/0/7875/coverbig.jpg?v=20230105100058)
El desprecio es un sentimiento que va de mano con el dolor. No hay nada más doloroso que ames a alguien con todo tu corazón y este solo se muestre indiferente a tu amor. Desprecio es algo a lo que tuvo que acostumbrarse Noah Seier. Nunca pensó que amar lo haría querer dejar la vida por completo. Terminó amando, pero rompiéndose en mil pedazos, hasta que un alma vacía se complementó con él y juntos le dieron sentido a la frase "Muero por ti".
"El dolor más intenso no es físico; es aquel que te roba la ilusión por la vida".
-Anónimo.
14 de agosto del 2018.
Narrado por Kira.
Corro a casa rápido para así vestirme e ir a mi trabajo. No puedo llegar tarde, he perdido tantos trabajos y necesito un sustento. Mis padres me abandonaron y desde ese momento he comenzado a ganarme las cosas por mis propios méritos.
En cuanto llego al trabajo no paso palabras con ningunas de mis compañeras, voy directamente a trabajar. Limpio varias habitaciones de las que son llamadas cinco estrellas y las prenupciales para recién casados. Mientras voy caminando por el pasillo miro a las parejas cómo salen felices de sus habitaciones y, ya sé la razón.
En el orfanatorio las chicas mayores se burlaban de mí y hacían que los amigos de ellas quisieran sobrepasarse conmigo. En ese entonces era virgen y eso no ha cambiado mucho, lo sigo siendo. Luego entendí que no es importante darle mi cuerpo a esos chicos hormonales que solo quieren sexo. Me protegí porque nadie lo haría por mí.
Por estar metida en mi cabeza pensando, tropiezo con un hombre y él me agarra el brazo fuertemente cómo si quisiera arrancármelo.
-¡Mira por donde caminas, estúpida! -grita alterado al mismo tiempo que me suelta y sigue caminando. Me giro para ver si se ha ido y al ver que sí, comienzo a llorar por lo fuerte que me agarro. Es un animal. Mi pecho sube y baja por la furia que siento que corrompe mis venas por lo sucedido.
Como puedo salgo a la recepción y mi jefe está allí esperándome. No queriendo que me grite, sigo hacia el bar para beberme un poco de agua y al llegar alli, unicamente estoy sola por unos segundos ya que uno de mis compañeros me dice que mi jefe me busca.
Camino cansada y nerviosa por lo que me dirá y sé que no es nada bueno por la cara que lleva.
-¡Hiciste que uno de mis huéspedes más valiosos se quejara de ti! ¿Qué hiciste niña?-me habla fuerte y no baja la voz ni porque hay personas entrando y saliendo del hotel. Él queriendo hacer que no pasa nada, saluda a los huespedes con una sonrisa y con su mano levantada les dice "bienvenidos".
-Estaba..., pensando en algunas cosas y no vi que caminaba un señor y pues choqué con él. -Él abre los ojos cómo si hice algo muy grave y no entiendo porque lo apoya a él cuando yo soy su empleada, pero como dicen siempre; el cliente siempre lleva la razón aunque no la tenga.-. Discúlpeme, no fue a propósito.
-Lamentablemente, usted tendrá que subir y pedirle una disculpa en persona. Quiero que cuando me vea de nuevo con él, ya no esté tan enojado cómo cuando lo vi minutos atrás. Es una orden y quiero que la ejecute de inmediato.
-No quiero disculparme con ese señor. Él me lastimó el brazo, pero eso no le interesa ¿verdad? Usted solo no quiere perder dinero y por esa razón es igual que ese hombre. Si tanto quiere que le pida disculpas lo haré, pero me iré después. Renuncio. -agarro y tiro los guantes al piso.
Lo dejo con las palabras en la boca y empiezo a caminar. Camino rápido hasta el elevador para llegar a la habitación de ese hombre y terminar con la estupidez de pedirle disculpas por el daño que él me causo.
Al llegar a su habitación toco la puerta y esta se abre de repente, dejándome a la vista al hombre que me ofendió sin toalla mostrándome todo lo que no tiene que mostrarme. Me alejo un poco de la puerta, pero él es más rápido y me sostiene adentrándome a la habitación a la fuerza. Trato de sacarme de su agarre, pero no lo logro.
-Desde que te vi supe que serías mía y mira que coincidencia, Kira, en este momento comenzarás a serlo. -Agarra mi pelo por la parte de la nuca y me tira a la cama bruscamente.
Me retuerzo porque no quiero que me toque, pero siendo hombre y más fuerte que yo, me agarra por el cuello y lo aprieta haciendo que me falte el aire.
