/0/15939/coverbig.jpg?v=d0034698c067a647205510ee9e7a199c)
William, que era pobre e impotente, se casó con Felicity, la mujer más hermosa de esta ciudad. Por lo tanto, fue considerado como un marido inútil. El día que Felicity se divorció de él, William recibió una llamada inesperada informándole de la muerte de su abuelo. El abuelo de William había dejado un libro de leyendas de talentosas habilidades médicas y las mejores artes marciales, que atrajo a un sinfín de asesinos. Para conservar el libro, había sido torturado cruelmente hasta la muerte. Según el testamento de su abuelo, William tuvo que cumplir dos condiciones casi imposibles antes de vengarlo. Uno de ellos era ganar cien mil millones de dólares. En el camino para ganar cien mil millones, William se reencuentra con su amada, Felicity. De esta manera, mostró sus talentosas habilidades médicas, recuperó el respeto y el afecto de Felicity y comenzó su vida de leyenda.
-Firma este acuerdo de divorcio y ve mañana a la Oficina de Asuntos Civiles con Felicity.
William Lu levantó la mirada y vio que su suegra, Rebecca Zhang, le ponía dos hojas de papel en frente, disgustada. Una hermosa mujer de rostro pálido estaba detrás de ella.
Era la esposa de William, Felicity Bai. Todos los habitantes de Qing sabían quién era. Su belleza era excepcional, pero se había casado con un hombre inferior y de clase baja. Todos los habitantes de Qing sabían que su esposo era un fracasado.
Al ver que la expresión de Felicity era fría como el hielo, a William le dolió el pecho. Las manos le temblaron cuando recogió los papeles de divorcio. El día estaba llegando, después de todo.
Cuando Felicity vio a William tomar los papeles, giró el rostro para esconder lo molesta que estaba. Se había dado por vencida con su esposo, que la había estado protegiendo durante los últimos diez años.
«¡William, todavía lo recuerdo! Hace diez años, en una noche nevada... Estabas vestido con harapos y sostenías un palo de madera. No me conocías, pero por protegerme a mí, recibiste mordidas de perros callejeros por todo el cuerpo; aun así, te negabas a rendirte. Usaste el palo como espada, ¡y te convertiste en mi caballero de brillante armadura! Desde ese momento, te he admirado mucho. Eres un héroe para mí. Todavía recuerdo tu valentía. ¿Y tú?
En los últimos años, has perdido todo el entusiasmo y la valentía... Mírate ahora. Siempre hablas en voz baja. Incluso si te pego o te regaño, te niegas a pelear para defenderte. ¿Sigues siendo un verdadero hombre?
Detesto verte de esta forma... Te he esperado durante diez años, pero también me has defraudado durante diez años. Si tan solo te hubieras decidido y te hubieras opuesto a firmar estos papeles de divorcio. En ese caso, ¡me habría entregado a ti por el resto de mi vida! Lamentablemente, no lo hiciste... Ni siquiera tuviste la valentía para quedarte con tu esposa.
Quizás acabar con esto de una vez sea lo mejor...».
Al pensar en eso, Felicity ya no pudo contener las lágrimas y se giró para irse. Rebecca, en cambio, miró a William con disgusto, pero completamente satisfecha.
Diez años atrás, su ingenua hija había salvado a un niño sin techo y había insistido para que se quedara en la casa. El niño estuvo viviendo en su casa desde ese momento, por diez años. Su hija, incluso, hacía todo lo posible para que el chico obtuviera la aprobación de todos. Y, tres años atrás, se terminó casando con él.
La noticia causó sensación en toda la ciudad de Qing. La familia Bai, que antes muchos admiraban debido a la belleza de Felicity, se había convertido en un hazmerreír por culpa de todo este asunto. Después de eso, la familia no volvió a recuperar su reputación. La diosa de la ciudad se había casado con un inútil que no tenía un centavo. La broma había estado circulando en Qing por tres años.
Ahora, su hija al fin entendía.
