Venus Smith, es una joven con un trajico destinó que la obligo a quedar huérfana a muy temprana edad por aquel trajico accidente dejandola en estado de Shock, cuando pensaba que no tenia a nadie mas en la vida es acojida por su unica tia quien la míma en su pobreza. ¿Pero que pasara cuándo por asares del destinó Taylor Baldwin? Un hombre de negocios frío, rico, egocéntrico y distante que no se preocupa más que por los negocios y por cualquier cosa que le traiga más dinero, decida rentar una esposa cuando sus abuelos se negaron a entregarle su empresa multimillonaria a menos que encontrara una novia y se casará. Taylor decidió alquilar una novia por un año para que sus abuelos le dieran la compañía y termina escojiendo a Venus sin siquiera conocerla, cuando la tia de esta, su empleada la encuentra escuchando su plan, el no puede arriesgarse a que nadie se entere que va a arquilar una esposa y la unica solucion rapida que encuentra es casarse con la sobrina de su empleada a cambio de un buen trato.
-Ya tienes treinta y cinco años ¿Cuándo piensas casarte? -Desmond Ryan le gritó a su nieto.
-Abuelo, tómatelo con calma, recuerda que el doctor dijo que no debes enojarte por el bien de tu salud -dijo un apuesto moreno con rostro estoico, mandíbula cincelada, ojos grises claro, que usaba un chaleco con camisa blanca y un pantalón negro.
Estaba sentado con una pierna cruzada sobre la otra, sus dedos entrelazados sobre sus rodillas, mientras miraba a sus abuelos con indiferencia.
Desmond miró a su nieto y se dio cuenta de que estar enojado no iba a funcionar, miró a su esposa que estaba sentada a su lado y se comunicaron con sus ojos antes de volver a mirar a su nieto.
-Pequeño Tay, somos tus abuelos y nos preocupamos por ti. Recuerda que te criamos después de que tus padres te abandonaron y se fueron a Australia, todo en nombre de un estúpido contrato, solo queremos lo mejor para ti -dijo con voz suave.
Pequeño Tay, ha sido su apodo desde que era un niño, les había dicho a sus abuelos que dejaran de llamarlo así, pero se negaron, alegando que siempre sería su niño pequeño y que no podía hacer nada más que aguantarlo mientras lo hicieran.
-Abuelo, lo sé y los amo a ambos por eso, también es la razón por la que estoy haciendo todo lo que puedo para hacerlos felices -Respondió Taylor con la misma voz suave.
Aba suspiró -Pero no nos estás haciendo felices, queremos que te cases, que tengas una familia propia ¿No lo entiendes? Ya tienes treinta y cinco años ¿Cuándo va a ser? ¿Hasta que cumplas cién?
-Abuela no me casaré pronto, solo quiero mantener a nuestra familia -Respondió Taylor.
-¿Mantener a nuestra familia? ¿Qué vas a mantener nuestra familia? -Soltó con incredibilidad -. Ya estás administrando cuatro empresas, tus padres están administrando dos en Australia, yo tengo una en Canadá, tu abuela te dió la herencia de sus padres que está en Francia, el Imperio Baldwin pronto se te será entregado a ti, eso es suficiente para mantenernos por otras mil generaciones de nuestra familia ¿De qué otra posición de nuestra familia estás hablando? -dijo Ryan, conteniendo su frustración y enojo.
-No es suficiente -Respondió Taylor con frialdad.
-¿No es suficiente? -Ryan se atragantó -. ¿Qué otra riqueza quieres? ¿Tomar todo el dinero del mundo?
Taylor se quedó pensativo por un momento.
-Si es posible -Respondió con indiferencia.
-¿QUÉ? -Sus abuelos gritaron, pero él solo sonrió.
-Abuelo, abuela, imaginen lo increíble que sería si nuestra familia poseyera todo el dinero del mundo -Expresó Taylor sonriendo espléndidamente.
Aba y Ryan se miraron preocupados.
