Angela ya tenía planes de casarse con el amor de su vida. Sin embargo, cuando él empezó a decirle todos los requisitos que tenía que cumplir como darle un hijo, lavar los platos, convertirse en una "pequeña ama de casa obediente", ella se levantó y se fue. Después de eso, se hizo la firme promesa de quedarse soltera para siempre. Lo que no esperaba era acostarse con un hombre que apenas conocía. Edward lo había intentado todo para perseguirla, jugado todos los trucos para hacer que Angela cayera en sus trampas, mientras que ella hacía todo lo posible por evitarlas. En este juego del gato y el ratón por un amor para toda la vida, ¿sería Edward capaz de atraparla? Y si lo fuera, ¿Angela dejaría que la atrape?
A las once treinta de la noche, en la habitación setecientos ocho del hotel DC.
"El agua... Christa... tú...", una vez que Angela Xu bebió el líquido, su cuerpo comenzó a sentirse caliente y molesto.
"¡Definitivamente dejarás de ser virgen esta noche!", el delicado maquillaje de Christa Yang no pudo cubrir la burla que se reflejaba en su rostro.
"¿Por qué?", Angela jadeó nerviosa mientras su entorno se nublaba. ¿Cómo había sido capaz su amiga de hacerle esto? ¡Tenían más de diez años de conocerse!
"¿Por qué?", Christa respondió bruscamente, sintiendo las lágrimas brotar de sus ojos. Ella no podía seguir aguantando el odio que estaba a punto de explotar en su pecho: "Confié tanto en ti que te conté un secreto, ¡pero ahora todos saben que no soy virgen! ¿Sabes lo que he perdido? ¿Y todavía te preguntas por qué?". ¿Pero qué rayos acababa de escuchar?
Angela negó con la cabeza desesperadamente tratando de arañarla. ¡Debía haber un error! ¡Tenía que haber un malentendido!
Sin embargo, Christa estaba completamente convencida de lo que estaba haciendo. "Alguien vendrá a ayudarte a aliviar lo que estás sintiendo más tarde, de hecho, no es tan doloroso como crees, ¡incluso podrías disfrutarlo!", sus ojos brillaron con desprecio y continuó, "Seleccioné al hombre más guapo para ti, ¡qué te diviertas!".
"¡Oye!", Angela trató de agarrarla pero falló, al ver esto, Christa se rio mientras azotaba la puerta.
Angela sentía que el calor le recorría el cuerpo como si un volcán estuviera a punto de estallar, se sentía tan caliente que quería arrancarse toda la ropa de una vez, y tan pronto como sus dedos recorrieron su piel, no pudo evitar temblar.
Aunque Christa dijo que el hombre sería guapo, ¡eso no significaba que ella quisiera tener relaciones sexuales con él! ¡Nunca!
La chica logró calmarse aunque sea por unos momentos y abrió lentamente la puerta.
Bajo la tenue luz del pasillo, ella vio una figura de pie frente a una habitación. El hombre vestía traje y parecía como si acabara de salir de la pasarela, ¡se veía increíblemente guapo y Angela no podía apartar los ojos de él! El hombre insertó la tarjeta de su habitación y su simple movimiento hizo que ella deseara hacerlo suyo.
¡De ninguna manera! ¡No podía soportarlo más!
¡Este hombre era más guapo que cualquiera que la joven hubiera visto antes!
Justo cuando él estaba a punto de cerrar la puerta, ella corrió a su lado mientras el sudor brotaba por su piel.
"¿Quieres tener sexo conmigo?", Angela se las arregló para pronunciar estas palabras, a pesar del creciente calor en su cuerpo.
¡Nunca antes había sido tan atrevida!
'¿Es otra de las mujeres que vienen a buscarme?', se preguntó él. ¡Suficiente!
Edward Yan la empujó y encendió la lámpara, mirándola con sus ojos penetrantes.
¡Bajo la luz, Angela reconoció el rostro del hombre! Sin embargo, ella no pudo evitar sentirse disgustada cuando notó su mirada irritada.
Luego tragó saliva con avidez, contemplándolo como si fuera un trozo de carne y preguntó con un tono ansioso: "¿Quieres pasar una noche conmigo o no?".
"¿Crees que quiero?", Edward gruñó ya que odiaba a las mujeres que se le ofrecían pues no tenían suficiente respeto por sí mismas, "¡Sal de aquí!".
Su negativa fue tan despiadada que Angela parpadeó sorprendida de que un hombre pudiera rechazarla en ese estado. No obstante, eso significaría que necesitaba encontrar alguien más para satisfacer su deseo, ¿pero dónde más podría encontrar a otro chico tan guapo como él?
Al ver que ella no tenía intención de irse, Edward la agarró por los brazos y trató de sacarla de la habitación con el ceño fruncido.
