Ella se vio obligada a contraer ese matrimonio. Lo que empeoró las cosas fue que su prometido no estaba en las condiciones para hacerlo. Para ahogar sus penas en la bebida, fue al bar e incluso conoció un hombre extraño. En la fiesta de compromiso, volvió a encontrarse con el hombre. Para su sorpresa, no era otro que el tío de su prometido. En ese momento comenzó a girar los engranajes del destino.
Esa noche, el estruendoso tono de llamada de un celular rompió el silencio del dormitorio de las chicas.
"¡Cherry! ¡Contesta de una vez! ¡Tu teléfono es el que más ruido hace aquí!", dijo la joven que estaba al lado de Cherry Shaw, empujándola suavemente.
"¡Ya voy, ya voy!".
Una vez que atendió la llamada, la mujer se puso de pie antes de decirle a su amiga: "Necesito salir a recoger un paquete".
"¡Está bien!".
Al rato, Cherry regresó con dos bonitas cajas de regalo, aunque parecía un poco avergonzada.
"¡Vaya, qué bonitos envoltorios! ¿Qué hay adentro? ¿Son regalos de tu novio?". En ese momento, las otras chicas inmediatamente la rodearon curiosas.
Entonces, con una sonrisa pudorosa, sostuvo las cajas con fuerza, diciendo: "No es nada. ¡Son solo algunas prendas que compré en Internet!".
En vista de que dos de las chicas no se llevaban bien con ella, al verla actuar de esa manera, una de ellas se burló: "¡Si no quieres que veamos, está bien! No tienes que mentir. Para como lo estás ocultando, ¡debe ser algo impresentable!".
En realidad, a Cherry le importaba muy poco su opinión, pero no pudo ocultar su sonrisa amarga y su expresión de incomodidad.
Mientras tanto, su compañera de cuarto y mejor amiga, Joy Lodge, se acercó a susurrarle: "Cherry, ¿qué está pasando? ¿Hay algún problema?".
"Joy, ¿podrías sacar a estas dos de aquí? Necesito cambiarme", respondió con torpeza.
"¿Por qué necesitas que se vayan?", preguntó Joy con cierto asombro. "No es nada inusual que te vean. De hecho, generalmente se permite que las demás se queden cuando te cambias. De todas maneras aquí todas somos chicas. ¿Por qué tanta timidez de repente?".
"Joy, por favor. ¡Te lo explicaré después!".
"¿Ah? Bueno, de acuerdo. ¡Me la debes! ¡Tendrás que brindarme la cena!".
Acto seguido, Joy encontró una excusa poco convincente para sacar a las otras chicas de la habitación y dejar a Cherry sola. Allí, la joven miró las cajas con una sonrisa amarga.
Luego, se quedó mirando los tacones altos y el sexy vestido escotado, que tenían una nota pidiéndole que los usara en la despedida de soltero de Ron Frost esa noche.
A causa de ello, se vistió para descubrir al verse en el espejo que llevaba apenas la cantidad de tela necesaria para cubrir lo indispensable. Francamente era mucho más sexy de lo que se había imaginado. El largo escote dejaba demasiada piel expuesta, por lo que sin importar cuánto lo intentara, no lograría taparse demasiado. A decir verdad, lo único que diferenciaba a ese vestido de una lencería sexy era que no era transparente.
De pronto, justo cuando Cherry estaba haciendo todo lo posible por cubrirse, la puerta de la habitación se abrió, dejando a las tres chicas boquiabiertas.
Intercambiaron miradas al tiempo que observaban a Cherry con su prenda que de casualidad cubría su trasero pero no su suave y delicada espalda. Sin duda, el vestido se ajustaba perfectamente a su esbelta cintura. Además, sus jugosos pechos quedaban medio expuestos y la fina tela no hacía nada para ocultar sus pezones. Aparte de eso, sus piernas se veían aún más hermosas con los tacones puestos.
Cherry era la chica más hermosa de la Real Academia de Danza, una belleza ampliamente conocida entre estudiantes y profesores. Siempre había sido tratada como una diosa por sus compañeros, de modo que al verla con este vestido, pues...