-Si sigues con tus berrinches te mataré aquí mismo y a nadie le interesará el que hayas muerto. ¿Crees que no te he vigilado o observado? Sé que no tienes a nadie y eso me facilita todo. -me abofetea bien fuerte.
Me tira a la cama y en cuanto se sube en ella, se posiciona encima mío haciendo que no tenga salida. Comienzo a golpearlo, pero esto no lo detiene y enojado por mi actitud no sumisa; me aprieta el cuello haciendo que con esto se me corte la respiración y no dándome por vencida tambien agarro su cuello y lo aprieto. Si me piensa matar moriremos los dos.
-Tranquila te ves más bonita, niña. -comienza a balancearse y embestirme para excitarme, pero esto solo me genera asco. Quita mis manos de su cuello y me abofetea tan fuerte que lloro por el impacto.-. ¡Gime estúpida! ¿Quieres que te golpee más, eh? ¿No te gusta lo que te hago? -lloro desconsoladamente por no poder salvarme.
Él se baja de mi cuerpo y en ese instante aprovecho para escaparme, sin embargo, agarrándome del pelo, me tira a la cama de nuevo y con una tijera en manos me abre el vestido. Con cara de psicópata me corta las bragas. En ese instante, al ver la tijera tan cerca de mi parte íntima me asusto y el solo ríe como psicópata.
-Tranquila nena. Quita esa cara de pánico, no te haré daño solo si te comportas.-se carcajea al ver mi cara de temor, porque no puedo controlar esta situación. Besa mi vientre y solo quiero desaparecerme en este instante.
Me coloca las manos arriba de mi cabeza y abre mis piernas con las rodillas y me penetra sin previo aviso no sabiendo que soy virgen.
Es lo último que recuerdo porque todo se vuelve borroso por el dolor.

Despierto en la habitación del hombre y veo cómo sale del baño con una toalla enroscada a su cintura. Sonríe al verme despertar y ni siquiera sé el por qué.
-Hace mucho tiempo que no tomaba a una virgen y había olvidado lo bien que se siente. Espero y lo hayas disfrutado tanto cómo yo, preciosa. -tira un beso al aire direccionado hacia mí, mientras entra al vestidor y me deja sola en la habitación.
Levanto un poco las sábanas y las veo manchadas de sangre. Lloro y me enojo para mis adentros. Ese hombre es un animal, un maldito imbécil. Intento no darle mente a lo que acaba de pasar, pero mi cerebro me traiciona y termino recordando todo lo que pasó antes de perder el conocimiento.
Agarro mi cara con frustración y lloro aún más de lo que lo hacía. Ese hombre me tocó sin mi consentimiento y está cómo si nada, es cómo si suele hacerlo todo el tiempo.
Comienzo a bajarme de la cama, pero me detengo por el dolor fuerte que tengo en mi vagina. Aguantado el dolor y con mucho esfuerzo me bajo de la cama y me coloco la bata del hotel para así mismo salir de la habitación. Recorro todos los pasillos hasta el elevador para salir lo más rápido posible de este hotel.
Salgo del elevador y mi jefe comienza a llamarme, pero no me detengo. Sigo caminando hasta salir y al salir del hotel es cómo si estuviera en otra dimensión. El aire da justamente en mi cara. Veo cómo las personas me miran, pero ya no me importa, ya que ellos no saben lo que acabo de pasar. Que se vaya todo el mundo a la mierda no me interesa.
Camino hacia la calle transcurrida por autos y solo siento como vuelo y caigo fuertemente en el pavimento. En ese instante mi cuerpo se paralizo y no supe más de mi.

Despierto por los pitidos que son tan insoportables. Abro los ojos lentamente, pero estoy tan cansada que los cierro de nuevo. Intento de nuevo abrir los ojos y al hacerlo observo que estoy en una habitación completamente blanca. Sin prestar mucha atención oigo cómo se abre la puerta de la habitación y vuelvo a cerrar los ojos.
Percibo por el movimiento a mi alrededor, que alguien se ha sentado frente a mi, pero no estoy muy segura.
-A ver, milagrosamente solo tienes algunos rasguños y un brazo roto. Al parecer te cubriste en el choque con el brazo. Sorprendente. Tienes que guardar reposo. -dice una voz y no sé si es mi cabeza o alguien que está cerca de mí.
Trato de abrir los ojos y al hacerlo veo a un doctor, pero no sé quién es. Él me mira cómo si quisiera interrogarme y en este instante no quiero hablar, pero lo hago para así agilizar y que él se vaya de la habitación.
-¿Quién es usted y dónde estoy? -todas esas preguntas rondan por mi cabeza.
