/0/725/coverbig.jpg?v=5a3cebe3310957870ce555da34c453cb)
Ella se vio obligada a contraer ese matrimonio. Lo que empeoró las cosas fue que su prometido no estaba en las condiciones para hacerlo. Para ahogar sus penas en la bebida, fue al bar e incluso conoció un hombre extraño. En la fiesta de compromiso, volvió a encontrarse con el hombre. Para su sorpresa, no era otro que el tío de su prometido. En ese momento comenzó a girar los engranajes del destino.
Esa noche, el estruendoso tono de llamada de un celular rompió el silencio del dormitorio de las chicas.
"¡Cherry! ¡Contesta de una vez! ¡Tu teléfono es el que más ruido hace aquí!", dijo la joven que estaba al lado de Cherry Shaw, empujándola suavemente.
"¡Ya voy, ya voy!".
Una vez que atendió la llamada, la mujer se puso de pie antes de decirle a su amiga: "Necesito salir a recoger un paquete".
"¡Está bien!".
Al rato, Cherry regresó con dos bonitas cajas de regalo, aunque parecía un poco avergonzada.
"¡Vaya, qué bonitos envoltorios! ¿Qué hay adentro? ¿Son regalos de tu novio?". En ese momento, las otras chicas inmediatamente la rodearon curiosas.
Entonces, con una sonrisa pudorosa, sostuvo las cajas con fuerza, diciendo: "No es nada. ¡Son solo algunas prendas que compré en Internet!".
En vista de que dos de las chicas no se llevaban bien con ella, al verla actuar de esa manera, una de ellas se burló: "¡Si no quieres que veamos, está bien! No tienes que mentir. Para como lo estás ocultando, ¡debe ser algo impresentable!".
En realidad, a Cherry le importaba muy poco su opinión, pero no pudo ocultar su sonrisa amarga y su expresión de incomodidad.
Mientras tanto, su compañera de cuarto y mejor amiga, Joy Lodge, se acercó a susurrarle: "Cherry, ¿qué está pasando? ¿Hay algún problema?".
"Joy, ¿podrías sacar a estas dos de aquí? Necesito cambiarme", respondió con torpeza.
"¿Por qué necesitas que se vayan?", preguntó Joy con cierto asombro. "No es nada inusual que te vean. De hecho, generalmente se permite que las demás se queden cuando te cambias. De todas maneras aquí todas somos chicas. ¿Por qué tanta timidez de repente?".
"Joy, por favor. ¡Te lo explicaré después!".
"¿Ah? Bueno, de acuerdo. ¡Me la debes! ¡Tendrás que brindarme la cena!".
Acto seguido, Joy encontró una excusa poco convincente para sacar a las otras chicas de la habitación y dejar a Cherry sola. Allí, la joven miró las cajas con una sonrisa amarga.
Luego, se quedó mirando los tacones altos y el sexy vestido escotado, que tenían una nota pidiéndole que los usara en la despedida de soltero de Ron Frost esa noche.
A causa de ello, se vistió para descubrir al verse en el espejo que llevaba apenas la cantidad de tela necesaria para cubrir lo indispensable. Francamente era mucho más sexy de lo que se había imaginado. El largo escote dejaba demasiada piel expuesta, por lo que sin importar cuánto lo intentara, no lograría taparse demasiado. A decir verdad, lo único que diferenciaba a ese vestido de una lencería sexy era que no era transparente.
De pronto, justo cuando Cherry estaba haciendo todo lo posible por cubrirse, la puerta de la habitación se abrió, dejando a las tres chicas boquiabiertas.
Intercambiaron miradas al tiempo que observaban a Cherry con su prenda que de casualidad cubría su trasero pero no su suave y delicada espalda. Sin duda, el vestido se ajustaba perfectamente a su esbelta cintura. Además, sus jugosos pechos quedaban medio expuestos y la fina tela no hacía nada para ocultar sus pezones. Aparte de eso, sus piernas se veían aún más hermosas con los tacones puestos.
Cherry era la chica más hermosa de la Real Academia de Danza, una belleza ampliamente conocida entre estudiantes y profesores. Siempre había sido tratada como una diosa por sus compañeros, de modo que al verla con este vestido, pues...
Por su parte Joy se sonrojó, preguntando con nerviosismo: "Cherry, ¿por qué...? ¿Por qué estás vestida así?".
En cuanto a las otras dos, claramente celosas de tan despampanante mujer, se miraron hasta que una de ellas dijo sarcásticamente: "Cherry, ¿estás planeando seducir a alguien con ese atuendo?".
A lo que la otra agregó con más crueldad: "¿Estás trabajando como prostituta? Me da la impresión de que estás lista para ir a trabajar. Apuesto a que puedes cobrar caro en muchos círculos sociales".