Si se divorciaba de este tipo, esa belleza incomparable que tenía le permitiría comenzar una nueva vida en Qing.
Fernando Lin, que hacía tiempo intentaba conquistar a Felicity, parecía ser un buen candidato. Venía de una familia rica y poderosa. Además, no hacía mucho, la familia Bai se había puesto en contacto con la familia Lin porque justo habían necesitado su ayuda con algo.
Je, je...
-¡Firma! Mi hija tiene una cita con Fernando Lin mañana -dijo Rebecca para insultar a William, que estaba inmóvil.
William suspiró y guardó los papeles. Muy serio, dijo:
-Dame solo un momento; estaba haciendo sopa para Felicity.
Rebecca miró a William con desdén. Durante los últimos diez años, este tipo estaba siempre con cara amargada, como si no tomara en serio a la familia Bai. Felicity era la única que podía hacerlo sonreír.
-¡Quién te crees que eres! ¡Más te vale firmarlo! -exigió Rebecca una vez más y luego salió de la cocina.
Después de que se fueran, una sonrisa amarga apareció de repente en el rostro de William y los ojos se le llenaron de lágrimas. Cuando bajó la vista hacia la olla de sopa burbujeante, le empezaron a arder.
«Felicity, ¿sabes por qué no he peleado para defenderme en todos estos años? Porque estás enferma. Tu cuerpo está débil, así que no puedo provocarte. Al final de cada mes, siempre te enfermabas; cada vez era insoportable para ti. Así que no hubiera soportado causarte aún más dolor...
Si no fuera porque he estado agregando hierbas medicinales a esta olla de sopa cada mes, no habrías durado más de quince años... Solo un año más y te habrías terminado de recuperar. Es una lástima, solo un año... ¿Por qué no me puedes dar un año más? ¿De verdad estás tan decepcionada de mí? ¡Aún no sabes cuál es mi verdadera identidad!
Por esa sola oración, porque dijiste que necesitabas compañía, ¡me quedé a tu lado diez años!».
Al pensar en eso, William sintió un fuerte dolor en el pecho. Pero, en este momento, sonó su teléfono celular. Con el ceño ligeramente fruncido, atendió. Era un número de teléfono que no había aparecido en diez años. ¿Acaso su familia...?
-¿Hola? -respondió William de inmediato.
Del otro lado del teléfono, sonó la voz afligida de una persona mayor:
-Joven amo, el viejo amo falleció anoche...
Aquellas palabras dejaron helado a William, como si acabara de oír un fuerte trueno.
«El abuelo. Falleció...», pensó William, con un gran dolor en el corazón.
William había nacido en una familia aristocrática, famosa por sus habilidades medicinales. Era la familia Lu, del norte. Sus padres murieron cuando era pequeño. Los demás miembros de la familia lo habían envidiado y odiado desde niño por su talento.
Su abuelo era el único que lo quería; lo adoraba. Pero, al final, para que estuviera a salvo por el resto de su vida, su abuelo fingió la muerte de William y lo envió lejos de esa familia tóxica. Quería protegerlo de las políticas dañinas y las malas intenciones de la familia. Fue también en esa primera noche en la que vagaba por la calle que conoció a Felicity, la chica que lo tenía en el corazón desde hacía tanto tiempo.
-Joven amo, el viejo amo le ha estado prestando atención en silencio todos estos años. También ha estado trabajando para que usted pueda ser poderoso. Además, hay una carta que quiere que usted tenga. Pasaré a buscarlo ahora -dijo el hombre en el teléfono, con voz ahogada.
William aceptó. Después de colgar el teléfono, se dejó caer sobre el suelo y se sentó.
«El hombre que solía cargarme en el hombro y que me pinchaba el rostro con la barba cuando era pequeño... El que se escabullía en mi habitación en medio de la noche, me enseñaba habilidades medicinales y me golpeaba despacio la cabeza para despertarme si me dormía... El abuelo ya no está...».
William no se había dado cuenta de que el rostro se le había llenado de lágrimas. Fue solo cuando el humo espeso y el olor a comida quemada lo invadieron que William regresó su atención a lo que estaba haciendo.