-Creo que no tenemos otra opción -dijo Aba a su esposo.
Ryan asintió -Tienes razón -Y volvió a mirar a su nieto.
-Ya que es así, tu abuela y yo tenemos algo que decirte. Hemos decidido que el Imperio Baldwin te pertenecerá únicamente cuando estés casado -Por primera vez en toda la conversación, el semblante de Taylor cambió.
-¿Qué estás diciendo abuelo? -Preguntó fríamente.
Desmond levantó una ceja, oh, ¿Algo realmente puede afectarlo? Pensó antes de que una sonrisa astuta adornara sus labios.
-Si, solo se te puede entregar después de un año de tu matrimonio, incluso si muero mañana, lo pondré en mi testamento, así que puedes seguir esperando hasta que yo esté muerto para heredarla, pero hasta donde yo sé, un testamento seguramente se lee de acuerdo a cómo fue escrito.
-¡No puedes hacer eso! -Taylor casi gritó.
-Sí puedo y lo acabo de hacer, puedes irte ahora -dijo Ryan con frialdad y lo ahuyentó.
Taylor miró a su abuela, pero ella evitó su mirada y actuó con frialdad como su marido. Los miró y supo que solo querían hacerle las cosas difíciles, siempre había querido ser dueño de esa compañía desde que era un niño, sin importar la cantidad que poseía ¿Todavía quiere ser el CEO de Baldwin y ahora le dicen que no puede ser eso a menos que esté casado?
Taylor se puso de pie y salió furioso de la casa, sus abuelos se miraron y Aba parecía preocupada, pero Desmond le apretó la mano.
-Él estará bien, es por su propio bien -Susurró.
(...)
Una joven saltó por las escaleras de dos en dos, es de estatura promedio, esbelta y parecía una adolescente, pero de verdad tenía veinticuatro años, tiene una larga cabellera rubia que parece un pajar, carita de niña con ojos verde esmeralda, unos labios rosas sexys y una sonrisa deslumbrante. Corrió descalza y abrazó por detrás a la mujer mayor en la cocina.
-Buenos días tía.
-Oh, Dios mío, ¡Venus! -Anastasia se quedó sin aliento cuando su sobrina la abrazó de repente, se giró para mirarla y volvió a jadear cuando vió su cabello.
-¿Por qué no te cepillaste el cabello, cariño?
La joven llamada Venus miró su cabello como si notara el desorden por primera vez e hizo un puchero.
-Entonces la tía debería ayudarme.
Anastasia negó con la cabeza cariñosamente -¿Qué voy a hacer contigo? -Indagó en un reproche lleno de dulzura.
-Ámame, cuídame y núnca me dejes -Cantó Venus como una niña de seis años, haciendo que Anastasia se riera con ganas.
-Está bien, está bien, haré exactamente eso, lo he estado haciendo después de todo -Respondió ella entre risas -. Así que ahora ¿Por qué no subes y te lavas los dientes? Toma una ducha, el desayuno estará listo así que mejor ve, levántate y peinaré tu cabello para ti mientras comes. Me prepararé para el trabajo.
-¿Vas a trabajar hoy? -Venus hizo un puchero -. ¿Pero ¿quién se va a quedar conmigo? -Indagó.
-Llamaré a Grace para que se quede contigo, ella es tu amiga después de todo.
-Grace está demasiado ocupada para mí estos días.
-¿Por qué?
-Ella tiene novio -Venus hizo un puchero.
-Oh, eso es bueno -Anastasia hizo una pausa -. Entonces llamaré a la niñera María para que se quede contigo ¿Qué te parece?.
Venus miró pensativa a su tía.
-Está bien, solo vuelve temprano -Respondió con pocas ganas.
-Lo haré cariño, ahora vete a hacer lo tuyo.
La empujó fuera de la cocina y Venus se río antes de correr escaleras arriba de dos en dos otra vez.