"¡Ja, ja! ¡Nunca pensé que la chica más pura de nuestra academia se rebajaría a esto!".
Ante semejante irrespeto, Joy rugió: "¿De qué diablos están hablando? ¡No tienen idea de lo que está pasando aquí! ¡Así que no saquen conclusiones apresuradas!".
"¡Oh, por favor! Sabemos que ustedes dos son mejores amigas. Pero a nosotras no nos puedes obligar a no decir lo que pensamos".
"¡Así es! Estamos en pleno derecho de expresarnos. Además, es la verdad. ¡Resulta que la diosa de la universidad se ha convertido en una mujerzuela!".
"Definitivamente publicaré esto en las redes sociales del campus", interrumpió la otra. "Los hombres que la persiguen necesitan saber qué tipo de persona es en realidad. Así sabrán que no es necesario que la persigan con tanta tenacidad. ¡Ella se acostará con quien pague más!". Riendo con saña, las dos chicas se dieron la vuelta y se fueron.
"¡Alto! ¡No lo hagan! ¡Eso es ridículo!", espetó Joy, corriendo furiosa tras ellas.
"Olvídalo, Joy. Déjalas decir lo que les dé la gana. Nosotras no tenemos derecho a silenciar a los demás", dijo Cherry con tranquilidad. Y mientras hablaba, se puso un fino abrigo sobre los hombros.
"Pero Cherry... Todavía no me has dicho por qué estás vestida así. ¿Vas a salir con eso puesto? ¿Vas a ver a Ron?".
Asintiendo con indiferencia, Cherry contestó: "Nuestra fiesta de compromiso es en tres días. No obstante, me pidió que asistiera a su despedida de soltero esta noche".
"¿Qué? ¿De verdad tienes la intención de casarte? ¿Por qué, Cherry? ¿Lo amas lo suficiente como para sacrificar tu futuro por él?
Puedo entender por qué querías hacerlo antes, ciertamente era un chico encantador, guapo y rico. Y a pesar de que tenía algunos malos hábitos, seguía siendo un príncipe azul según muchas de sus admiradoras.
Sin embargo, a raíz de aquel accidente automovilístico, no iba a poder caminar jamás sin asistencia. Por si fuera poco, su hermoso rostro también quedó terriblemente quemado. Cherry, ahora es un hombre completamente diferente que tiene que cubrirse la mitad de la cara con una máscara cuando sale. Créeme cuando te digo que ninguna mujer está dispuesta a contraer matrimonio con ese hombre en esa situación. ¡Casarse con él te arrastrará a su infierno!
¡Claro, eso no habría importado si realmente se amaran! Es más, ni siquiera me habría molestado en decir nada si ese fuera el caso. Pero es muy evidente que no te quiere, amiga. No le importas. Lo he visto humillarte intencionalmente delante de otros. ¡Es un psicópata!
Tú podrías tener a quien quieras con tu belleza e inteligencia. Entonces, ¿por qué quieres seguir con esa farsa?
¿También te obligó a vestirte así?", la cuestionó Joy, enojada.
En su lugar, con una sonrisa amarga, Cherry permaneció en silencio. A continuación, tras una breve pausa, explicó: "Siempre habrá algo en la vida que simplemente tienes que hacer, así sea de mala gana.
Hablamos más tarde, ¿sí? Se me hace tarde y a él no le gusta que lo hagan esperar".
Dicho esto, Cherry agarró su bolso y salió de la habitación, dejando a Joy estupefacta. En la opinión de esta última, las palabras de su mejor amiga estaban llenas de un profundo pesar.
Jennifer Smith era la hija del Alfa. Su familia fue destruida por traidores que venían de dentro de su manada. Su madre murió de una enfermedad; su padre fue asesinado por el Beta; y su manada fue conquistada. Sola y encarcelada, Jennifer escapó para recurrir a la manada de Dark River, donde finalmente fue esclavizada. Aunque fue constantemente abusada e insultada, nunca se rindió ni admitió la derrota. Su pareja resultó ser Anthony Jones, el príncipe licántropo del reino de Osman. El reino de Osman gobernaba sobre todas las manadas. Pero el noble príncipe parecía tener su propio secreto. El gran poder de Jennifer atrajo al príncipe y la llevaron rápidamente al campo de entrenamiento real, donde su destino cambió para siempre. Hambrienta de venganza contra aquellos que destruyeron a su familia, Jennifer se concentró con todo el corazón en el entrenamiento. ¿El príncipe Anthony rechazaría a Jennifer por su humilde identidad? ¿Qué les pasaría en el campo de entrenamiento? ¿Qué elegiría ella entre el amor y el odio? ¿Y cuál era el secreto del príncipe?
