/0/5051/coverbig.jpg?v=40dce092b477835d1146b622434c2e89)
Nazo es un joven con un talento para resolver enigmas y tiene cierta obsesión con cualquier cosa que le llame la atención, lamentablemente es manipulador, egoísta y le importa muy poco la forma en que hace sentir a las personas a su alrededor, se defiende bajo el argumento de que la verdad es la única forma digna de vivir. sus pensamientos encuentran un dilema al conocer a Sara con quien convivirá en un lugar que se llena de misterios que rodean a la chica y su familia, en un pueblo donde muchas conveniencias suceden y al parecer algunas personas estarían involucradas en ciertos sucesos extraños, también terminara por darse cuenta de que no solo Sara tiene sus propios secretos.
Sin importar cuanto te alejes, cuanto huyas o las maneras astutas que encuentres de zafarte, siempre volverás a toparte con algo que llamara tu atención Nazo. Esas palabras seguían en su mente aun intentando retomar el sueño que había perdido por el reciente ruido que ocasionaba su hermana en la planta baja.
- ¡Nazo levántate ¡- exclama su hermana en un tono dulce- esa voz tan afable y ese tono de ternura y entendimiento, es falsa - ¡Nazo más vale que estés despierto o te meteré una patada en tu estúpido trasero ¡- si esa sonaba más como ella
El desayuno se habría sentido bien de no ser por la reciente mirada amenazante de su hermana Jane quien le juzgaba muy duramente por sus acciones futuras, era perfecto ahora no podía ni decir uno de sus chistes matutinos sobre el crecimiento de su nuevo grano, definitivamente le patearía el trasero, Nazo intento evadir completamente la tensión del ambiente leyendo el periódico actuando como un adulto responsable, el silencio terminaría por comérselos sin embargo, incluso en la oscuridad hay esperanza y su salvación apareció con James entrando a la cocina
- Buenos días – James levanta su mirada y se sorprende – no sabía que estabas aquí Jane
- Gracias al cielo un poco más y tendría que ir por mis herramientas- responde Nazo rápidamente soltando el aburrido periódico
- ¿de qué hablas? – pregunta James observando la escena
- Se refiere al muro de Berlín que tenemos ahora entre ambos
- ¿Sigues enojada con el Jane? – pregunta James a la par que se sienta
- Espero que esta vez puedas hacer amigos – responde Jane evadiendo la pregunta de James
- ¿te preocupas por mí? Es extraño teniendo en cuenta que amenazabas con patear mi trasero hace unos minutos
- Eres un idiota- responde riendo
- Tengo que irme, llegare tarde – le dedica una mirada a James- y no queremos eso ¿verdad?
- Suerte – responde sabiendo a lo que se refería su mejor amigo
Nazo toma su mochila y saca de ella unas pastillas acto seguido toma 2 de ellas, James se acerca a él y se cruza de brazos
- ¿acabas de tomar dos? – pregunta tontamente
- Bueno es simple, más dolor más pastillas
- ¿Qué tanto te duele? – pregunta mirándolo extrañado
- Mi espalda está bien – responde cerrándole toda oportunidad
- ¿creí que ella no quería verte ni en pintura? – pregunta cambiando el tema
- Si y tú crees que mi dolor es porque no me he disculpado con ella
- El dolor psicológico puede...
- Brutal hermano – Nazo se pone su mochila al hombro interrumpiendo a James – te di unja oportunidad y respondiste exactamente de la misma forma ¿sabes en que te convierte eso?
- En un buen amigo que se preocupa
- No, en un idiota
Nazo se dirige a su universidad, la nueva lugar donde se encontraba no debería representar un cambio para él, aun cuando era tan aislado ahora se encontraban en un pueblo costero alejado, ya desde antes había estado cambiando de lugares, no reconocía ninguno como un hogar, sin amigos, sin pareja y sin ningún tipo de ataduras, James era su mejor amigo le conoció de una manera muy inusual y es el único sujeto que ha permanecido con él a pesar de sus peores actitudes, su hermana por otra parte solo era para él un recuerdo crudo de sus padres y en definitiva él tenía un gran problema con ellos aunque no significara que eso debería aplicarse a Jane, el camino no fue tan largo como para que siguiera pensando en tantas cosas, tomar el metro en esa pequeña ciudad era ágil y un proceso rápido, el lugar al que se habían decidido mudar era bastante peculiar él podría hasta pensar que de alguna manera es atraído hacia lugares extraños, llego al lugar de introducción y una chica de pelo rubio le explico con detalle y amabilidad el funcionamiento de la universidad y cada lugar que el debería conocer, los esfuerzos de Nazo fueron suficientes para pasar a la carrera en la que estaba interesado y esperaba que esta fuera una temporada tranquila y sin sorpresas.
