/0/7704/coverbig.jpg?v=fa8c1ee200c71e8e44f75c059d1ce89b)
Abandonada por su madre la noche de su nacimiento, Layla fue criada por su abuela que vivía en el campo. Su vida fue tranquila hasta el día en que, justo antes de cumplir veinte años, alguien llegó a su casa y reveló su verdadera identidad: era la hija de la rica familia Reed, y sus padres de repente quisieron recuperarla. Pensó que compensarían el tiempo perdido, pero para su horror, solo querían que se casara con un hombre discapacitado en nombre de Sandra. Incluso usaron a su abuela vulnerable para coertarla. Clark era heredero de la poderosa familia Smith, pero su familia estaba al borde de la bancarrota. Como si eso no fuera suficiente, después de un accidente automovilístico, el hombre frío ahora estaba lisiado, atrapado en una silla de ruedas. Para salir de este lío, decidió casarse con Layla. En su noche de bodas, Clark y Layla firmaron un acuerdo, acordando divorciarse después de dos años. ¿Este matrimonio realmente duraría dos años? ¿Descubriría Clark que su esposa no era una princesa rica y mimada, sino una simple chica de campo? Entre su pretendiente persistente y su marido frío, ¿a quién elegiría Layla?
El coche de bodas minuciosamente decorado entró a una tranquila villa. Se suponía que debía ser un día feliz, lleno de diversión y risas, pero el ambiente era tan deprimente como un funeral.
Layla Reed mantuvo la mirada hacia el frente, con la barbilla alzada y la espalda erguida para intentar parecer fuerte y confiada. Recordaba lo que Alina Wallace, su madre, le había dicho antes de subirse al vehículo. "Si avergüenzas o deshonras a nuestra familia, echaré a esa anciana del hospital".
Estaba hablando de la abuela de Layla. Aunque ella y su abuela no compartían sangre, amaba a esa mujer con todo su corazón.
Hacía un mes, Layla había sido solo una chica de campo.
Pero unos hombres de negro llevaron a la policía a su casa y dijeron que ella era la hija de la familia Reed, desaparecida desde hacía muchos años, pues alguien se la había llevado accidentalmente después de su nacimiento. Sus padres acababan de descubrir la verdad y querían recuperarla.
Layla siempre había deseado conocer a sus padres y disfrutar de su amor. Como pensó que Dios finalmente había escuchado sus oraciones, se fue con los hombres hacia la villa de la familia Reed. Sin embargo, su corazón se hundió de decepción en cuanto conoció a sus padres biológicos, Alina y Jim Reed.
"¿Esta es la niña?". Alina la miró de arriba abajo y arrugó la nariz con disgusto. "Dios, mira su piel. ¡Es terrible! Hazle un tratamiento facial".
De inmediato, las criadas llevaron a Layla a una habitación para que se sometiera a tratamientos de belleza. La cómoda cama y el relajante masaje le dieron sueño; y justo cuando sus ojos se estaban cerrando para quedarse dormida, escuchó a las criadas susurrando entre ellas.
"¿Esta es la chica de campo? ¿La que se va a casar en reemplazo de la señorita Sandra Reed?".
"Sí, es muy miserable. Escuché que el hijo mayor de los Smith está lisiado y tiene mal genio. Ahora la familia Smith se encuentra al borde de la bancarrota. Están pidiendo dinero prestado de todas partes. La señora Reed no quiere que su hija sufra, así que ha traído a esta chica para que se case con él. Es la novia sustituta".
"Escuché que la señorita Reed está enamorada del hijo mayor de los Lawrence. ¿Es cierto? Entonces, ¿por qué el señor Reed no canceló el compromiso de una vez?", preguntó una criada.
"¿Eres tonta? El señor Reed valora lo que la gente piense de él por encima de todo. ¿Crees que cancelaría el compromiso para quedar en ridículo?".
Los ojos de Layla se abrieron de repente. La decepción se alojó en la boca de su estómago y la furia se apoderó de sus venas. Inmediatamente se puso de pie y caminó hacia la puerta.
Quería volver a su pueblo. Este no era su hogar. ¡No eran sus padres! La consideraban una sustituta, nada más.
No obstante, justo cuando salía de la habitación, encontró a Alina en la puerta. Como si hubiera anticipado su reacción, ella le lanzó un informe de diagnóstico.
"Míralo".
Layla frunció el ceño y lo agarró del suelo. Su corazón dolió cuando leyó el nombre.
Era su abuela. Había sido diagnosticada con infarto agudo de miocardio. Ya estaba en una etapa avanzada. El costo estimado de la operación era de quinientos mil dólares. Layla se quedó inmóvil. ¿De dónde obtendría tanto dinero?
"Si te casas con el hijo de la familia Smith en reemplazo de Sandra, pagaré el tratamiento de esa anciana".
Esa mujer, que decía ser la madre biológica de Layla, ni siquiera se molestaba en tratarla con amabilidad. No tardó en proponerle un trato, pues creía firmemente que ella haría cualquier cosa para evitar que su abuela muriera.
"Señora Smith, ya llegamos".
El coche de bodas se detuvo y la voz del conductor sacó a Layla de sus pensamientos.
