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Mi cuerpo quema, arde. Siento esa desconocida corriente surgir en mi cabeza; más exactamente en la parte baja de mi cerebro, donde está ubicado el atlas. Siento como se expande, como corre por mi columna vertebral, como se pasa a mis nervios y luego a todo mi cuerpo. ¿Por qué él? De todos los hombres en este mundo, tiene que ser él. El caballero negro, el negro azabache. Esto es una locura. Nunca creí que podría ser él, el hombre al que toda mi legión odia, el hombre al que todos temen. Siento el abrazador calor llegar hasta mis ojos y justo ahí, todo se vuelve blanco; un blanco intenso, puro, casi cegador. Mi color, un color contrario al de él.
Mes 04, día 03/4.092
-Vamos cariño, puja –Wendell alentaba a la hermosa mujer en la camilla sumergida en el agua. Wendy, como se hacía llamar, lo observaba con sus ojos rojo escarlata sumamente abiertos. Estaba asustada. El parto se había adelantado y ella no estaba preparada, no se sentía preparada. Y si a eso le sumaba que su pequeño tesoro, William, estaba en casa con la esposa de Marco Aurelio Whedermell, el miedo aumentaba por mil.
-Tengo miedo, Wendell –Sus ojos color violeta se suavizaron y la miraron con amor.
-Todo estará bien, ya verás que ella y tú estarán bien –Ignoro el dolor que atravesó su mano cuando ella apretó con fuerza y besó su frente.
-Un poco más, señora Altermayer, un poco más –Wendy quiso gritarle al doctor. Lo creía un inepto en ese momento. Como a él no se le estaban desgarrando las entrañas por eso la presionaba. Lo maldijo decenas de veces e incluso deseo que algún día le tocara dar a luz.
Una hora más paso. Ella se sentía exhausta, quería dormir.
-Vamos, amor. Un poco más, una última –No sabía cómo darle ánimos, ella lucia terriblemente cansada. Era la segunda vez que pasaba por esto. Ella era tan menuda que le daba miedo que no aguantara. Ella apretó su mano pujando con todas sus fuerzas.
Todo se hizo silencio. La tensión en el cuerpo de su esposa desapareció y pronto un llanto inundo la sala acuática de parto.
-Felicidades, señora, es una hermosa bebé –Sus manos temblorosas tomaron a la pequeña. Tenso. Así quedo después de ver sus ojos blancos.
No.
No podía ser ella. No su hija.
Un dolor en el pecho se extendió como si de fuego se tratase. La respiración le fallo y el aire se cortó de golpe.
Casi grita de júbilo cuando sus ojos pasaron a violeta. Nunca había amado tanto ese color como ahora. Dejo un beso y la acerco a la madre que lloraba de emoción.
Ella estaba a salvo. Ella no era el sacrificio.
Durante tres años de matrimonio, Chelsea siempre fue una esposa devota de Edmund. Pensó que su amor y atención algún día derretirían el frío corazón del hombre, pero resultó que estaba equivocada. Finalmente, no pudo soportar más la decepción y decidió poner fin a su matrimonio. Edmund siempre pensó que su esposa era aburrida. Así que se sorprendió cuando Chelsea de repente le arrojó los papeles de divorcio frente a todos en la fiesta de cumpleaños de Nelson. ¡Qué humillación! Después de eso, todos pensaron que la pareja nunca se volvería a ver, y Chelsea pensó lo mismo. Sin embargo, se equivocó una vez más. Tiempo después, en una entrega de premios, Chelsea subió al escenario para aceptar el premio al Mejor Guión, mientras que su exmarido, Edmund, fue quien le entregaría el premio. Cuando le dio el trofeo, de repente la agarró de la mano y humildemente le rogó frente a la audiencia, "Chelsea, lamento no haberte apreciado antes. ¿Podría darme otra oportunidad?". Chelsea solo lo miró con indiferencia, "Lo siento, señor Nelson. Ahora solo me importa mi negocio". El corazón de Edmundo se rompió en mil pedazos. "Chelsea, no puedo vivir sin ti". Pero su exesposa se fue sin dudar un momento. ¿Es una buena idea para ella centrarse en su carrera? De cualquier manera, los hombres solo la distraerían, especialmente, su exesposo.