- Bueno eso es todo lo básico, lo demás lo podrás descubrir tú mismo – responde la amable chica terminando con una sonrisa
- Gracias por el recorrido, ya me encargaré del resto – responde Nazo
- Tu carrera es psicología, ¿te gusta o solo es por el dinero?
- El morbo es más gratificante, la idea de saber algo sobre alguien más y poder utilizarlo luego es algo que me gusta
- Eso es poco ético ¿no crees?
- No, que va – responde rápidamente a la par que saca de nuevo sus pastillas y toma otras dos - ¿Dónde está la cafetería?
- Por allá - señala y se despide
Cruza el pasillo para llegar a la cafetería y rebusca en su cartera algo de dinero, en eso no debía preocuparse su padre aun siendo un idiota insistía en que Nazo era su responsabilidad, eso era mejor que decir que el dinero solo lo enviaba a Jane y ella lo repartía, se sentó a disfrutar de su primer café mientras estiraba los músculos de su espalda tratando de calmar el dolor que parecía aumentar, se disponía a probar su café cuando un sujeto de cabello rubio paso rápidamente por su lado y derramo su café, su enojo no se notó y mantuvo su calma buscando con ojos de asesino al responsable de no probar su maldito café, el culpable siguió su paso apresurado y se metió en una de los pasillos transversales, Nazo se levantó con intenciones de vengarse y trato de interceptarlo, había visto el mapa en la entrada y lo memorizo así logrando su objetivo, pero en vez de encontrar a la victima de su venganza le encontró tendido en el suelo, ya varias personas se habían acercado al lugar al parecer se había desmayado de la nada, Nazo se acercó a él y reviso sus signos, seguía con vida pero sus latidos eran difícilmente perceptibles, levanto sus parpados para revisarlos y sus reflejos eran anormales
- ¿Qué es lo que le pasa?
- Parece un coma – responde Nazo
- ¿Qué lo provoco?
- No lo sé – responde levantándose
- Hay que hacerle RCP – responde uno de las personas del lugar
- Déjame adivinar, estudias medicina
- Si claro
- Te aconsejo que vuelvas a estudiar para que sirve el RCP - responde Nazo mientras el rostro del sujeto se torna avergonzado
Al poco tiempo llegaron a la escena algunos médicos y se llevaron al chico sin dar ningún tipo de explicación a nadie, parecía que nadie conocía, Nazo continuaba meditando sobre lo que sucedió, por la forma en que el sujeto se movía apresurado cuando tumbo su café le hizo pensar que huía de algo y al encontrarse en ese estado podría confirmar su teoría, reviso con su vista la escena y noto una anomalía, el bolso del sujeto no estaba con él, antes lo tenía debido a que con él fue que provocó el accidente del café, observo con detenimiento el lugar hasta que sus ojos se centraron en un objeto bajo una de las mesas de descanso que habían en el lugar.
La vida de Estelle era como un cuento de hadas, llena de amor y promesas. Sin embargo, la tragedia llegó el día de su boda. El padre de Estelle y los padres de Cristofer estuvieron involucrados en un accidente automovilístico que les quitó la vida al instante. La pérdida fue devastadora para Cristofer, lo que lo hizo caer en una profunda tristeza y enojo hacia Estelle. Una tragedia tras otra, Estelle se encuentra luchando contra el cáncer, la desilusión y el engaño. En un mundo donde todo parece perdido, Estelle debe profundizar para encontrar la fuerza para luchar por lo que más ama. **** La voz magnética pero fría de Cristofer sacó a Estelle de su ensueño: "¡Firma el papel de divorcio ahora!". Estelle se recostó, se sentó y preguntó: "¿Bebiste?". "No es asunto tuyo." "Beber es malo para el estómago". "Necesito beber para no sentir asco al tener sexo contigo". "¿No podías esperar para divorciarte de mí?" Su voz sonaba débil. Ella le dio la espalda cuando el humo casi la sofocó, y comenzó a toser de nuevo. "Sabes eso, ¿verdad?" Cristofer respiró deliberadamente una bocanada de humo en su dirección y se sintió inexplicablemente satisfecho al verla toser y temblar.
