿Estás llorando porque lo nuestro ha llegado a su fin? Lamentablemente, llorar no sirve de nada. Han pasado diez años. ¿Comprendes acaso cuáles son mis sentimientos y mis intenciones?
Lo que necesito que hagas por mí, no es derramar lágrimas de cobardía y de impotencia. Lo que necesito de ti es que tengas la valentía y la voluntad para vivir por mí. Si te atrevieras a vivir por mí, yo me atrevería a morir por ti...
No lo entiendes...».
William estaba perdido en sus propios pensamientos. El dolor de la pérdida, las palabras hirientes. eran como un puñal al corazón. De repente, se dio cuenta de algo. Su mirada se volvió severa. Levantó el rostro y miró a Rebecca y Felicity. Una de ellas era arrogante y despiadada. Y la otra era ahora fría como el hielo. ¡Luego de diez años de ternura, ahora solo había desesperación!
«¡No me importa esta familia! Espero que no se arrepientan. Mi abuelo era el único en el mundo que me quería y que me valoraba. No necesito ni la empatía ni la compasión de personas así. A partir de ahora, ¡seguiré adelante yo solo!».
Con esto en mente, William se puso rápido de pie, tomó los papeles de divorcio que estaban sobre la mesa y los firmó. Después de firmarlos, volvió a mirar a Felicity y salió de la cocina sin detenerse.
Su mirada sorprendió a Felicity. La expresión en sus ojos... Fría y arrogante. Parecía un lobo solitario; herido, pero obstinado. Cuando lo vio marcharse así de rápido, Felicity pensó que estaba alucinando. Se veía como si la indiferencia en los ojos de ella le hubiera atravesado el cuerpo como flechas y lo hubiera dejado cubierto de sangre. Como si cada paso que daba le doliera y le provocara una angustia inmensa. Su mirada; su silueta. Se veía exactamente igual que hacía diez años, cuando la rescató y luego solo se dio vuelta para marcharse. Pero esta vez no era su cuerpo el que estaba lastimado, sino su corazón...
Pensar en eso hizo que a Felicity se le cayeran las lágrimas, así que corrió hacia la puerta. Cuando Rebecca vio que Felicity corría a buscar a William arrepentida, maldijo en voz alta y fue detrás su hija, furiosa.
Felicity lo vio en la puerta; un William frío y arrogante. Parecía estar esperando algo... ¿Estaba esperado que ella lo convenciera de quedarse? Quería acercarse a él, pero se sintió desalentada de repente. Luego de haber dado un paso hacia él, volvió a retroceder. ¿De qué serviría pedirle que se quedara?
«Será mejor cortar nuestra relación que seguir odiándonos. De ahora en adelante, ya no vamos a estar juntos. Y vamos a ser felices al fin...», pensó Felicity.
Rebecca corrió hacia ellos y empezó a regañar a William:
-¡Eres tan arrogante! ¿Cómo te atreves a tratarnos de esta forma? Por tantos años, te dimos de comer y de beber. Hasta un perro estaría agradecido de que nuestra familia le diera de comer. Ni siquiera cuando os casasteis nos diste nada, ni un regalo de bodas, y mi hija no dijo nada. ¿Cómo te atreves a armar este escándalo en frente de mí?
Al ver que su madre seguía sin darse por vencida, Felicity se apresuró a tratar de disuadirla. Pero Rebecca solo hizo una mueca de desdén y dijo:
-Felicity, ¿todavía no te das cuenta de la clase de persona que es? ¿En serio creíste que se iba a ir? Es un miserable que no tiene un centavo. ¿A dónde va a ir? Actúa así a propósito para que le tengas lástima. ¡Hace mucho que vi cómo es en realidad!
Felicity no soportaba ver que William estuviera siendo humillado y que aun así siguiera sin defenderse a sí mismo. Con voz entrecortada, dijo:
-Mamá, basta. Sabes que no tiene dinero. Lo mejor para nosotros será separarnos en buenos términos. ¿Tienes dinero en el bolsillo? ¿Podrías darle algo...?
Rebecca se sintió satisfecha al ver a William tan callado y con los ojos rojos.
-Diez años. Después de diez años de aguantar esto, ¡al fin se acabó! Voy a dejar que este tipo se muera de hambre en la calle, sin dinero. Que se dé cuenta de que si no fuera por nosotras y por el resto de la familia Bai, estaría peor que un perro callejero.
Al ver que Rebecca se negaba a ayudar a William una última vez, Felicity suspiró y se dio vuelta para ir por el dinero. La mirada de Rebecca se volvió severa de repente. Se apresuró a tirar del brazo de Felicity para detenerla. A lo lejos, vio una mancha negra acercarse despacio.