'Puede que no sea bonita, ¡pero soy una mujer!', Angela pensó molesta. "¡El hecho de que seas homosexual no significa que puedas ser grosero!", ella no podía pensar en ninguna otra razón para que él la rechazara.
Edward se quedó sin habla, levantando las cejas por la sorpresa, '¿De verdad cree que soy homosexual?'.
Pensando en todos los eventos que habían ocurrido hoy, él la apretó aún más fuerte.
¡Este tipo de mujeres eran una amenaza para la sociedad!
"¿Por qué no lo intentamos una vez más? Creo que empezamos mal...", Angela lo intentó de nuevo, arreglándole el cuello de la camisa con coquetería, "Ni siquiera tienes que hacerte responsable de mí después de lo que hagamos".
"¡Sólo vete!", Edward gritó agitando los brazos en el aire.
Angela apretó los dientes y comenzó a explicar: "Escucha... alguien me drogó y esperaba que pudieras ayudarme".
'¿Está drogada?', Edward abrió los ojos y la miró atentamente.
La chica tenía las mejillas enrojecidas y las pupilas dilatadas, parecía que estaba diciendo la verdad y él se sintió confundido.
Sin embargo, ¡este podría ser otro truco!
"¿Y por qué debería confiar en ti?", Edward preguntó escéptico.
'Vaya, ¡esto es increíble!', Angela sentía como si su cuerpo estuviera a punto de estallar y su rostro se tornó de un rojo aún más brillante. "Si no fuera por la droga, ¿crees que vendría a buscarte? ¡No te aprovecharías de mi tan fácilmente!", exclamó ella.
Esta mujer era bonita y había un tipo de encanto a su alrededor, ¡pero ciertamente no era tan hermosa!
Edward entrecerró los ojos y preguntó con desdén: "¿Aprovecharme de ti? ¿Acaso ya te viste en un espejo?".
Angela frunció el ceño ante el insulto y sus uñas se clavaron profundamente en sus palmas hasta que le dejaron marcas, ¡ya tenía suficiente de este hombre! "Mira, incluso si crees que no soy tan bonita, puedes apagar las luces, sólo hazlo como lo haría un perro", explicó ella.
¿Un perro? ¿Hablaba en serio? ¡Edward nunca había conocido a alguien tan vulgar en toda su vida!
Normalmente, él no perdería su tiempo hablando con alguien como ella, aunque estaba de mal humor y respondió: "Incluso los perros saben elegir".
Después de esto, la empujó fuera de la habitación. No obstante, Angela lo rodeó con sus brazos de forma suplicante: "¡Por favor! Lo siento, ¿de acuerdo? ¡Ayúdame!".
Ella ya podía sentir su visión borrosa por el calor que envolvía su cuerpo y todo lo que quería hacer era rasgar su ropa.
A pesar de esto, Edward se mantuvo impasible.
Pero al ver que nada parecía dar resultado, Angela decidió cambiar su estrategia, entonces vio que pasaban varias personas y escondió una sonrisa perversa. "¡Por favor! ¿No me quieres más? ¿No soy suficiente para ti? Tú dijiste... ¡dijiste que estarías ahí para mí! ¡Incluso dejaré que me engañes, sólo quédate a mi lado! ¡Te lo ruego!", ella dijo entre sollozos.
Edward no esperaba el cambio de situaciones y miró atónito a su alrededor.
Angela comenzó a llorar e hizo todo lo posible para lograr su objetivo. "¡No abortaré a nuestro hijo!", ella gritó a todo pulmón.
La gente ya estaba empezando a interesarse, mirando hacia su dirección para ver de qué se trataba el alboroto. Al darse cuenta del problema que estaba causando, Edward llevó rápidamente a la chica a la habitación y cerró la puerta.
Las mujeres que rodeaban la zona quedaron boquiabiertas.
"¡Qué idiota! ¡Y era tan guapo!", una de ellas puso los ojos en blanco con disgusto.
"Pobre chica, ¡ese bastardo la engaña y todavía la obliga a abortar!", exclamó alguien más.
"¡Idiotas como él deberían estar expuestos en Internet! ¡Quizás entonces deje de ser infiel!
Aunque... ¿no les parece familiar?", una de las mujeres preguntó agarrándose la barbilla.
Amar y ser amada es lo que toda mujer sueña. Sin embargo, lo único que Debbie quería era el divorcio. Llevaba tres años casada con Carlos, un joven multimillonario a quien ni siquiera había visto la cara. Cuando por fin decidió poner fin a su irónico matrimonio e ir en busca de la felicidad verdadera, apareció su supuesto marido y le pidió que lo intentaran de nuevo. A partir de entonces, Carlos se sentía increíblemente atraído por el espíritu libre y salvaje de Debbie y se enamoró de ella. Él comenzaba a mimarla. Poco a poco, lo que había entre ellos se iba a convirtiéndose en una atracción irrefrenable. Esto es una extraordinaria historia de amor donde descubrirá que, a veces, el amor no está muy lejos de cada uno de nosotros.