-¿No recuerdas nada? -pregunta y trato de recordar, pero no encuentro nada. Intento colocarme bien en la cama y al hacerlo me duele mucho mi parte íntima. Al dolerme me acuerdo de algo, me acuerdo de que un hombre me tocó, pero no recuerdo su rostro.
Miro al doctor y me observa igual.
-Encontramos hallazgos en su cuerpo de abuso sexual. Sé que lo sabe porque al tratar de moverse su expresión cambió de neutral a dolor.-se fija en mi queriendo analizarme, pero al parecer no encuentra nada.-. ¿Quiere hablarlo?
-No, no me interesa hablar sobre eso. Sería mejor si me da de alta. No quiero estar aquí. -solo me observa y asiente.
Miro mi brazo derecho. Tenía que fracturarse el brazo que más uso. Más estúpida no puedo ser. No sé qué le hice a la vida para tener tan mala suerte.
El doctor carraspea queriendo sacarme de mis pensamientos.
-En unas horas vendrá el médico especialista en estos caso. Él será su ginecólogo porque al parecer no tiene ninguno. Él le explicará mejor lo que tiene que hacer, además de que usted hablará con él de lo sucedido. -levanto mi barbilla en señal de que no me creo lo que ha argumentado.
-¿Qué le hace creer a usted que le contaré lo que me pasó a ese señor? -le contesto enervada.
Él me da una sonrisa ladeada y abre la puerta para salir.
-Porque de todas las personas que he conocido, ese chico tiene un don. Un don que hará que quieras contarle hasta lo que no debe saber. Lo verás, sentirás que quieres y debes confiar en él.
Sale de la habitación dejándome sola. Agradezco que se haya ido para así poder pensar, no quiero que me analicen porque de tanto traumas que tengo pensaran que estoy loca y cuando viene a ver me encierran en una clínica para personas con problemas mentales.
Una enfermera entra y me trae comida. Al parecer es buena porque me sonríe y luego camina hacia la puerta.
-Buen provecho.
Antes de comer intento levantarme de la cama y abro las cortinas. Ya se está oscureciendo y quiero ver toda la ciudad desde mi cama.
Voy hacia el interruptor y apago las luces de la habitación y las lámparas también, quedando en una oscura soledad en la que no me siento incómoda, más bien bienvenida. Como mi cena despacio. Es dificil utilizar mi brazo izquierdo, pero tengo que hacerlo. Me gusta ser independiente y no depender de nadie.
En un momento en el cual me distraigo, observo las luces de los edificios y los autos de lejos alumbrando.
La vista es algo espectacular.
La puerta suena y veo luz entrando del pasillo. La persona que entra en la sala es demasiado alta, es cómo si fuera un gigante. Camina lentamente hacia el interruptor y antes de que encienda las luces le digo que no lo haga.
-Deje la habitación a oscura. No me gusta la luz. -digo queriendo que me haga caso, lo cual no hace.
Enciende la luz en la habitación y mis ojos se desvían hacia él.
Él emprende una caminata hacia mí al mismo tiempo que me mira de arriba hacia abajo.
Al llegar a mi, acerca una silla hacia la cama y se sienta en ella. Sus ojos marrones, su mandíbula bien definida, su cabello marrón chocolate muy sedoso y su rostro neutral me ponen más que nerviosa.
El doctor se recuesta de la silla y con los brazos cruzados llama mi atención de una manera inexplicable.
-Al parecer el cielo ha perdido una estrella porque usted está haciendo reflejo de ella -Es lo único que dice y al enfocar mi vista en el pienso fielmente en que he ganado el cielo, a causa de que tanta hermosura en un solo hombre es algo anormal y si con sus palabras me seduce no me imagino con su don del cual me habló el doctor.

♡¿Sabías que puedes votar y comentar sin conexión? Hay muchos lectores que leen sin Internet y por eso no votan ni comentan. Wattpad te permite hacer comentarios sin conexión, solo que no se reflejan hasta que entras con wifi a la app. Así que tú lector que estás ahí leyéndome, dame un apoyo. Te lo agradezco ❤️📚❤️
Primer capítulo nenas, espero y les gustes este nuevo libro 💗💗
Actualizaré cada dos dias♡♡.