-Felicity, mira, ¿es un Rolls-Royce Phantom? Es la primera vez que veo uno. ¡Es tan hermoso! Me pregunto de qué hombre rico será. Si te subieras a ese auto, sería la combinación perfecta: una joven hermosa dentro de un automóvil lujoso. Este es el tipo de vida que deberías tener, ¿entiendes?
Sin embargo, Felicity tenía la mirada puesta en William. Ni siquiera se fijó en el lujoso vehículo.
De repente, Rebecca soltó un grito. ¡El Rolls-Royce había estacionado frente a la puerta! El entusiasmo de Rebecca aumentó de inmediato.
-¡Ya sé! ¡Debe ser Fernando, que viene a buscarte para llevarte a una cena a la luz de las velas! Hoy le dije que te ibas a divorciar de este inútil. Debe estar muy feliz. No sabía que su familia fuera tan rica. Felicity, ¡pronto tendrás una buena vida!
Al escuchar esto, Felicity hizo una mueca de desaprobación. Su madre estaba yendo demasiado lejos. William seguía ahí. ¡Había dicho todo eso a propósito para avergonzarlo!
Rebecca resopló cuando notó que Felicity estaba mirando a William. Sacó un montón de billetes y se los dio a William en la mano.
-¡Maldita sea! ¡Voy a imaginar que pisé mier*a y perdí mil yuanes! ¡Hubiera preferido darle el dinero a un mendigo que dárselo a él! ¡Al menos un mendigo estaría agradecido! ¡Ya vete! ¿Me escuchas? Mi hija tiene una cita con su nuevo novio.
Un conductor con guantes blancos esperaba junto al auto. Abrió la puerta y saludó a William con una reverencia respetuosa.
Al ver ese gesto, Rebecca empujó a Felicity hacia el auto, entusiasmada, y la instó a que se diera prisa.
Por otro lado, la mano de William estaba con los mil yuanes en la mano. Hizo una mueca, incrédulo.
«Dinero...», pensó. «Todo se trata siempre de dinero. Y todo el mundo se la pasa sufriendo por dinero. ¡El dinero no significa nada! ¡Tengo todo el dinero que necesito! ¡Tengo poder suficiente para conquistar el mundo si quisiera! ¡Pero no quiero ni me importa! Lo único que quiero es a mi abuelo y... Envejecer junto a la persona que amo...».
Con todo esto en mente, William hizo una mueca de desprecio y rompió todos los billetes que tenía en la mano. Los diez billetes flotaron en el aire y los pedazos cayeron al suelo despacio.
Fue hasta el auto. Y, cuando Rebecca estaba a punto de decirle algo, vio algo que la dejó impactada. El conductor se inclinó respetuosamente ante William. Él abrió la puerta y se subió al auto sin mirar atrás.
El amor eterno de Camila por su difunta madre la llevó a hacer cosas que sólo una persona desesperada podría entender. Para salvar la empresa de su madre, aceptó casarse con un hombre que le doblaba la edad. No hay forma de escapar de la miserable verdad, pero el día de la boda se casó con el novio equivocado, que resultó ser el hombre más rico del país. Es como si los Cielos le hubieran dado otra oportunidad y ella no la dejaría escapar. Sin embargo, ¿podrá soportar la tensión cada vez que su falso marido esté cerca de ella? ¿Y si ella se enamora de él? ¿La atrapará? ¿O caería en una situación más complicada? *** El sueño de todo hombre era ver a su novia caminar por el pasillo hacia ellos, sin embargo, el hermoso sueño se convirtió en una pesadilla cuando Terrence encontró a una mujer diferente bajo el velo. Su novia se escapó y él se vio obligado a casarse con un extraño. Para hacerlo todo más complicado, acaba de ser nombrado presidente de la empresa y necesita mantener una buena reputación. Mantener a su novia falsa a su lado es la única opción que le queda. Sin embargo, ¿cómo puede lidiar con su autocontrol cuando la mujer con la que se casó por error es una diosa total de la tentación?
Nadia Castillo realizó su primer cambio a los 18 años. Descubrió que su novio Alonso Pacheco no era su pareja. El padre de Nadia era un Beta de la manada Sangre Roja, y ella había entrenado junto al heredero de la manada, Alonso, desde la infancia, y se enamoraron. Cuando Alonso y Nadia se casaron, él prometió nunca traicionarla. Gracias a sus propios esfuerzos, Nadia se convirtió en una Luna perfecta y manejó la manada de lobos junto a Alonso. Sin embargo, la vida le gana a la película cada vez y, al enfrentar la traición de su marido, Nadia se enfrenta cara a cara con su propia muerte. ¿Pero es realmente la muerte el fin? ¿Cómo luchará Nadia contra los planes de sus enemigos y los malentendidos de Alonso? Se dice que lo que no te mata, te hace más fuerte, y una patada en el trasero es un paso adelante. ¿Conseguirá volver más fuerte?