Por su parte Joy se sonrojó, preguntando con nerviosismo: "Cherry, ¿por qué...? ¿Por qué estás vestida así?".
En cuanto a las otras dos, claramente celosas de tan despampanante mujer, se miraron hasta que una de ellas dijo sarcásticamente: "Cherry, ¿estás planeando seducir a alguien con ese atuendo?".
A lo que la otra agregó con más crueldad: "¿Estás trabajando como prostituta? Me da la impresión de que estás lista para ir a trabajar. Apuesto a que puedes cobrar caro en muchos círculos sociales".
"¡Ja, ja! ¡Nunca pensé que la chica más pura de nuestra academia se rebajaría a esto!".
Ante semejante irrespeto, Joy rugió: "¿De qué diablos están hablando? ¡No tienen idea de lo que está pasando aquí! ¡Así que no saquen conclusiones apresuradas!".
"¡Oh, por favor! Sabemos que ustedes dos son mejores amigas. Pero a nosotras no nos puedes obligar a no decir lo que pensamos".
"¡Así es! Estamos en pleno derecho de expresarnos. Además, es la verdad. ¡Resulta que la diosa de la universidad se ha convertido en una mujerzuela!".
"Definitivamente publicaré esto en las redes sociales del campus", interrumpió la otra. "Los hombres que la persiguen necesitan saber qué tipo de persona es en realidad. Así sabrán que no es necesario que la persigan con tanta tenacidad. ¡Ella se acostará con quien pague más!". Riendo con saña, las dos chicas se dieron la vuelta y se fueron.
"¡Alto! ¡No lo hagan! ¡Eso es ridículo!", espetó Joy, corriendo furiosa tras ellas.
"Olvídalo, Joy. Déjalas decir lo que les dé la gana. Nosotras no tenemos derecho a silenciar a los demás", dijo Cherry con tranquilidad. Y mientras hablaba, se puso un fino abrigo sobre los hombros.
"Pero Cherry... Todavía no me has dicho por qué estás vestida así. ¿Vas a salir con eso puesto? ¿Vas a ver a Ron?".
Asintiendo con indiferencia, Cherry contestó: "Nuestra fiesta de compromiso es en tres días. No obstante, me pidió que asistiera a su despedida de soltero esta noche".
"¿Qué? ¿De verdad tienes la intención de casarte? ¿Por qué, Cherry? ¿Lo amas lo suficiente como para sacrificar tu futuro por él?
Puedo entender por qué querías hacerlo antes, ciertamente era un chico encantador, guapo y rico. Y a pesar de que tenía algunos malos hábitos, seguía siendo un príncipe azul según muchas de sus admiradoras.
Sin embargo, a raíz de aquel accidente automovilístico, no iba a poder caminar jamás sin asistencia. Por si fuera poco, su hermoso rostro también quedó terriblemente quemado. Cherry, ahora es un hombre completamente diferente que tiene que cubrirse la mitad de la cara con una máscara cuando sale. Créeme cuando te digo que ninguna mujer está dispuesta a contraer matrimonio con ese hombre en esa situación. ¡Casarse con él te arrastrará a su infierno!
¡Claro, eso no habría importado si realmente se amaran! Es más, ni siquiera me habría molestado en decir nada si ese fuera el caso. Pero es muy evidente que no te quiere, amiga. No le importas. Lo he visto humillarte intencionalmente delante de otros. ¡Es un psicópata!
Tú podrías tener a quien quieras con tu belleza e inteligencia. Entonces, ¿por qué quieres seguir con esa farsa?
¿También te obligó a vestirte así?", la cuestionó Joy, enojada.
En su lugar, con una sonrisa amarga, Cherry permaneció en silencio. A continuación, tras una breve pausa, explicó: "Siempre habrá algo en la vida que simplemente tienes que hacer, así sea de mala gana.
Hablamos más tarde, ¿sí? Se me hace tarde y a él no le gusta que lo hagan esperar".
Dicho esto, Cherry agarró su bolso y salió de la habitación, dejando a Joy estupefacta. En la opinión de esta última, las palabras de su mejor amiga estaban llenas de un profundo pesar.
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