«¡Ay no, la sopa!».
William se levantó rápidamente, pero ya era demasiado tarde. Rebecca ya estaba entrando de nuevo y, mientras se tapaba la nariz, le gritó:
-¡Mier*a! ¿Estás loco? ¿Planeas incendiar la casa para vengarte de la familia Bai? ¿Por qué tienes tanta maldad en el corazón? ¡Felicity debe haber estado ciega para casarse contigo! ¡Firma el acuerdo de divorcio ya mismo! ¡No puedo esperar ni un segundo más!
Detrás de Rebecca, Felicity miraba la escena con tristeza en los ojos, pero no dijo nada.
«William, no sabía que tú también podías derramar lágrimas... ¿Estás llorando porque lo nuestro ha llegado a su fin? Lamentablemente, llorar no sirve de nada. Han pasado diez años. ¿Comprendes acaso cuáles son mis sentimientos y mis intenciones?
Lo que necesito que hagas por mí, no es derramar lágrimas de cobardía y de impotencia. Lo que necesito de ti es que tengas la valentía y la voluntad para vivir por mí. Si te atrevieras a vivir por mí, yo me atrevería a morir por ti...
No lo entiendes...».
William estaba perdido en sus propios pensamientos. El dolor de la pérdida, las palabras hirientes. eran como un puñal al corazón. De repente, se dio cuenta de algo. Su mirada se volvió severa. Levantó el rostro y miró a Rebecca y Felicity. Una de ellas era arrogante y despiadada. Y la otra era ahora fría como el hielo. ¡Luego de diez años de ternura, ahora solo había desesperación!
«¡No me importa esta familia! Espero que no se arrepientan. Mi abuelo era el único en el mundo que me quería y que me valoraba. No necesito ni la empatía ni la compasión de personas así. A partir de ahora, ¡seguiré adelante yo solo!».
Con esto en mente, William se puso rápido de pie, tomó los papeles de divorcio que estaban sobre la mesa y los firmó. Después de firmarlos, volvió a mirar a Felicity y salió de la cocina sin detenerse.
Su mirada sorprendió a Felicity. La expresión en sus ojos... Fría y arrogante. Parecía un lobo solitario; herido, pero obstinado. Cuando lo vio marcharse así de rápido, Felicity pensó que estaba alucinando. Se veía como si la indiferencia en los ojos de ella le hubiera atravesado el cuerpo como flechas y lo hubiera dejado cubierto de sangre. Como si cada paso que daba le doliera y le provocara una angustia inmensa. Su mirada; su silueta. Se veía exactamente igual que hacía diez años, cuando la rescató y luego solo se dio vuelta para marcharse. Pero esta vez no era su cuerpo el que estaba lastimado, sino su corazón...
Pensar en eso hizo que a Felicity se le cayeran las lágrimas, así que corrió hacia la puerta. Cuando Rebecca vio que Felicity corría a buscar a William arrepentida, maldijo en voz alta y fue detrás su hija, furiosa.
Felicity lo vio en la puerta; un William frío y arrogante. Parecía estar esperando algo... ¿Estaba esperado que ella lo convenciera de quedarse? Quería acercarse a él, pero se sintió desalentada de repente. Luego de haber dado un paso hacia él, volvió a retroceder. ¿De qué serviría pedirle que se quedara?
«Será mejor cortar nuestra relación que seguir odiándonos. De ahora en adelante, ya no vamos a estar juntos. Y vamos a ser felices al fin...», pensó Felicity.
Rebecca corrió hacia ellos y empezó a regañar a William:
-¡Eres tan arrogante! ¿Cómo te atreves a tratarnos de esta forma? Por tantos años, te dimos de comer y de beber. Hasta un perro estaría agradecido de que nuestra familia le diera de comer. Ni siquiera cuando os casasteis nos diste nada, ni un regalo de bodas, y mi hija no dijo nada. ¿Cómo te atreves a armar este escándalo en frente de mí?