Traicionada por su pareja y su hermanastra en la víspera de su boda, Makenna fue entregada a los despiadados príncipes licántropos como amante, pero su propio padre ignoró su difícil situación. Decidida, ella intentó escapar y buscar venganza, pero, sin darse cuenta, captó el interés de los tres príncipes licántropos, que la deseaban en exclusiva entre muchas admiradoras. Esto complicó sus planes, atrapándola y convirtiéndola en rival de la futura reina licántropa. Enredada en deseo y celos, ¿podría Makenna lograr su venganza en el intrincado baile con los tres príncipes?
Joelle pensó que podría cambiar el corazón de Adrian después de tres años de matrimonio, pero cuando se dio cuenta de que ya pertenecía a otra mujer, ya era demasiado tarde. "Dame un bebé y te liberaré". Sin embargo, el día en que Joelle se puso de parto, Adrian viajaba con su amante en su jet privado. "No me importa a quién ames. Ahora ya he pagado lo que te debo. A partir de ahora, no tenemos nada que ver el uno con el otro". No mucho después de que Joelle se fuera, Adrian se encontró suplicando de rodillas: "Por favor, vuelve conmigo".
Olivia Abertton es dulce, divertida y cariñosa, la «niña de sus ojos» para su padre, Ernest Abertton, a pesar de ser hija de una relación extramatrimonial. Gabe Clifford es el director general de la mayor empresa farmacéutica del mundo. Inteligente, astuto, un hombre sin corazón, capaz de hacer cualquier cosa para conseguir lo que quiere. Pasó años preparando su venganza contra los Abertoon. Seguía siendo amable y alegre, incluso cuando todo a su alrededor parecía desmoronarse. Quería destruirla para poder saborear cada lágrima de Ernest Abertton, el hombre al que había dedicado su vida a ver sufrir. Ella estaba enamorada de su hermano. Él tendía la red y ella era la presa. De lo que Gabe no se daba cuenta era de que la venganza podía ser mucho más dulce de lo que imaginaba. Olivia, por su parte, nunca imaginó que pudiera existir alguien tan desalmado y sin escrúpulos como aquel hombre. Un deseo de venganza más grande que nada. Una mujer decidida a cambiar su destino. Un matrimonio tratado como un negocio. La utilizó como una forma de venganza contra el hombre que más odiaba. Sólo que no esperaba que conocerla sería su peor castigo.
Lucia Meller es mi vida, me enseño amar, me enseñó a adorarla, me mostró el mundo de forma diferente, le di todo lo que la vida me ofrecía, y se ha ido; se llevó mi vida, mi amor, dejándome el corazón y el alma hecha pedazos. Ahora me duele respirar, me duele amar, me duele la vida. La quiero, jamás podré volver amar a alguien como la ame a ella; la quiero de vuelta, la quiero conmigo, a mi lado donde pertenece; pero por más que la busco no la encuentro, es como si la vida me la hubiera arrebatado y eso me duele, ella me enseñó que se puede matar a un hombre, aunque se conserve la vida, sin embargo, me canse, no puedo llorar por alguien que no me quiere amar y aunque duele, hoy después de casi dos años le digo adiós a mi sirena; después de todo soy Gabriel Ziegermman. Un año desde que me aparte de Gabriel y mi vida dio un giro de ciento ochenta grados, amar a ese hombre es lo mejor que me ha pasado en la vida, a él le debo el hecho que hoy esté viva y tener a mi lado a mi mayor tesoro, él me enseñó que lo que se desea con el alma se obtiene, pero también me enseñó que amar duele, que su amor duele, a él le debo el dolor más grande, porque dejo de amarme, no fui suficiente para él, me enseñó que su madre, su exnovia y su destino no están conmigo, y aun así lo quiero de vuelta, sé que sus prioridades cambiaron; yo solo pedía una verdad sin embargo él prefirió engañarme y dejarme.Lo quiero olvidar y lo quiero conmigo, aunque no se lo merezca, pero como hago si amar ese hombre es mi arte. Ahora estoy de vuelta y lo único que quiero es tenerlo a kilómetros de distancia, porque me enseñó que yo también tengo derecho a cambiar mis prioridades. Novela registrada N ISBN 978-958-49-7259-0 Está prohibida su adaptación o distribución sin autorización de su autor. Todos los derechos reservados all rights reserved
Se rumoreaba que Fernanda, recién vuelta con su familia, no era más que una violenta pueblerina. Pero Fernanda se limitaba a esbozar una sonrisa despreciativa. Otro rumor sugería que Cristian, normalmente racional, había perdido el juicio, locamente enamorado de Fernanda. Esto la frustró. Podía tolerar los cotilleos sobre sí misma, ¡pero calumniar a su amado era pasarse de la raya! Poco a poco, a medida que salían a la luz las múltiples identidades de Fernanda como célebre diseñadora, experta jugadora, reconocida pintora y exitosa magnate de los negocios, todos se daban cuenta de que eran ellos quienes habían sido engañados.