Kaitlin se enamoró de Alan a primera vista, pero no consiguió conquistar su corazón ni siquiera después de tres años de matrimonio. Cuando su vida estaba en juego, él lloraba ante la tumba de su amada. Eso fue la gota que colmó el vaso. "Divorciémonos, Alan", dijo Kaitlin. Después del divorcio, Kaitlin prosperó en su nueva vida, ganando fama internacional como diseñadora. Recuperó la memoria y reivindicó su legítima identidad como heredera de un imperio joyero, al tiempo que asumía su nuevo papel como madre de dos preciosos gemelos. El pánico se apoderó de Alan cuando vio a los pretendientes alrededor de su exesposa. "Me equivoqué, cariño. Por favor, déjame ver a nuestros hijos", le suplicó Alan.
Durante sus tres años de matrimonio con Colton, Allison ocultó su verdadera identidad y se esforzó de todo corazón para apoyarlo. Sin embargo, fue traicionada y abandonada por su esposo infiel. Desanimada, ella se propuso redescubrir su verdadero yo: una perfumista de talento, el cerebro de una famosa agencia de inteligencia y la heredera de una red secreta de hackers. Al darse cuenta de sus errores, Colton expresó su arrepentimiento: "Sé que metí la pata. Por favor, dame otra oportunidad". Sin embargo, Kellan, un magnate que se suponía que era discapacitado, se levantó de su silla de ruedas, tomó la mano de Allison y se burló desdeñosamente: "¿Quieres que te acepte de nuevo? Sigue soñando".
Como simple asistenta, enviar un mensaje al CEO en plena noche para solicitar películas pornográficas fue un movimiento audaz. Como era de esperar, Bethany no recibió ninguna película. Sin embargo, el CEO le respondió que, aunque no tenía películas para compartir, podía ofrecerle una demostración en directo. Tras una noche llena de pasión, Bethany estaba segura de que perdería su trabajo. Pero en lugar de eso, su jefe le propuso: "Cásate conmigo. Por favor, considéralo". "Sr. Bates, está bromeando, ¿verdad?".
Sólo hace falta un segundo para que el mundo de una persona se derrumbe. Este fue el caso de Hannah. Durante cuatro años le entregó todo su amor a su marido, pero un día él le dijo fríamente: "Divorciémonos". Hasta ahora se dio cuenta de que todos sus esfuerzos de los últimos años fueron en vano. Su marido no la amó. Mientras ella procesaba la noticia, la voz indiferente continuó: "Deja de fingir que estás sorprendida. Nunca dije que te amaba. Mi corazón siempre ha pertenecido a Eliana. Sólo me casé contigo para apaciguar a mis padres". El corazón de Hannah se rompió en un millón de pedazos cuando firmó los papeles del divorcio, marcando el final de su reinado como esposa devota. La mujer fuerte que tenía dentro rápidamente se manifestó. En ese momento, juró no volver a depender de un hombre nunca más. Su aura era extraordinaria cuando se embarcó en el viaje por encontrarse a sí misma y dominar su propio destino. Cuando regresó, había madurado mucho y era completamente diferente de la esposa dócil que todos conocieron. "¿Qué estás haciendo aquí, Hannah? ¿Es tu truco para llamar mi atención?", preguntó su arrogante exmarido. Antes de que pudiera responder, un CEO autoritario apareció de la nada y la tomó en sus brazos. Él le sonrió y, en tono de amenaza, dijo: "Sólo para advertirle, señor, ella es mi amada esposa. ¡Aléjese de ella!". El exmarido no podía creer lo que oía. Él pensó que ningún hombre se casaría jamás con Hannah, pero ella le demostró que estaba equivocado. Pensó que ella nunca lograría nada. No sabía que habría aún más sorpresas por venir...
Anoche pasé una noche erótica con un desconocido en un bar. No soy una mujer al azar. Hice esto porque estaba muy triste ayer. El novio que había estado enamorado de mí durante tres años me dejó y se casó rápidamente con una chica rica. Aunque actúo como si nada hubiera pasado delante de mis amigos, estoy muy triste. Para aliviar mi estado de ánimo, fui solo al bar y me emborraché. Accidentalmente, me encontré con él. Él es más que atractivo e increíblemente sexy. Como el deseo controlaba mi mente, tuve una aventura de una noche con él. Cuando decidí olvidarme de todo y seguir adelante, descubrí que mi aventura de una noche se convirtió en mi nuevo jefe. Un tipo posesivo.