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Circe Price tiene muchas heridas que no sanan, ha decidido esconderse y ser precavida, no sólo para salvar su corazón, sino también su vida. Deim Luxfero odia todo lo que tenga que ver con su padre, es así que se niega a cumplir con su trabajo. ¿Qué pasa cuando la representación del miedo se topa con un ser lleno de dolor?, ¿qué puede salir mal? Quizás todo, después de todo, las cicatrices que no se ven, suelen ser las más profundas. Serie Luxfero, libro 25.
Ella observa con tristeza y alegría la casa donde alguna vez creyó ser feliz. Así había sido, todo había sido un cuento de hadas, al principio, claro; porque después había sido una película de horror.
Por suerte, todo aquello no era más que un horrible sueño del que había despertado, ahora sólo tenía que aprender a vivir, de nuevo, y para esto, ella debía comenzar en otro lugar, y así lo haría.
- Todo listo señorita –dijo el hombre mayor. Ella vuelve la cabeza para verlo parado junto a la puerta trasera, abriéndola para ella.
- Gracias –dice subiendo al taxi con la ayuda del caballero, él cierra la puerta y camina hacia la puerta del piloto.
El hombre comienza a conducir, debe llevarla hasta el aeropuerto, de ahí a Cambridge, donde sería su nuevo hogar permanente.
***
- Estoy harto de esto –dice él observando a su madre salir de aquella habitación.
- No pasa nada cariño, sabes que así como viene se va –dice ella como si nada hubiese pasado.
- No me importa si es mi padre, me gustaría matarlo con mis propias manos –aprieta los puños conteniendo lo más que puede la ira.
- Cariño, está bien si te enfadas, pero no digas esas cosas horribles –se acerca y toma suave sus brazos–. Sé que tu padre no es la mejor persona del mundo, ni el mejor padre, pero hay algo por lo que le estaré agradecida por siempre –dice cogiendo su mano entre las suyas–, tú, eres lo mejor que me ha pasado en la vida, y sin él, no sería posible.
- Tengo que irme, te veo después mamá –dice antes de darle un beso en la mejilla a modo de despedida.
Había salido rápido de ahí, no soportaba la situación a la que su padre había sometido a su madre, de verdad deseaba que ese bastardo estuviera muerto, igual que todos, los que eran como él.
Sarah siempre se había considerado normal, no ansiaba nada más que una vida tranquila. Pero todo esto cambio cuando Slycifer apareció en su vida. Aquel hombre hermoso y sexi, se robo todo de ella. Sin embargo, él esconde un oscuro secreto, uno del cual ella no puede escapar. Debemos tener cuidado con los extraños, así evitamos... una siniestra atracción. Serie Luxfero 24.5
El día de su aniversario de boda, la amante de Joshua drogó a Alicia, que acabó en la cama de un desconocido. En una noche, Alicia perdió su inocencia, mientras la amante de Joshua llevaba a su hijo en el vientre. Desconsolada y humillada, Alicia pidió el divorcio, pero Joshua lo consideró una rabieta más. Cuando finalmente se separaron, ella se convirtió en una artista de renombre, admirada por todos. Consumido por el remordimiento, Joshua se acercó a su puerta con la esperanza de reconciliarse, solo para encontrarla en brazos de un poderoso magnate. "Saluda a tu cuñada", dijo este.
El día de su boda, Khloe fue inculpada de un delito que no había cometido por su hermana y su novio. Fue condenada a tres años de prisión, donde soportó mucho sufrimiento. Cuando finalmente liberaron a Khloe, su malvada hermana utilizó a su madre para obligarla a mantener una relación indecente con un anciano. El destino quiso que Khloe se cruzara en su camino con Henrik, un elegante y despiadado mafioso, así cambió el curso de su vida. A pesar de su frialdad, Henrik quería a Khloe como nadie. La ayudó a vengarse de sus enemigos y evitó que volviera a sufrir acoso.