"Tú no perteneces aquí. Lárgate". Hanna, la hija legítima de Wheeler, regresó sólo para ser expulsada por su familia. Su prometido la engañaba con la hija impostora, sus hermanos la despreciaban y su padre la ignoraba. Entonces, se cruzó con Chris, el formidable líder de la familia Willis y tío de su prometido. "Hagamos como si nunca hubiera pasado", dijo ella. Sin embargo, a pesar de la esperanza de Hanna de separarse, Chris insistió en que fuera responsable. Él amenazó con revelar los verdaderos talentos de Hanna como doctora sobresaliente, guionista brillante y cerebro de un famoso estudio de diseño, obligándola a casarse. Una vez le pidieron a Chris que protegiera a alguien. El destino los reunió en circunstancias delicadas. Él había planeado mantener su promesa y proporcionar un refugio seguro, sólo para descubrir que Hanna estaba lejos de ser la delicada mujer que parecía. Era ingeniosa y astuta...
"Tú necesitas una novia y yo un novio. ¿Por qué no nos casamos?". Abandonados ambos en el altar, Elyse decidió casarse con el desconocido discapacitado del local de al lado. Compadecida de su estado, la chica prometió mimarlo una vez casados, pero no sabía que en realidad era un poderoso magnate. Jayden pensaba que Elyse se había casado con él solo por su dinero, por eso planeaba divorciarse cuando ya no le fuera útil. Sin embargo, tras convertirse en su marido, él se enfrentó a un nuevo dilema: "Ella sigue pidiéndome el divorcio, ¡pero yo no quiero! ¿Qué debo hacer?".
Se rumoreaba que Fernanda, recién vuelta con su familia, no era más que una violenta pueblerina. Pero Fernanda se limitaba a esbozar una sonrisa despreciativa. Otro rumor sugería que Cristian, normalmente racional, había perdido el juicio, locamente enamorado de Fernanda. Esto la frustró. Podía tolerar los cotilleos sobre sí misma, ¡pero calumniar a su amado era pasarse de la raya! Poco a poco, a medida que salían a la luz las múltiples identidades de Fernanda como célebre diseñadora, experta jugadora, reconocida pintora y exitosa magnate de los negocios, todos se daban cuenta de que eran ellos quienes habían sido engañados.
Yelena descubrió que no era la hija biológica de sus padres. Después de darse cuenta de que intentaban venderla por conseguir una inversión, la enviaron a su lugar de nacimiento. Allí descubrió que en realidad era la heredera de una familia opulenta. Su verdadera familia la colmó de amor y adoración. Ante la envidia de su supuesta hermana, Yelena superó todas las adversidades y se vengó, al tiempo que demostraba su talento. Pronto llamó la atención del soltero más codiciado de la ciudad. Él acorraló a Yelena y la inmovilizó contra la pared. "Es hora de revelar tu verdadera identidad, querida".
Danielle reveló sus múltiples identidades secretas. "Ya soy la mujer más rica. ¿Por qué no te casas conmigo? Puedo convertirte en el hombre más respetado". Después de regresar a casa como la legítima heredera, Danielle descubrió que no era bien aceptada por sus padres, peor aún, era despreciada por su hermana y aborrecida por su hermano. Sin más opciones, Danielle tuvo que reanudar sus actividades anteriores, ganándose la vida mientras mantenía ocultas sus otras identidades. Para su sorpresa, Shawn se enteró de sus secretos y le propuso: "Cásate conmigo y haré de ti la mujer más respetada de esta ciudad".