Abigail Mason quería un marido para vengarse de su exnovio infiel y su hermanastra traicionera. Con la ayuda de su amiga, debía conocer en un restaurante a una modelo que estaba en quiebra pero que podría ser el candidato ideal a marido. ¿Noticias de ultima hora? Lo era. Sin embargo, cuando llegó allí, le propuso matrimonio al hombre equivocado que estaba muy guapo y se casó con él el mismo día. ¿Quién era ese tipo frío y despiadado? ¿Por qué la estaba ayudando? ¿Por qué sus ojos brillaban cada vez que la miraba? ¿Estaba jugando algún tipo de juego? ¿Estaba desarrollando sentimientos por ella? ¿O simplemente quería probarla? Únase a esta montaña rusa de amor, traición y amistad con Abigail Mason y Henrry Castillo y descubra cómo el amor puede cambiar a uno como persona.
-Firmalos -dijo el mientras la miraba.. -¿Que es? - ella preguntó cautelosa. -Es un contrato de Matrimonio. Seras legalmente mi esposa durante los proximos siete dias. Aunque soy de la opinion de la que podria aburrirme de ti, dentro de los proximos cinco dias, por eso elijo los siete dias en caso no lo aga. Seras libre luego de eso, lo juro... Jane Moroe, tiene 27 años, divorciada, creé que es estéril y vive una vida solitaria. Alexander Black, 30, años y un atrativo soltero. Un hombre de negocios exitosos. Pero es egocentrico impulsivo y un fanatico del control....
-¿Cuánto? -pregunto enojada ignorando todo. -Un millon de dolares -hablo con una cara sin emociones. Ella lo entendio ahora. Las sirvientasno cobran demasiado asi tardara toda la vida en saldar su cuenta. Po eso es tan presumido. Estaba en sus propios pensamiento cuando las suigientes palabras llamaron su curiosidad. -Hay una manera en la cual puedas pagar el monton de una vez. Entoces seras libre de regresar con tu familia -hablo con voz profunda. Sus brillates ojos azules se encontraron con sus orbes grises y helados. Por primera vez vio una emocion en sus ojos ademas de ira. Sus gelidos orbres grises bagaron por su cuerpo de cabezas a los pies. Sintio escalofrios por su mirada. Sus ojos se oscurecieron y una sonrisa astuta aparecio en sus labios. Bofetada.
Clara Goodman, es la primogénita de la familia Goodman, una familia de empresarios de Nueva Zelanda, su madre murió cuando ella tenía seis años, y su padre volvió a casarse poco después con una mujer que la odiaba, más aún cuando nació su hija, y hermana de Clara, Karen, a la que su madrastra consideraba la verdadera heredera de la fortuna Goodman. Justo por eso hace que la vida de Clara durante su infancia un auténtico infierno. Los años más felices de la heredera, fueron cuando fue enviada por su padre, que desconocía lo que verdaderamente pasaba en su casa, a los Estados Unidos, exactamente a Washington, para estudiar en la Universidad, cumpliendo así la promesa que le hizo a la madre de Clara. Una noche que una compañera de la universidad le hicieron una jugada, tras emborracharla, Clara acabó pasando la noche con un desconocido, que resulto ser el multimillonario turco más poderoso de Asía, Azize Osman, Dueño del grupo Osman. A la mañana siguiente, Clara huyó, avergonzada sin dejar rastro de quién era ella, por el contario Azize pensó, en un principio, que ella era mujer de la noche, hasta que descubrió unas manchas rojas entre las sábanas, y supo que él había sido su primer hombre, y eso él nunca lo olvidaría. Pero lo peor estaba por llegar, cuando dos meses después Clara descubrió que estaba embarazada. Ella quiso pedir ayuda a su padre, pero eso nunca llegó, gracias a la manipulación de su madrastra, que le ofreció una cantidad de dinero enorme para que pudiera vivir, a cambio de que ella rechazara su herencia, todo lo que Clara conocía acabó, fue así como Clara se encontró embarazada, y expulsada de su familia. Pero todo cambio siete años después, cuando el inteligente hijo de Clara, Mack Goodman, quiso saber quién era su padre biológico, y gracias a su excepcional inteligencia, y a sus habilidades informáticas de genio, sin que su trabajadora y famosa arquitecta madre lo supiera, no sólo descubrió quien era, sino que, además, ideo un plan para que ambos estuvieran juntos para siempre. ¿Saldrá el plan como quiere este pequeño genio? ¿Es ya demasiado tarde? ¿Podrá Clara vengarse de quiénes le hicieron tanto daño? Muchas preguntas por responder, en mi próxima novela.