Al ver que su madre seguía sin darse por vencida, Felicity se apresuró a tratar de disuadirla. Pero Rebecca solo hizo una mueca de desdén y dijo:
-Felicity, ¿todavía no te das cuenta de la clase de persona que es? ¿En serio creíste que se iba a ir? Es un miserable que no tiene un centavo. ¿A dónde va a ir? Actúa así a propósito para que le tengas lástima. ¡Hace mucho que vi cómo es en realidad!
Felicity no soportaba ver que William estuviera siendo humillado y que aun así siguiera sin defenderse a sí mismo. Con voz entrecortada, dijo:
-Mamá, basta. Sabes que no tiene dinero. Lo mejor para nosotros será separarnos en buenos términos. ¿Tienes dinero en el bolsillo? ¿Podrías darle algo...?
Rebecca se sintió satisfecha al ver a William tan callado y con los ojos rojos.
-Diez años. Después de diez años de aguantar esto, ¡al fin se acabó! Voy a dejar que este tipo se muera de hambre en la calle, sin dinero. Que se dé cuenta de que si no fuera por nosotras y por el resto de la familia Bai, estaría peor que un perro callejero.
Al ver que Rebecca se negaba a ayudar a William una última vez, Felicity suspiró y se dio vuelta para ir por el dinero. La mirada de Rebecca se volvió severa de repente. Se apresuró a tirar del brazo de Felicity para detenerla. A lo lejos, vio una mancha negra acercarse despacio.
-Felicity, mira, ¿es un Rolls-Royce Phantom? Es la primera vez que veo uno. ¡Es tan hermoso! Me pregunto de qué hombre rico será. Si te subieras a ese auto, sería la combinación perfecta: una joven hermosa dentro de un automóvil lujoso. Este es el tipo de vida que deberías tener, ¿entiendes?
Sin embargo, Felicity tenía la mirada puesta en William. Ni siquiera se fijó en el lujoso vehículo.
De repente, Rebecca soltó un grito. ¡El Rolls-Royce había estacionado frente a la puerta! El entusiasmo de Rebecca aumentó de inmediato.
-¡Ya sé! ¡Debe ser Fernando, que viene a buscarte para llevarte a una cena a la luz de las velas! Hoy le dije que te ibas a divorciar de este inútil. Debe estar muy feliz. No sabía que su familia fuera tan rica. Felicity, ¡pronto tendrás una buena vida!
Al escuchar esto, Felicity hizo una mueca de desaprobación. Su madre estaba yendo demasiado lejos. William seguía ahí. ¡Había dicho todo eso a propósito para avergonzarlo!
Rebecca resopló cuando notó que Felicity estaba mirando a William. Sacó un montón de billetes y se los dio a William en la mano.
-¡Maldita sea! ¡Voy a imaginar que pisé mier*a y perdí mil yuanes! ¡Hubiera preferido darle el dinero a un mendigo que dárselo a él! ¡Al menos un mendigo estaría agradecido! ¡Ya vete! ¿Me escuchas? Mi hija tiene una cita con su nuevo novio.
Un conductor con guantes blancos esperaba junto al auto. Abrió la puerta y saludó a William con una reverencia respetuosa.
Al ver ese gesto, Rebecca empujó a Felicity hacia el auto, entusiasmada, y la instó a que se diera prisa.
Por otro lado, la mano de William estaba con los mil yuanes en la mano. Hizo una mueca, incrédulo.
«Dinero...», pensó. «Todo se trata siempre de dinero. Y todo el mundo se la pasa sufriendo por dinero. ¡El dinero no significa nada! ¡Tengo todo el dinero que necesito! ¡Tengo poder suficiente para conquistar el mundo si quisiera! ¡Pero no quiero ni me importa! Lo único que quiero es a mi abuelo y... Envejecer junto a la persona que amo...».
Con todo esto en mente, William hizo una mueca de desprecio y rompió todos los billetes que tenía en la mano. Los diez billetes flotaron en el aire y los pedazos cayeron al suelo despacio.
