/0/18521/coverbig.jpg?v=2b42718363e8a5e946a2e343233632f0)
Aceptó casarse con el multimillonario para salvar a su hermano, sin saber que él había jurado destruir a su familia.
Aceptó casarse con el multimillonario para salvar a su hermano, sin saber que él había jurado destruir a su familia.
El sonido del teléfono resonó en la sala vacía como un eco distante, retumbando en las paredes frías del apartamento. Martina estaba de pie junto a la ventana, mirando hacia la calle, pero sin ver nada en absoluto. Su mente estaba sumida en un caos de pensamientos, en la encrucijada de una decisión que podría destruirlo todo.
-Martina, lo necesitas. -La voz de su madre, quebrada por la angustia, parecía una sentencia de muerte. - Es la única forma de salvarlo.
Ella no le había respondido. Estaba demasiado ocupada mirando la pantalla de su teléfono, observando el nombre que aparecía en la parte superior: Felipe Navarro. Un nombre que no solo sonaba a poder y dinero, sino también a peligro. A algo que no podía evitar, por mucho que quisiera.
Felipe Navarro era un hombre de mundo. Un multimillonario cuya fortuna parecía tan interminable como su influencia. La única razón por la que ahora él se encontraba al otro lado de la línea, ofreciendo un acuerdo tan... extraño, era porque él mismo tenía sus razones. Y esas razones, aunque claras, no la hacían sentir más tranquila.
El teléfono vibró, sacándola de sus pensamientos. Ella sabía lo que eso significaba. Su madre esperaba una respuesta, y la amenaza de perder a su hermano era algo que no podía ignorar. No podía... no debía.
-¿Y si me niego? -murmuró para sí misma, las palabras flotando en el aire mientras la decisión se le escapaba de las manos como arena.
-No tienes opción, Martina. Él ha prometido salvar a Francisco, pero hay algo que pediría a cambio. No te lo puedo explicar ahora, pero... entiende que es tu única salida.
Martina sabía que su hermano Francisco, con sus problemas legales y su vida sumida en el caos, se encontraba en un punto de no retorno. No importaba lo que ella hiciera, si no conseguía el dinero y la influencia necesarios, el futuro de Francisco estaría sellado. Y no quería perderlo. No podía perderlo.
Suspiró y caminó hasta el sofá, dejándose caer en él con el peso del mundo sobre sus hombros. No había vuelta atrás. Miró una vez más el teléfono, la llamada perdida de Felipe y la propuesta que parecía una condena disfrazada de salvación.
Finalmente, levantó la mano y deslizó el dedo sobre la pantalla. Contestó.
-Felipe... -dijo con la voz un tanto quebrada.
Al otro lado de la línea, la voz de Felipe se hizo presente, fría y controlada, como siempre.
-Martina, me alegra que hayas decidido hablar conmigo. -Su tono no era amistoso, pero tampoco cruel, era simplemente... calculador. -Tengo una oferta para ti.
Martina se quedó en silencio, esperando. El precio de esa oferta comenzaba a aterrizar en su mente, y aunque no lo dijera en voz alta, lo sabía con certeza. Tendría que casarse con él.
-Acepto. -Las palabras salieron de su boca sin que pudiera detenerlas. No había emoción en su voz, solo una resignación silenciosa. Había hecho lo que tenía que hacer.
Felipe no respondió de inmediato. Durante unos segundos, el silencio entre ellos fue casi ensordecedor.
-Perfecto. -Finalmente, dijo él, su voz sonando más como una declaración que como una reacción. -Nos veremos mañana para ultimar los detalles.
La llamada terminó sin más, y Martina se quedó mirando la pantalla, sin comprender realmente lo que acababa de hacer. Su corazón latía desbocado, y sus manos temblaban ligeramente. Había sellado su destino con una sola palabra.
El matrimonio con un hombre al que no conocía, un hombre que probablemente estaba jugando con ella como una pieza más en su juego de poder, era la única salida que tenía. Pero no podía pensar en eso ahora. No podía permitirse sentir miedo o dudas. Solo tenía que concentrarse en lo que había hecho, en lo que había salvado.
De repente, el sonido de la puerta principal la sacó de su trance. Era Francisco. Su hermano, al que amaba más que nada en este mundo.
-Martina, ¿qué has decidido? -Su voz llena de esperanza hizo que se le encogiera el corazón.
Ella respiró hondo, levantándose del sofá y caminando hacia él. Sonrió débilmente, aunque el peso de la decisión seguía allí, gravado en su pecho.
-He aceptado casarme con Felipe. -La frase salió con más dolor del que había anticipado.
Francisco la miró en silencio, y por un momento, no supo qué decir. Finalmente, sus ojos se llenaron de gratitud.
-Lo has hecho por mí, ¿verdad? -preguntó con una suavidad que le rompió el corazón.
-Sí. -Martina asintió, y aunque sus labios formaron una sonrisa, sus ojos traicionaban el terror y la desesperación que sentía. -Lo hice por ti.
Y mientras se abrazaban, ella sabía que estaba a punto de entrar en una oscuridad de la que tal vez nunca podría salir. Pero si su hermano se salvaba... valdría la pena. Eso pensaba en ese momento.
Consigue un trabajo como niñera, sin saber que el padre del bebé es el hombre con quien pasó una noche inolvidable.