Todo el mundo pensaba que Lorenzo quería de verdad a Gracie, hasta el día de la operación de corazón de su hija. Para sorpresa de Gracie, Lorenzo donó el preciado órgano que necesitaba su hija a otra mujer. Desolada, Gracie optó por el divorcio. Impulsada por su necesidad de venganza, Gracie se unió al tío de Lorenzo, Waylon, y orquestó la caída de Lorenzo. Al final, este se quedó sin nada. Consumido por el remordimiento, él suplicó por una reconciliación. Gracie pensó que era libre de seguir adelante con su vida, pero Waylon la retuvo con un abrazo. "¿Pensaste que podías abandonarme?".
Yelena descubrió que no era la hija biológica de sus padres. Después de darse cuenta de que intentaban venderla por conseguir una inversión, la enviaron a su lugar de nacimiento. Allí descubrió que en realidad era la heredera de una familia opulenta. Su verdadera familia la colmó de amor y adoración. Ante la envidia de su supuesta hermana, Yelena superó todas las adversidades y se vengó, al tiempo que demostraba su talento. Pronto llamó la atención del soltero más codiciado de la ciudad. Él acorraló a Yelena y la inmovilizó contra la pared. "Es hora de revelar tu verdadera identidad, querida".
Eveline se casó con Shane, un obstetra, a la edad de 24 años. Dos años más tarde, cuando estaba embarazada de cinco meses, Shane abortó al bebé él mismo y procedió a divorciarse de ella. Fue durante estos tiempos oscuros que Eveline conoció a Derek. Él la trató con ternura y le dio el calor que nunca antes había sentido ella. También le causó el mayor dolor que jamás había tenido que soportar. Eveline solo se hizo más fuerte después de todo lo que experimentó, pero ¿podría soportar la verdad cuando finalmente se revelara? ¿Quién era Derek detrás de su carismática fachada? ¿Y qué haría Eveline una vez que descubriera la respuesta?
Madisyn se quedó de piedra al descubrir que no era hija biológica de sus padres. Luego la verdadera hija de esa familia le tendió una trampa, haciendo que la echaran de casa y se convirtiera en el hazmerreír de todos. Creyendo que era hija de campesinos, Madisyn se sorprendió al descubrir que su verdadero padre era el hombre más rico de la ciudad y que sus hermanos eran figuras de renombre en sus respectivos campos. Todos la colmaron de amor, solo para enterarse de que Madisyn tenía un próspero negocio propio. "¡Deja de molestarme!", dijo su exnovio. "Mi corazón solo pertenece a Jenna". "¿Quién te crees que eres? ¿Mi mujer siente algo por ti?", reclamó un misterioso magnate.
"¡Firma los papeles del divorcio y lárgate!". Leanna se casó para pagar una deuda, pero fue traicionada por su marido y rechazada por su familia política. Viendo que sus esfuerzos eran en vano, aceptó divorciarse y reclamó su mitad de las propiedades. Con la cartera repleta gracias al divorcio, Leanna disfrutó de su nueva libertad. Sin embargo, la amante de su ex la acosaba, pero Leanna logró lidiar con ella. Además, ella retomó sus identidades de hacker de primera, campeona de carreras, profesora de medicina y diseñadora de joyas de renombre. Entonces alguien descubrió su secreto. Matthew sonrió y le preguntó: "¿Me quieres como tu próximo marido?".