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Mia no es una chica normal, desde pequeña fingió ser una simple mundana, para así protegerse de las consecuencias de su verdadera identidad. Su existencia es el gran secreto de sus padres, cuando su madre muere se hace imposible ocultar la verdad, Mia obtiene los poderes que le corresponden por herencia. Ya no puede ser una simple chica que juega a escapar y ocultarse, ahora hay mucho más en juego, un mundo nuevo que descubrir lleno de razas, pero ninguna igual a la de ella, ella es única. Con su llegada aprese una antigua profecía convirtiéndola en la criatura más buscada del reino de Ganondorf exponiéndola a graves peligros y obstáculos que tienen el objetivo de hacerla más fuerte y prepararla para su destino. Un reino que ha sido oprimido por dos años espera por su verdadera reina.
Todo su plan había salido a la perfección, la reina había muerto y nadie sospechaba de él, a pesar de que era el único heredero del reino de Ganondorf. Debía fingir tristeza y dolor por la muerte de su madre pero en verdad en su frío corazón no había nada más que el odio fomentando por su cruel padre y su amada.
El antiguo rey era un simple mundano que vivió con envidia de su esposa, ella no solo era bella e inteligente también era la fuente de vida de todo el reino. Fingió toda una vida que estaba locamente enamorado de la reina, en verdad solo amaba las riquezas que venían con el poder, también aquellos poderes que le fueron concebidos al ser coronado, eso era algo que ningún mundano obtendría nunca.
Las campanas comenzaron su canto, aquello solo significaba que el acto de coronación estaba por empezar, el momento había llegado ya no había marcha atrás.
Con sus manos alisó su traje rojo con diamantes y rubíes incrustados e hizo una seña a los guardias para que las puertas se abrieran y así fue en cuestión de segundos que divisó la sala del trono con los líderes de todos los clanes.
Las trompetas comenzaron su canto, con la frente en alto caminó sobre la alfombra que lo llevaría a su futuro trono, se encontraba tan nervioso que las manos le sudaban pero nada era más importante que mantener su cuerpo erguido, no podía demostrar debilidad ante sus súbditos.
En sus manos estaría el poder que mantendría todo el reino en orden y solo por eso no podían hacerle daño pero eso no evitaría que se le revelaran, tenía que mostrar su poder en su máximo esplendor, demostrar lo grande que era, así nadie osaría cuestionarlo.
De su espalda salieron dos hermosas alas tan negras como la noche más oscura, eran gigantes y lo serían más cuando obtuviera el poder que le correspondía por derecho.
Llegó al final de su camino hasta estar frente a Meriel, la banshee que se encargaría del ritual de su coronación. Estaba molesto porque Fairud jefa de su clan y por ende la más poderosa del reino se había negado a dejar el Gremio del Espiral para asistir a su coronación, si fuera cualquier otra especie lo habría considerado traición pero las banshees tenían sus propias leyes y no se regían por ninguna tradición del submundo. Eran tan poderosas porque su magia provenía de la energía y no de la naturaleza.
Neahm era la primera hija de Fairud por su antigüedad era casi tan poderosa como su madre pero de ella no se sabía nada desde hace diecinueve años, él nunca la conoció pues desapareció antes de su nacimiento.
Trato de olvidar su molestia para concentrase en lo verdaderamente importante. Aquel era su momento, por el que tanto se había sacrificado.
-Pueblo de Ganondorf estamos hoy aquí para darle el recibimiento al príncipe Dustin Aias Regium en su ascenso a la corona -dijo la banshee, luego tomó la corona del difunto padre del futuro rey, esta era de oro y plata con esmeraldas, diamantes y otras joyas preciosas, era hermosa y aún más brillante cuando los rayos de sol se reflejaban en ella. La elevó y murmuró palabras en algún idioma que solo ellas entendían, llevó una de sus manos a la cabeza del príncipe, quién se había incado cuando empezó el ritual. Todos contemplaban aquel momento con tristeza por la muerte de la reina pero orgullosos de ver a su hijo ocupar su lugar.
El príncipe podía sentir el poder que recibía de la corona, pudo ver a través de los ojos de los antiguos reyes, descubriendo los más oscuros secretos de los antiguos monarcas, escucho conversaciones pasadas, descubriendo profecías que Marissa mantuvo ocultas no solo de él también de todo el reino. Sintió como su poder aumentaba pero aún no sentía esa conexión con la naturaleza, esa de la que tanto su madre le habló.
Le había dicho que el día que se volvió reina pudo sentir las olas del mar chocando contra las piedras, el sonido del viento danzando por su reino, escuchó los latidos de cada animal que existía y sus pies le ardían por el fuego del infierno. Espero y espero pero nada, esa conexión nunca llegó aquello era un grave problema, ese poder era el que mantenía con vida todo el reino y él que lo hacía ser la especie más poderosa. Nadie podía enterarse o sospechar lo que estaba ocurriendo, a pesar de eso comprendía el porqué de lo que estaba ocurriendo, evidentemente la reina se guardó para sí más de un secreto.
-Príncipe Dustin jura amar y proteger más que así mismo a cada clan del reino
-Lo juro
-Jura ser justo, sabio a la hora de tomar decisiones y proteger con su propia vida el poder que le es otorgado
-Lo juro
-Jura mantener en secreto la memoria de sus antepasados
-Lo juro -la banshee colocó la corona sobre la cabeza del príncipe y continuó diciendo palabras extrañas, él sentía como se unía a él ajustándose a la forma de su cabeza. La mano de ella tocó el cuello del príncipe y con un simple toque aparecieron tatuajes que representaban la unión con aquella corona, solo la muerte podría separarlo ahora de lo que yacía en su cabeza.