Porque nuestras almas son de dos poetas, separados por el tiempo, pero encontradas por el destino...✨ Isabella Rodriguez, jura no enamorarse nunca mas, pero Axel Hoffman cambia su perspectiva del amor, ¿Podrá él restaurar su corazón roto? ¿Ella podrá sanar el alma de Axel de todo el dolor que ha tenido que vivir? El dia en que por casi la atropellan, conoce al amor de su vida y no se da cuenta. Él sufre amándola infinitamente y ella solo le devuelve dolor. Axel Hoffman & Isabella Rodríguez ❤️
El marido de Vivianna se casó con ella por su herencia, y después de quitarle todo lo que tenía, la mandó a la cama de un acompañante y le tomó fotos. La amenazó con divorciarse con esas fotos y la obligó a salir de su casa sin un centavo. Dejó su país de origen en desgracia. Cuatro años más tarde, regresó a casa como Jefa de Diseño de Joyas y tuvo un hijo de tres años. Su niño genio le dijo después de bajarse del avión: "¡Conseguiré que el hombre más rico del mundo sea mi papá y te respalde!" Ella lo tomó como una broma, pero dos días después, su asistente le dijo que el hombre más poderoso del mundo se había robado a su hijo y la invitó a cenar. Al encontrarse, ese hombre sostuvo a su hijito y le dijo dominantemente: "Es mi hijo!".
Lenny era el hombre más rico de la capital. Estaba casado, pero su matrimonio no tenía amor. Accidentalmente tuvo una aventura de una noche con una extraña, por lo que decidió divorciarse de su esposa y buscar a la chica con la que se acostó. Juró casarse con ella. Meses después del divorcio, descubrió que su esposa estaba embarazada de siete meses. ¿La mujer lo engañó? Scarlet estaba buscando a su esposo, pero, por error, los dos pasaron una noche apasionada. Sin saber qué hacer, se escapó presa del pánico, pero luego descubrió que estaba embarazada. Justo cuando estaba lista para explicar lo que le había sucedido a su esposo, este le pidió el divorcio. ¿Descubriría Lenny que la extraña chica con la que se había acostado era en realidad su esposa? Más importante aún, ¿su matrimonio sin amor mejoraría o empeoraría?
"Tú no perteneces aquí. Lárgate". Hanna, la hija legítima de Wheeler, regresó sólo para ser expulsada por su familia. Su prometido la engañaba con la hija impostora, sus hermanos la despreciaban y su padre la ignoraba. Entonces, se cruzó con Chris, el formidable líder de la familia Willis y tío de su prometido. "Hagamos como si nunca hubiera pasado", dijo ella. Sin embargo, a pesar de la esperanza de Hanna de separarse, Chris insistió en que fuera responsable. Él amenazó con revelar los verdaderos talentos de Hanna como doctora sobresaliente, guionista brillante y cerebro de un famoso estudio de diseño, obligándola a casarse. Una vez le pidieron a Chris que protegiera a alguien. El destino los reunió en circunstancias delicadas. Él había planeado mantener su promesa y proporcionar un refugio seguro, sólo para descubrir que Hanna estaba lejos de ser la delicada mujer que parecía. Era ingeniosa y astuta...
La vida de Leanna estuvo llena de dificultades hasta que su tío Nate, que no estaba relacionado con ella por sangre, le ofreció un hogar. Se enamoró profundamente de Nate, pero este la envió al extranjero porque se iba a casar con otra mujer. Entonces decidió dedicarse a la andrología. A su regreso, se dio a conocer por solucionar problemas de impotencia, eyaculación precoz e infertilidad. Un día, Nate la arrinconó. "Ves a muchos hombres todos los días, ¿verdad? ¿Por qué no me revisas para ver si hay algún problema conmigo?". Ella se rio con picardía y rápidamente le desabrochó el cinturón. "¿Es por eso que estás comprometido pero no casado? ¿Eres impotente?". "¿Quieres probarme?". "No, no me interesas".
Amar y ser amada es lo que toda mujer sueña. Sin embargo, lo único que Debbie quería era el divorcio. Llevaba tres años casada con Carlos, un joven multimillonario a quien ni siquiera había visto la cara. Cuando por fin decidió poner fin a su irónico matrimonio e ir en busca de la felicidad verdadera, apareció su supuesto marido y le pidió que lo intentaran de nuevo. A partir de entonces, Carlos se sentía increíblemente atraído por el espíritu libre y salvaje de Debbie y se enamoró de ella. Él comenzaba a mimarla. Poco a poco, lo que había entre ellos se iba a convirtiéndose en una atracción irrefrenable. Esto es una extraordinaria historia de amor donde descubrirá que, a veces, el amor no está muy lejos de cada uno de nosotros.
A pesar de ser hija ilegítima, Lena tenía un parecido asombroso con la señorita de la familia Evans. Ante sus amenazas, se vio obligada a ocupar el lugar de su media hermana y casarse con Dylan. Como acto de rebeldía, Lena sedujo a Dylan noche tras noche, hasta tenerlo completamente atrapado. Aprovechando su afecto, se propuso socavar la familia Evans. Con el tiempo, Dylan empezó a notar algo extraño en su amada esposa...