Fue hasta el auto. Y, cuando Rebecca estaba a punto de decirle algo, vio algo que la dejó impactada. El conductor se inclinó respetuosamente ante William. Él abrió la puerta y se subió al auto sin mirar atrás.
Mi novio murió protegiéndome. Estaba en sus brazos viéndolo convertirse en una persona muerta justo antes de que yo también muriera. Mis lágrimas se convirtieron en sangre. El dolor era demasiado fuerte, así que mi alma no desapareció después de mi muerte, pasó por un túnel del tiempo y me trajo de regreso a la época en que tenía 18 años. Me desperté desnuda en la cama de mi novio, él me sostenía fuertemente en sus brazos, con los labios aún besando mis orejas, ¡él también estaba desnudo! Finalmente me di cuenta de que había vuelto a la noche en que él y yo tuvimos nuestro primer sexo. Regresé con dos propósitos, vengarme y compensar a mi novio. Pero él no sabía que yo ya era una persona diferente, mi cara era la misma pero ya entré a mi otra vida...
Mi hermano fue encuadrado en la cárcel, pero él era inocente. La única forma de salvarlo era pedir ayuda de Derrick Morgan, el joven líder de la Familia Morgan. Estaba dispuesta a hacer todo lo posible, incluso si tenía que pasar mi primera noche con él en un auto. Derrick estaba satisfecho con mi desempeño, así que mi hermano estaba a salvo. Las cosas parecían ir por buen camino hasta que descubrí que estaba embarazada. Decidí decírselo al padre de mi bebé, solo para descubrir que se casaría con otra mujer en tres días. No debería perturbar su felicidad. Pero, ¿cómo podría renunciar a mi propio niño? Además, también estaba enamorado de este tipo rico y dominante. Entonces, el día de su boda, me puse el vestido de novia, esperando que él eligiera entre su prometida y yo...
Ye Liuyun, un perdedor del clan Ye. Por más duro que trabajara solo recibió desprecio y humillaciones. Sin embargo, un día consiguió un milagro y se convirtió en un hombre talentoso y poderoso. A partir de entonces, dinero, belleza y poder, todo lo tiene en sus manos.
Michelle está lista para darle a su prometido una sorpresa de cumpleaños, solo para verlo besándose con su hermanastra. Entonces, se dio cuenta de que su prometido quería casarse con ella por el anillo que le había dejado su madre, que era la clave de la riqueza de su familia. Y fueron su hermanastra y madrastra quienes planearon el accidente de coche, que la dejó lisiada y le faltaba una pierna. Oh, su hermanastra la llevó ahora al elevado balcón. El mundo era tan cruel. Ella saltó, se tragó en secreto su anillo. Nunca lo encontrarían, ¿verdad? Ja. ¿Un renacimiento? Vaya, recuperó la pierna. ¿No quería Dios que ella recuperara todo dándole otra vida? Pero espera. ¿Por qué volvió a la noche en la que anteriormente perdió su virginidad? ¿El hombre con el que se acostó, un mozo de alquiler? ¡Y él propuso! ¿Quien era él?
Lucía Balstone pensó que había elegido al hombre adecuado para pasar el resto de su vida, pero fue él quien acabó con su vida. Su matrimonio de diez años parecía una broma cuando su esposo la apuñaló con una daga. Afortunadamente, Dios nunca está ciego ante las lágrimas de las personas. Lucía tuvo una segunda oportunidad. Ella renació a la edad de 22 años, antes de que sucedieran todas las cosas terribles. ¡Esta vez, estaba decidida a vengarse y dejar que aquellos que la lastimaron pagaran! Hizo una lista elaborada de sus objetivos, y lo primero en su lista era casarse con el peor enemigo de su exmarido, ¡Alonso Callen!