Valeria nunca imaginó que la persona que la salvó de un atentado era un asesino profesional. Su vida da un giro cuando descubre que él no solo la protegió, sino que la estaba siguiendo. Ahora, mientras huye con él por distintos países, debe decidir si confía en el hombre que podría haber sido enviado a matarla o en aquellos que afirman querer salvarla.
"Elliana, la ""patita fea"" rechazada por su familia, fue humillada por su hermanastra Paige, la admirada por todos, comprometida con el CEO Cole, era la mujer más arrogante... hasta que él se casó con Elliana el día de la boda. Todos, atónitos, se preguntaron por qué había elegido a la mujer ""fea"". Mientras esperaban que la despreciaran, Elliana dejó a todos boquiabiertos al revelar su verdadera identidad: una sanadora milagrosa, magnate financiera, una experta en valuación y una mente maestra en la IA. Cuando quienes la maltrataron se arrepintieron amargamente y suplicaron perdón, Cole desveló una foto impactante de Elliana sin maquillaje, causando conmoción en los medios: ""Mi esposa no necesita la aprobación de nadie""."
Un año después de casarse, Thea llegó a casa con una felicidad desbordante porque estaba embarazada. Jerred apenas levantó la vista e informó: "Ella ha vuelto". La mujer a la que amaba había regresado, y se olvidó de sus deberes como esposo, pasando cada noche junto a ella en el hospital. Thea forzó una sonrisa y accedió: "Divorciémonos". Él respondió con brusquedad: "¿Estás celosa de alguien que está muriendo?". Porque la mujer estaba terminal, él justificaba cada reproche y hacía que Thea aguantara. Cuando el amor se enfrió, ella dejó los papeles de divorcio y se marchó. Él movilizó a toda la ciudad y la atrapó en el aeropuerto. Con los ojos llorosos, cayó de rodillas y dijo: "Mi amor, ¿a dónde vas con nuestro hijo?".
Durante la boda de Kiera, ella y su hermana cayeron al agua al mismo tiempo. Atónita, observó cómo su prometido solo rescataba a su hermana y se alejaba sin siquiera mirarla. Ardiendo de rabia, Kiera se casó con el extraño que la sacó del agua, un mecánico sin dinero, y prometió cuidar de él, ¡cueste lo que cueste! Su ex se burló: "Déjalo. Vuelve conmigo; siempre serás mi esposa." Su hermana intrigante murmuró: "Yo me ocuparé de cuidar a tu prometido. Disfruta tu vida con un mecánico". Kiera los echó de su casa, diciendo: "Déjennos en paz. Estamos felices juntos". Entonces llegó el giro inesperado: ¡el supuesto mecánico era un multimillonario en secreto! Frente al mundo, él se arrodilló ante ella con un diamante como ningún otro. "Mi amor, te cuidaré toda la vida".
Ania Jones había conseguido todo lo que siempre soñó, una vida perfecta, por lo que, ella era completa y absolutamente feliz. Primero y principal, estaba casada con Liam Carter, un hombre atractivo y rico a quien amaba, y que la amaba a ella. Segundo, finalmente los problemas con su familia y con su hermana, Alicia, habían quedado en el pasado, logrando una relación fraternal normal. Y tercero, Ania y su esposo, se habían enterado de que, pronto, recibirían la visita de la cigüeña, pues venía un amado y muy deseado bebé en camino. Pero cuando las buenas noticias llegan juntas, abundan. Pues recientemente, la madre de Liam, había avisado que los visitaría para felicitarlos por la noticia del bebé, próximo heredero de su dinastía, y les daría su bendición Porque hasta ese momento, la millonaria familia Carter no había aceptado el matrimonio de Liam con Ania, una mujer de procedencia inferior. Así pues, todo, finalmente, todo era absolutamente perfecto, hasta que, todo el mundo de Ania se desmoronó... Cuando, sin saber cómo sucedió, la madre de Liam, muere frente a los ojos de Ania y ella es acusada como la única culpable.
Linsey fue abandonada por su novio, quien huyó con otra mujer el día de su boda. Furiosa, ella agarró a un desconocido al azar y declaró: "¡Casémonos!". Había actuado por impulso, pero luego se dio cuenta de que su nuevo esposo era el famoso inútil Collin. El público se rio de ella, e incluso su fugitivo ex se ofreció a reconciliarse. Pero Linsey se burló de él. "¡Mi esposo y yo estamos muy enamorados!". Aunque todos pensaron que deliraba. Entonces se reveló que Collin era el hombre más rico del mundo. Delante de todos, se arrodilló y levantó un impresionante anillo de diamantes mientras declaraba: "Estoy deseando que sea para siempre, cariño".
Las horas bañadas por el sol reflejaban su amor brillante, mientras que las noches iluminadas por la luna encendían un deseo ardiente. Pero cuando Brandon se enteró de que su amada solo viviría medio año, le entregó a Millie los papeles del divorcio y le dijo con frialdad: "Esto es solo para guardar las apariencias. Nos casaremos de nuevo una vez que ella se calme". Millie, con la espalda recta y las mejillas secas, sintió que su pulso se desvanecía. La separación fingida se volvió permanente; silenciosamente terminó con su hijo no nacido y dio paso a un nuevo comienzo. Brandon se derrumbó, y condujo a máxima velocidad, incapaz de dejar ir a la mujer que había descartado, suplicando que ella lo volviera a mirar una vez más.
© 2018-now CHANGDU (HK) TECHNOLOGY LIMITED
6/F MANULIFE PLACE 348 KWUN TONG ROAD KL
TOP