-Yo Meriel Bolek tercera hija de Fairud Bolek hija de la energía del Gremio del Espiral te nombro a ti Dustin Aias Regium como él Rey de Ganondorf -. Se levantó sintiendo el nuevo poder que fluía por sus venas, abrió sus alas que ahora eran aún más grandes y fuertes que antes todo su pueblo se arrodilló ante él y llevaron una mano a su pecho y prometiendo lealtad al trono.
-Larga vida al rey -gritaron con orgullo los jefes de cada clan del submundo.
Una nueva época comenzaba para todos, sobre todo para Dustin quién ahora no solo tenía la tarea de proteger y mantener en orden a su pueblo, también tenía una más y secreta que tendría que descubrir a quién se la podría confiar.
El rey no era más que un impostor por hacerse de algo que aunque pensó que le pertenecía pero no era de él. Tenía un nuevo problema que sin duda resolvería del mismo modo que se abrió paso a su trono, ahora tendría que averiguar dónde se hallaba el verdadero rey o reina.
Mia, una mestiza de la realeza que ya no se puede ocultar Será parte de un juego que aún no tiene escrito un final Tendrá que enfrentar pruebas y sus poderes obtendrá Sus enemigos portan la máscara del engaño La guerra arrasará dejando destrucción a su paso Su felicidad es la llave que se esconde en el libro de una vieja habitación El amor no es lo que ella piensa y tendrá que elegir si ser solo la elegida o una guerrera
Abigail de veintidós años lleva diez meses desde que se graduó en una universidad de Colombia y tras su graduación decide abandonar su país ya que el hijo de un narcotraficante se obsesiona con ella, viaja a España tras la muerte de su padre intentando escapar de ese pasado que la tortura y en un intento de iniciar una nueva vida. Lo que no se esperaba es que junto al trabajo de sus sueños encontrará también algo más, que no buscaba pero que puso su vida de cabeza dándole un giro de ciento ochenta grados. No se imaginó que conocer a Kenneth traería esa felicidad que le fue arrebatada en Colombia. Kenneth es un hombre muy exitoso, que no se niega al amor, pero su prioridad es su trabajo, por lo que no tiene tiempo para citas, además lidia con una ex jefa loca que no hace más que acecharlo y espantar a las mujeres de su alrededor. Para él lo más importante es su familia, su trabajo y al amor lo dejó de lado hace mucho tiempo, no se imagina que alguien aparezca para cambiar ese orden al que está acostumbrado y poner su mundo de cabeza.
Como simple asistenta, enviar un mensaje al CEO en plena noche para solicitar películas pornográficas fue un movimiento audaz. Como era de esperar, Bethany no recibió ninguna película. Sin embargo, el CEO le respondió que, aunque no tenía películas para compartir, podía ofrecerle una demostración en directo. Tras una noche llena de pasión, Bethany estaba segura de que perdería su trabajo. Pero en lugar de eso, su jefe le propuso: "Cásate conmigo. Por favor, considéralo". "Sr. Bates, está bromeando, ¿verdad?".
Adamaris Campabell, sufre un accidente automovilístico, dónde su estado mental debido al golpe en la cabeza, pasa a ser el de una niña, aunque es consciente de algunas cosas, sus incoherencias avergüenzan a la familia Campabell, en especial a su padre. Quién ocultó aquella tragedia para que la empresa y la familia no se viera afectada siendo ella la heredera de la gran fortuna que dejó su difunta madre. La traición azota el corazón de Adamaris, quien al recuperar su estado mental se percata de los más vil, su hermana y ex prometido tiene un romance que ha sido aceptado por su propio padre, solamente por él beneficio social entre familias. Humillación, enojo y venganza, sentimientos que se despiertan en el corazón de la hermosa e inteligente Ada, por aquel falso amor de su prometido, por la cruel envidia de su hermana. Adamaris aprovecha la oportunidad que le ofrece la vida, cuando el destino coloca en su camino al hombre multimillonario y cruel que necesita una esposa que le dé un heredero. Adams Grey es prepotente, pero cauteloso en cada paso que da y Adamaris fue su ficha clave para contraer matrimonio y así, no permitir que su tío y primo tomarán posesión de la industria METALGREY. La cual deja grandes sumas de dinero y ha incrementado, gracias a él. Adamaris Campabell y Adams Grey se unieron por beneficio, él juró ayudarla a vengarse de los que le hicieron daño y ella, darle un heredero. Sin embargo el fingir amor complica la situación, el caos se desencadena cuando los que los rodean no quieren perder y aquel beneficio matrimonial se torna confuso y más para Adamaris. Su ex infiel la quiere recuperar ¿Será que Ada lo perdonará? ¿O Adams Grey se robó el corazón de Ada?
Durante tres arduos años, Emily se esforzó por ser la esposa perfecta de Braiden, pero él todavía se mantenía distante con ella. Cuando él le pidió el divorcio por otra mujer, Emily desapareció. Sin embargo, cuando reapareció más tarde, se convirtió en su última fantasía. Despidiendo a su ex con una sonrisa burlona, ella le desafió: "¿Te interesa una colaboración? ¿Quién te crees que eres?". Los hombres no le servían para nada; Emily prefería la independencia. Mientras Braiden la cortejaba sin descanso, descubrió las identidades secretas de Emily: hacker de alto nivel, chef, médica, talladora de jade, corredora clandestina... Cada descubrimiento aumentaba el desconcierto de Braiden. ¿Por qué los conocimientos de Emily parecían ilimitados? El mensaje de Emily era claro: destacaba en todos los aspectos.
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