Después de cinco años de un matrimonio sin amor con Lucien Albrecht, un magnate de los negocios en Seattle, Ariadne se desesperó. Su marido le propuso el divorcio la noche del quinto aniversario de su matrimonio, sin saber lo mucho que Ariadne había sacrificado para casarse con él. Con el corazón roto, su esposa cortó todos los lazos con él para siempre, volviendo a su identidad anterior, la heredera de Grey Enterprise. Sin embargo, nunca había pensado que, cuando decidió volver a ser Alexandra Grey, Lucien se convirtió en quien quería recuperar a Ariadne Albrecht. Dividida entre la lucha constante por el poder en la empresa y la vigilancia de su exmarido, ¿podría la joven directora ejecutiva lograr su objetivo? "¿Competir para el puesto de Sra. Albrecht?". Alexandra no pudo reprimir la risita que se le escapó. "¡Prefiero construir mi propio imperio que ser la esposa trofeo de algún hombre!".
Lenny era el hombre más rico de la capital. Estaba casado, pero su matrimonio no tenía amor. Accidentalmente tuvo una aventura de una noche con una extraña, por lo que decidió divorciarse de su esposa y buscar a la chica con la que se acostó. Juró casarse con ella. Meses después del divorcio, descubrió que su esposa estaba embarazada de siete meses. ¿La mujer lo engañó? Scarlet estaba buscando a su esposo, pero, por error, los dos pasaron una noche apasionada. Sin saber qué hacer, se escapó presa del pánico, pero luego descubrió que estaba embarazada. Justo cuando estaba lista para explicar lo que le había sucedido a su esposo, este le pidió el divorcio. ¿Descubriría Lenny que la extraña chica con la que se había acostado era en realidad su esposa? Más importante aún, ¿su matrimonio sin amor mejoraría o empeoraría?
Se suponía que mi matrimonio con Mathias me haría la mujer más feliz del mundo. Aunque sabía que él no me amaba, pensé que se enamoraría de mí una vez que lo colmara de amor. Ya pasaron cinco años y Mathias me trataba como a una cualquiera. Para colmo, conoció a su verdadero amor y cortó todos los lazos conmigo por culpa de ella. Él la presentó a todo el mundo; algo que nunca hizo por mí. Su infidelidad me llevó a la depresión. Me sentía totalmente destrozada. Tristemente, incluso en mi lecho de muerte, mi supuesto marido nunca apareció. Cuando volví a abrir los ojos, sabía que el destino me había dado una segunda oportunidad. Yo todavía era la esposa de Mathias y pasamos dos meses antes de que conociera a su verdadero amor. En esta vida, me negué a que él volviera a lastimarme. Consciente del gran error de mi antigua yo, le pedí el divorcio. Mathias rompió los papeles del divorcio una y otra vez y al mismo tiempo me encerró. "¡Rylie, deja de hacer estupideces! ¡Hacerte la difícil no me funciona!". Para demostrarle que hablaba muy en serio, seguí adelante y solicité a la justicia. Finalmente entró en pánico. Abandonó a la "mujer de sus sueños" y se arrastró a mi lado. "Por favor, dame una segunda oportunidad, Rylie. Te prometo amarte con todo mi corazón. Serás la única mujer en mi corazón de ahora en adelante. No me dejes, ¿de acuerdo?". Una guerra estalló en mi mente. Por un lado, no quería que me hicieran daño otra vez. Pero, por otro lado, no quería dejar ir al hombre que amaba tanto. ¡¿Qué debo hacer?!
Kallie era una muda. Su marido la ignoró durante cinco años desde su boda, no solo esto, ella hasta sufrió un aborto por culpa de su cruel suegra. Tras el divorcio, Kallie se enteró de que su exmarido se había prometido rápidamente con la mujer que realmente amaba. Sujetando su vientre ligeramente redondeado, se dio cuenta de que él nunca se había preocupado realmente por ella. Decidida, ella lo dejó atrás, tratándolo como a un extraño. Sin embargo, tras su marcha, ese hombre recorrió el mundo para buscarla. Cuando sus caminos volvieron a cruzarse, Kallie ya había encontrado una nueva felicidad. Por primera vez, él se humilló ante ella y le suplicó: "Por favor, no me dejes...". Pero la respuesta de Kallie fue firme y despectiva, cortando cualquier vínculo entre ellos: "¡Lárgate!".