Shakira fue engañada por sus hermanastras y su madrastra, ¡e incluso por su padre biológico! Le robaron todo, su propiedad, su amor e incluso su hija. Pero justo antes de morir, tuvo la oportunidad de renacer. En su nueva vida, le ofrecieron segundas oportunidades. Y todo se repitió desde el momento en que su madre falleció. La mayor diferencia fue que se casó con el misterioso Wyatt, quien se casó con su hermanastra en la vida anterior. Con el apoyo de Wyatt, Shakira juró recuperar todo lo que le pertenecía.
Charlize se dio cuenta de que su matrimonio vacío de 3 años con Caín era sólo el comienzo de la trama, mientras que ser metida en la cama de un hombre desconocido por su marido es el final. "¿Así que fui arrojada a la cama de otro hombre por mi 'querido' marido?" El hombre puso su mirada profunda en su frágil cuerpo. Ella volvió a sus sentidos, tratando de luchar contra su pecho, pero, esto solo despertó que el hombre hizo más. Charlize hizo una decisión, luego, levantó la mano derecha y la puso alrededor del cuello del guapo alto, pero misterioso. En aquel entonces, nunca esperaba que el hombre que la abrazaba fuera el primo de su marido, el pez gordo que cambiaría su destino.
¡Lin Yan nunca había pensado que su novia pusiera veneno en su copa el día de la boda! ¡Luego su hermano Lin Tianyou lo apuñaló! Justo antes de morir, su sirvienta robó un antídoto para él. Afortunadamente, sobrevivió, pero lo perdió todo, incluida su familia y su poder. En aquel entonces, la sirvienta le dio un colgante secreto de jade, que le había dejado el desaparecido padre de Lin Yan. Lin Yan lo rompió accidentalmente, y después entró en un campo misterioso, descubriendo que era el candidato destinado a heredar el Código Mágico del Dragón. Con la técnica, se mejoró mucho. Más tarde, se encontró de nuevo con su infiel prometida, ¡y la mató con un solo movimiento!
Alexia es una bella dama, se casa con el amor de su vida cuando solo tiene veinte años. Sus esperanzados pensamientos de felices para siempre se convierten en perdición, cuando Cecilia le tiende una trampa, la amante de su esposo. "O te confiesas o me divorcio de ti". Edward dice con calma, sin emoción. "Divorciémonos entonces, estoy cansado de todo esto". Alexia responde.
Hace dos años, Ricky se vio obligado a casarse con Emma para proteger a la mujer que amaba. Desde el punto de vista de Ricky, Emma era despreciable y recurría a artimañas turbias para asegurar su matrimonio. Por eso mantenía una actitud distante y fría hacia ella, reservando su calidez para otra. Sin embargo, Emma amaba a Ricky de todo corazón durante más de diez años. Cuando ella se cansó y consideró la posibilidad de renunciar a sus esfuerzos, Ricky empezó a tener miedo de perderla. Solo cuando Emma estaba muriendo, embarazada, él se dio cuenta de que el amor de su vida siempre había sido Emma.
Rena se acostó con Waylen una noche cuando estaba borracha. Y como ella necesitaba su ayuda mientras él se sentía atraído por su belleza juvenil, lo que se suponía que sería una aventura de una noche se convirtió en algo más. Todo iba bien hasta que Rena descubrió que el corazón de Waylen pertenecía a otra mujer. Cuando esa mujer regresó, dejó de volver a casa, dejándola sola por muchas noches. Finalmente, un día, la pobre chica recibió un cheque y unas palabras de despedida. Para sorpresa de Waylen, Rena solo sonrió y dijo: "Fue divertido mientras estuvimos juntos, Waylen. Pero espero que no nos volvamos a ver nunca más. Que tengas una buena vida". Sin embargo, por voluntad del destino, los dos se volvieron a encontrar. Al ver que Rena tenía a otro hombre a su lado, los ojos de Waylen ardieron de celos y gritó: "¿Cómo diablos lograste seguir adelante? ¡Pensé que solo me amabas a mí!". "¡Es pasado!", Rena se burló, "hay demasiados hombres en este mundo, Waylen. Además, tú fuiste quien pidió la ruptura. Ahora, si quieres salir conmigo, tendrás que hacer cola". Al día siguiente, Rena recibió un anillo de diamantes y un mensaje del banco de que alguien había transferido miles de millones a su cuenta. Waylen apareció, se arrodilló frente a ella y dijo: "¿Puedo saltarme la fila, Rena? Todavía te quiero".