"Tú no perteneces aquí. Lárgate". Hanna, la hija legítima de Wheeler, regresó sólo para ser expulsada por su familia. Su prometido la engañaba con la hija impostora, sus hermanos la despreciaban y su padre la ignoraba. Entonces, se cruzó con Chris, el formidable líder de la familia Willis y tío de su prometido. "Hagamos como si nunca hubiera pasado", dijo ella. Sin embargo, a pesar de la esperanza de Hanna de separarse, Chris insistió en que fuera responsable. Él amenazó con revelar los verdaderos talentos de Hanna como doctora sobresaliente, guionista brillante y cerebro de un famoso estudio de diseño, obligándola a casarse. Una vez le pidieron a Chris que protegiera a alguien. El destino los reunió en circunstancias delicadas. Él había planeado mantener su promesa y proporcionar un refugio seguro, sólo para descubrir que Hanna estaba lejos de ser la delicada mujer que parecía. Era ingeniosa y astuta...
Anoche pasé una noche erótica con un desconocido en un bar. No soy una mujer al azar. Hice esto porque estaba muy triste ayer. El novio que había estado enamorado de mí durante tres años me dejó y se casó rápidamente con una chica rica. Aunque actúo como si nada hubiera pasado delante de mis amigos, estoy muy triste. Para aliviar mi estado de ánimo, fui solo al bar y me emborraché. Accidentalmente, me encontré con él. Él es más que atractivo e increíblemente sexy. Como el deseo controlaba mi mente, tuve una aventura de una noche con él. Cuando decidí olvidarme de todo y seguir adelante, descubrí que mi aventura de una noche se convirtió en mi nuevo jefe. Un tipo posesivo.
Eveline se casó con Shane, un obstetra, a la edad de 24 años. Dos años más tarde, cuando estaba embarazada de cinco meses, Shane abortó al bebé él mismo y procedió a divorciarse de ella. Fue durante estos tiempos oscuros que Eveline conoció a Derek. Él la trató con ternura y le dio el calor que nunca antes había sentido ella. También le causó el mayor dolor que jamás había tenido que soportar. Eveline solo se hizo más fuerte después de todo lo que experimentó, pero ¿podría soportar la verdad cuando finalmente se revelara? ¿Quién era Derek detrás de su carismática fachada? ¿Y qué haría Eveline una vez que descubriera la respuesta?
Tras ser expulsada de su casa, Harlee se enteró de que no era hija biológica de su familia. Se rumoreaba que su empobrecida familia biológica favorecía a los hijos varones y planeaba sacar provecho de su regreso. Inesperadamente, su verdadero padre era multimillonario, lo que la catapultó a una inmensa riqueza y la convirtió en el miembro más apreciado de la familia. Mientras esperaban su desgracia, Harlee poseía en secreto patentes de diseño valoradas en miles de millones. Por su brillantez, fue invitada como mentora a un grupo nacional de aviación, atrajo el interés de varios pretendientes adinerados y llamó la atención de un misterioso personaje, ascendiendo a la cima del mundo.
Sabrina tardó tres años enteros en darse cuenta de que su marido, Tyrone, era el hombre más despiadado e indiferente que jamás había conocido. Él nunca le sonrió y mucho menos la trató como a su esposa. Para empeorar las cosas, el regreso del primer amor del hombre no le trajo a Sabrina nada más que los papeles del divorcio. Con la esperanza de que todavía hubiera una posibilidad de salvar su matrimonio, le preguntó: "Tyrone, aún te divorciarías de mí si te dijera que estoy embarazada?". "¡Sí!", él respondió. Al comprender que ella no significaba nada para él, Sabrina finalmente se rindió. Firmó el acuerdo de divorcio mientras yacía en su lecho de enferma con el corazón hecho pedazos. Sorprendentemente, ese no fue el final para la pareja. Fue como si Tyrone despejara la mente después de firmar el acuerdo de divorcio. El hombre que alguna vez fue tan desalmado se arrastró junto a su cama y le suplicó: "Sabrina, cometí un gran error. Por favor, no te divorcies de mí. Te prometo que voy a cambiar". Sabrina sonrió débilmente, sin saber qué hacer…