Kallie era una muda. Su marido la ignoró durante cinco años desde su boda, no solo esto, ella hasta sufrió un aborto por culpa de su cruel suegra. Tras el divorcio, Kallie se enteró de que su exmarido se había prometido rápidamente con la mujer que realmente amaba. Sujetando su vientre ligeramente redondeado, se dio cuenta de que él nunca se había preocupado realmente por ella. Decidida, ella lo dejó atrás, tratándolo como a un extraño. Sin embargo, tras su marcha, ese hombre recorrió el mundo para buscarla. Cuando sus caminos volvieron a cruzarse, Kallie ya había encontrado una nueva felicidad. Por primera vez, él se humilló ante ella y le suplicó: "Por favor, no me dejes...". Pero la respuesta de Kallie fue firme y despectiva, cortando cualquier vínculo entre ellos: "¡Lárgate!".
En su borrachera, Miranda se acercó audazmente a Leland, sólo para encontrarse con su mirada fría. La inmovilizó contra la pared y le advirtió: "No me provoques. Dudo que puedas soportarlo". Poco después, su compromiso se canceló, dejándola en la indigencia. Sin otras opciones, Miranda buscó refugio con Leland. Con el tiempo, asumió el papel de madrastra, cuidando a su hijo. Llegó a comprender que la decisión de Leland de casarse con ella no se debía solo a que ella era obediente y fácilmente controlada, sino también porque se parecía a alguien que él apreciaba. Ante la solicitud de divorcio de Miranda, Leland respondió con un abrazo desesperado y una súplica para que reconsiderara su decisión. Miranda, impasible, respondió con una sonrisa de complicidad, insinuando un cambio en su dinámica. El señor Adams, que siempre fue el controlador, ahora parecía ser el atrapado.
Mi familia era pobre y tenía que trabajar medio tiempo todos los días solo para pagar las cuentas y estudiar en la universidad. Fue entonces cuando la conocí, la chica bonita de mi clase con la que todos los chicos soñaban salir. Era muy consciente de que ella era demasiado buena para mí. De todos modos, reuniendo todo mi coraje, le dije que me había enamorado de ella. Para mi sorpresa, accedió a ser mi novia. Me dijo, con la sonrisa más bonita que he visto en mi vida, que quería que el primer regalo que le diera fuera el último iPhone de gama alta. Un mes después, mi arduo trabajo finalmente valió la pena. Pude comprar lo que ella quisiera. Sin embargo, la pillé en el vestuario besando al capitán del equipo de baloncesto. Incluso se burló despiadadamente de mis defectos. Para colmo, el tipo con el que me engañó me dio un puñetazo en la cara. La desesperación se apoderó de mí, pero no pude hacer nada más que tirarme en el suelo y dejar que pisotearan mi orgullo. Cuando nadie lo esperaba, mi padre me llamó de repente y mi vida cambió. Resulta que soy el hijo de un multimillonario.
Se suponía que mi matrimonio con Mathias me haría la mujer más feliz del mundo. Aunque sabía que él no me amaba, pensé que se enamoraría de mí una vez que lo colmara de amor. Ya pasaron cinco años y Mathias me trataba como a una cualquiera. Para colmo, conoció a su verdadero amor y cortó todos los lazos conmigo por culpa de ella. Él la presentó a todo el mundo; algo que nunca hizo por mí. Su infidelidad me llevó a la depresión. Me sentía totalmente destrozada. Tristemente, incluso en mi lecho de muerte, mi supuesto marido nunca apareció. Cuando volví a abrir los ojos, sabía que el destino me había dado una segunda oportunidad. Yo todavía era la esposa de Mathias y pasamos dos meses antes de que conociera a su verdadero amor. En esta vida, me negué a que él volviera a lastimarme. Consciente del gran error de mi antigua yo, le pedí el divorcio. Mathias rompió los papeles del divorcio una y otra vez y al mismo tiempo me encerró. "¡Rylie, deja de hacer estupideces! ¡Hacerte la difícil no me funciona!". Para demostrarle que hablaba muy en serio, seguí adelante y solicité a la justicia. Finalmente entró en pánico. Abandonó a la "mujer de sus sueños" y se arrastró a mi lado. "Por favor, dame una segunda oportunidad, Rylie. Te prometo amarte con todo mi corazón. Serás la única mujer en mi corazón de ahora en adelante. No me dejes, ¿de acuerdo?". Una guerra estalló en mi mente. Por un lado, no quería que me hicieran daño otra vez. Pero, por otro lado, no quería dejar ir al hombre que amaba tanto. ¡¿Qué debo hacer?!