"De acuerdo".
Rápidamente agarró el dobladillo de su vestido de novia y salió del vehículo. Desafortunadamente, se golpeó con el techo del auto. Cuando levantó la cabeza, notó que los sirvientes la estaban observando con mofa. Aflojando su agarre, los fulminó con la mirada, respiró hondo y avanzó.
Pero su tacón afilado pisó el dobladillo de su vestido y lo desgarró.
Layla perdió el equilibrio y cayó hacia atrás.
Con los ojos fuertemente cerrados, esperó a que su espalda chocara contra el suelo. Sin embargo, no sintió ningún dolor.
Layla abrió los ojos con suma lentitud y frunció el ceño cuando se encontró tendida en los brazos de un desconocido. Sus profundos ojos estaban fijos en los de ella.
El hombre se veía sombrío. Estaba en una silla de ruedas, vestido con un traje de bodas. Un pañuelo de seda blanca se asomaba por el bolsillo de su pecho.
¿Era Clark Smith, su futuro esposo?
Todos se sorprendieron cuando estalló la noticia del compromiso de Rupert Benton. Fue sorprendente porque se decía que la novia afortunada era una chica normal, que creció en el campo y no tenía nada a su nombre. Una noche, ella apareció en un banquete, lo cual causó una sensación a todos los presentes. "¡Cielos, ella es tan hermosa!". Todos los hombres babeaban y las mujeres se pusieron celosas. Lo que no sabían era que esta supuesta pueblerina era en realidad una heredera de una fortuna de mil millones de dólares. No pasó mucho tiempo antes de que sus secretos salieran a la luz uno tras otro. Las élites no podían dejar de hablar de ella. "¡Dios mío! Entonces, ¿su padre es el hombre más rico del mundo?". "¡También es esa excelente pero misteriosa diseñadora que mucha gente adora! ¿Quién lo hubiera adivinado?". Sin embargo, un montón de gente no creía que Rupert pudiera enamorarse de ella. Pero les cayó otra bomba. Rupert silenció a todos los detractores emitiendo un comunicado. "Estoy muy enamorado de mi hermosa prometida. Nos casaremos pronto". Dos preguntas estaban en la mente de todos: "¿Por qué la chica ha ocultado su identidad? Y ¿por qué Rupert estaba enamorado de ella de repente?".
Cheryl, una huérfana ordinaria, logró casarse con el hombre más poderoso de la ciudad. Era perfecto en todos los sentidos, excepto en una cosa: no le gustaba ella. Tres años después de su matrimonio, finalmente quedó embarazada, en el mismo día en que su esposo le entregó los papeles de divorcio. Parecía que se había enamorado de otra mujer, y por alguna razón que ella desconocía, él creía que ella también se había encaprichado de otro hombre. Justo cuando ella pensaba que su relación estaba llegando a su fin, él no quería que se fuera. La mujer ya estaba dispuesta a renunciar, pero él le confesó su amor. ¿Qué iba a hacer Cheryl en esta maraña del amor y del odio, mientras estaba embarazada?
Yelena descubrió que no era la hija biológica de sus padres. Después de darse cuenta de que intentaban venderla por conseguir una inversión, la enviaron a su lugar de nacimiento. Allí descubrió que en realidad era la heredera de una familia opulenta. Su verdadera familia la colmó de amor y adoración. Ante la envidia de su supuesta hermana, Yelena superó todas las adversidades y se vengó, al tiempo que demostraba su talento. Pronto llamó la atención del soltero más codiciado de la ciudad. Él acorraló a Yelena y la inmovilizó contra la pared. "Es hora de revelar tu verdadera identidad, querida".
Eveline se casó con Shane, un obstetra, a la edad de 24 años. Dos años más tarde, cuando estaba embarazada de cinco meses, Shane abortó al bebé él mismo y procedió a divorciarse de ella. Fue durante estos tiempos oscuros que Eveline conoció a Derek. Él la trató con ternura y le dio el calor que nunca antes había sentido ella. También le causó el mayor dolor que jamás había tenido que soportar. Eveline solo se hizo más fuerte después de todo lo que experimentó, pero ¿podría soportar la verdad cuando finalmente se revelara? ¿Quién era Derek detrás de su carismática fachada? ¿Y qué haría Eveline una vez que descubriera la respuesta?
Él es el director del hospital más grande de Shine Empire. Ella es la hija del director del hospital Chengyang. Cuando el frío, despiadado y orgulloso Álvaro Gu se tope con la traviesa, simpática e impulsiva Ángela Si. ¿Qué química saldrá entre ellos?
"Estuve enamorada del CEO dominante, Credence Scott, durante diez años. ¡Y finalmente me casé con él! Se suponía que yo era una mujer feliz que se casaba con la persona que amaba. Sin embargo, Credence me odiaba. En nuestro matrimonio de cuatro años, rara vez se acostó conmigo y me culpó por matar a su padre. Nunca hice eso. ¡Fue mi hermana, Rosalie, quien me había tendido una trampa! La parte más desconsolada fue que Credence nunca creyó en mí. Bien, será mejor que acabe con mi vida. Pero fue entonces cuando Credence me reveló su ternura... "