Valentina, una mujer hermosa y exitosa, tiene un encuentro amoroso con un hombre misterioso en una noche de pasión y romance. Sin embargo, al amanecer, el hombre desaparece sin dejar rastro, y Valentina se queda con más preguntas que respuestas. Un mes después, Valentina recibe la noticia que cambia su vida para siempre: está embarazada. Sintiéndose avergonzada y confundida, Valentina decide viajar a otra ciudad para empezar de nuevo y evitar el escándalo. Años después, Valentina regresa a la capital para pasar las Navidades con su abuela. Mientras explora la ciudad, se encuentra con la boutique más famosa de la ciudad, propiedad de la esposa de un poderoso magnate. Al entrar en la tienda, Valentina se sorprende al ver la reacción de la señora al ver a su hijo. Martina se queda atónita al ver el parecido entre el niño y su esposo, el magnate Gabriel. Furiosa y celosa, decide enfrentar a su esposo y exigirle una explicación. Gabriel, sin embargo, sigue declarándose inocente y fiel a su esposa. Los hijos de la pareja, Benjamín y Jazmín, tratan de calmar la situación y pedir una explicación a su padre. Sin embargo, Gabriel sigue negando cualquier relación con Valentina o su hijo. Mientras tanto, Valentina se siente confundida y asustada por la reacción de Martina. Aún así, continúa con su vida. Pero todo se complica cuando frente a ella aparece toda la familia Milano, reclamando y acusándola como la amante de Gabriel. Furiosa decide revelar el único recuerdo que tiene de aquel hombre con el cual se acostó y producto de eso nació su hermoso hijo, Valerio. ¿Qué pasó realmente aquella noche? ¿Es Gabriel el padre de su hijo? La verdad es más complicada de lo que parece, y Valentina deberá enfrentar sus miedos y dudas para descubrirla.
A veces el amor aparece de la manera más inesperada y en la forma de la persona menos pensada. Para Daniel, la vida a sus 40 años es una rutina entre sus tres hijos y su cargo de CEO de la empresa familiar. El fallecimiento de su esposa lo deja inmerso en la tristeza; creando, con el correr de los años, una coraza fría a su alrededor. Deanna tiene una vida normal, trabaja medio tiempo y estudia en la Universidad de Artes porque quiere lograr su sueño: cantar en la ópera. Solo le falta un año para terminar su carrera cuando su amigo Harry le pide ayuda desesperado. Una antigua regla familiar le impide casarse con su novia, la cual está embarazada. Para hacerlo, Daniel, su hermano, debe casarse primero. Para ayudarlo con su problema Daniel y Deanna acceden a fingir una relación y un matrimonio. Son tan opuestos que la atracción es inevitable. Él encuentra en ella la calidez que faltaba en su vida y Deanna el amor luego de una ruptura desastrosa. Finalmente, Daniel puede volver a tener una familia. Pero hay muchos intereses ocultos que buscan separarlos y alejarlos. El viaje es difícil, deben enfrentarse no solo a terceros que les complicaran las cosas, sino también a sus propios miedos e inseguridades. No es sencillo equilibrar 15 años de diferencia. Pero el corazón tiene razones que la misma razón nunca entenderá.
Paola Fischer vive un matrimonio aparentemente feliz hasta el día en que, al regresar a casa, encuentra a su esposo, Lucas Hotman, en la cama con su secretaria, Rose Evans. La traición la deja destrozada, y, sin saber cómo enfrentar el dolor, se marcha de su hogar. Esa noche, en un bar, conoce a un enigmático desconocido que le ofrece una compañía inesperada. Buscando escapar de su desilusión, Paola se entrega a una noche de pasión con él, dejando que el dolor de su traición se diluya en la intimidad. Al día siguiente, trata de seguir adelante, pero pronto se enfrenta a una sorpresa que cambia el curso de su vida: está embarazada, y el padre no es Lucas, sino aquel hombre al que apenas conoció.