Lucia Meller es mi vida, me enseño amar, me enseñó a adorarla, me mostró el mundo de forma diferente, le di todo lo que la vida me ofrecía, y se ha ido; se llevó mi vida, mi amor, dejándome el corazón y el alma hecha pedazos. Ahora me duele respirar, me duele amar, me duele la vida. La quiero, jamás podré volver amar a alguien como la ame a ella; la quiero de vuelta, la quiero conmigo, a mi lado donde pertenece; pero por más que la busco no la encuentro, es como si la vida me la hubiera arrebatado y eso me duele, ella me enseñó que se puede matar a un hombre, aunque se conserve la vida, sin embargo, me canse, no puedo llorar por alguien que no me quiere amar y aunque duele, hoy después de casi dos años le digo adiós a mi sirena; después de todo soy Gabriel Ziegermman. Un año desde que me aparte de Gabriel y mi vida dio un giro de ciento ochenta grados, amar a ese hombre es lo mejor que me ha pasado en la vida, a él le debo el hecho que hoy esté viva y tener a mi lado a mi mayor tesoro, él me enseñó que lo que se desea con el alma se obtiene, pero también me enseñó que amar duele, que su amor duele, a él le debo el dolor más grande, porque dejo de amarme, no fui suficiente para él, me enseñó que su madre, su exnovia y su destino no están conmigo, y aun así lo quiero de vuelta, sé que sus prioridades cambiaron; yo solo pedía una verdad sin embargo él prefirió engañarme y dejarme.Lo quiero olvidar y lo quiero conmigo, aunque no se lo merezca, pero como hago si amar ese hombre es mi arte. Ahora estoy de vuelta y lo único que quiero es tenerlo a kilómetros de distancia, porque me enseñó que yo también tengo derecho a cambiar mis prioridades. Novela registrada N ISBN 978-958-49-7259-0 Está prohibida su adaptación o distribución sin autorización de su autor. Todos los derechos reservados all rights reserved
Corinne dedicó tres años de su vida a su novio, pero todo fue en vano. Él no la veía más que como una pueblerina y la dejó sola en la boda para estar con su verdadero amor. Tras ser despechada, Corinne recuperó su identidad como nieta del hombre más rico de la ciudad, heredó una fortuna de mil millones de dólares y acabó llegando a lo más alto. Pero su éxito atrajo la envidia de los demás, y la gente trató constantemente de hundirla. El Sr. Hopkins, famoso por su crueldad, la animaba mientras ella se enfrentaba uno a uno a esos alborotadores. "¡Así se hace, cariño!".
Después de que Ellie recuperara su verdadera identidad, se encontró en un inesperado matrimonio con el Sr. Thorpe, un hombre lisiado que era despreciado por todos. Su exnovio infiel aguardaba su arrepentimiento, mientras los demás la miraban con sorna. Sin embargo, para Ellie, su aclamado bar no era más que un proyecto secundario. Su vasta colección de joyas parecía trivial. Los mejores diseñadores estaban a su disposición. Poseía autos de lujo, grandes mansiones e incluso islas privadas. Tenía el poder de ganar prestigiosos premios y vengarse de su infiel ex y de la amante descarada de este. No obstante, para los extraños, su vida parecía aburrida, ensombrecida por la discapacidad de su marido. Un día, el Sr. Thorpe se levantó de su silla de ruedas, incapaz de mantener la fachada por más tiempo. "Ya no puedo seguir fingiendo. Mi mujer es demasiado extraordinaria", declaró. Ellie, con las manos en la cintura y los dientes apretados, se enfrentó a él: "¿Y el divorcio que prometiste?". Tocándole suavemente el vientre ligeramente abultado, el Sr. Thorpe respondió en voz baja: "¡En tus sueños!".
Kaelyn dedicó tres años a cuidar de su esposo tras un terrible accidente. Pero una vez recuperado del todo, él la dejó de lado y trajo a su primer amor del extranjero. Devastada, Kaelyn decidió divorciarse mientras la gente se burlaba de ella por haber sido desechada. Después se reinventó, convirtiéndose en una cotizada doctora, una campeona de carreras de auto y una diseñadora arquitectónica de fama internacional. Incluso entonces, los traidores se burlaban con desdén, creyendo que ningún hombre iba a aceptar a Kaelyn. Pero entonces el tío de su exesposo, un poderoso caudillo militar, regresó con su ejército para pedir la mano de Kaelyn en matrimonio.