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Un amor a ciegas

Un amor a ciegas

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Adela es una apasionada chica de 26 años de edad. Recién graduada en Houston en medicina, a quien la vida le presentará un apuesto hombre, pero arrogante e incrédulo, un desafortunado viudo, e importante empresario de 34 años, quien después de perder a su esposa, se convirtio en un despiadado hombre, alejando a todos de el, incluyendo a su familia. Pero estará en las manos de Adela, cambiar el rumbo de su historia, al enseñarle su maravilloso mundo tras una gran venda, con la ilusión más grande de tener con el, aunque sea "Un amor a ciegas"

Capítulo 1 Capitulo 1

-Como puede ser posible que a mí me esté pasando esto-

Decía asi misma Adela

«¡Si llamo a mi padre de seguro se va a molestar muchísimo conmigo!, pero como el me enseñó muchas veces, debo tomar mis propias decisiones como lo e hecho hasta ahora, pero sobre todo debo contar conmigo misma» pensó

-¿Como vamos a resolver esto?-

pregunto Adela sintiéndose aterrada por lo que le había sucedido durante esta mañana

-Pues fue su culpa señorita, no fui yo quien choco su vehículo, no sé cómo haremos pero necesito que me responda por los daños ocasionados a mi vehículo, si no, lamentablemente deberá pagar de otro modo-

Exclama el hombre

Adela había chocado un vehículo de un hombre en medio un gran descuido, durante las largas trancas en Palermo, Capital de Sicilia, y actual residencia de Priscilla.

-Escuche solo un momento por favor, deme la oportunidad de ir a la cita, que tengo el día de hoy, debo llegar temprano, y esto me está retrasando mucho-

Decía Adela nerviosa, mientras miraba el reloj en su móvil.

Adela O'sullivan era una chica alegre, optimista, y era alguien a quien le gustaba ayudar a las demás personas, a sus 26 años de edad, con sacrificio y esfuerzo, había logrado titularse cómo Médico, especializada en Oftalmología, y quién se había graduado, con honores, al ser la mejor estudiante de su clase.

Había estudiado en la Universidad de Houston, su familia era adinerada y muy poderosa, su padre Massimo O'sullivan, quiso que siempre siguiera sus pasos, al igual que sus 2 hermanos, pero siendo ella la menor, y la única mujer, tomo la decisión de hacer algo diferente para ella y para su vida, por lo que su padre tomo la decisión de no apoyarla durante su carrera universitaria.

Debió a la decisión que Adela había tomado, de estudiar medicina, decidió que al graduarse se iría muy lejos de toda su familia, y fue allí en dónde se marchó a Italia.

***Flash Back***

-¡Felicidades Hermana!- exclamó Adelaida, su hermana mayor, una joven hermosa de 35 años de edad, y la heredera principal de todos los negocios de su padre

-Gracias Adelaida, que bueno que al menos alguien de esta familia se emocioné por mis logros, que bueno verlos aquí en casa a todos, especialmente a ti padre- respondió Adela, quien habia llegado un poco ebria a casa, después de su fiesta universitaria de graduación; graduación a la que había asistido sola, pues Don Massimo, su padre, le había prohibido a todos, incluso a su propia madre que fueran con ella.

-¡Ya deja de hacer el ridículo Adela, y mejor ya ve a dormir!- Espetó Don Massimo

-Si, se que toda la vida te e avergonzado papá, y justo por eso, está noche me encanta que estén todos reunidos, sabes algo, tal vez si hubiera Sido una drogadicta, o tal vez una prostituta, me querrías, pero ya no me afecta tu forma de ser conmigo y el que no me hayas apoyado en nada, pues ya tomé mi decisión, y no pienso cambiar de opinión- exclamó Adela

-¿De que estás hablando Adela?- pregunto Cecilia, la madre de Adela -Ya deja de estar jugando, Evans, por favor traele a esta niña un café bien cargado y sin azúcar, lo necesita con urgencia- le pidió Doña Cecilia al hermano mayor de Adela

-¡Habla niña! ¿de que estás hablando?- grito fuertemente y con rabia Don Massimo

-Primero, dejen sus gritos que me duele un poco la cabeza, segundo, madre, creo que jamás te importo lo que mi padre hiciera conmigo, así que deja de hacer que te importo, Evans, no necesito ningún café ok, gracias de todos modos, primero padre, haré lo que siempre has querido, me iré muy lejos de ustedes en dónde ninguno sepa de mi ok, pero necesito mi dinero, el dinero de mi fideicomiso, el que dijiste que nos darías a todos al cumplir 22 años, yo ya los cumplo mañana, por si ninguno lo recordaba, y ya después de eso no verás de mi, ni la sombra de lo que fui para esta familia ok- exclamó Adela

-¿De que estás hablando hermana?, tu no te puedes ir así nada más, lejos de todos nosotros, yo no voy a permitirlo, padre debes impedirlo, mamá, es tu hija, si algo le pasa a Adela será solo culpa de ustedes, tu mamá skempre has Sido un titere barato de papá, y tu papá, no entiendo porque te has ensañado tanto en Adela, desde que nació, porque no la quieres, porque te a costado tanto entender que ella solo quiere su felicidad, y si su felicidad depende de hacer lo que ella quiere fuera de esta casa, porque no la puedes apoyar papá, ¿Evans y tú no tienes nada que decir?- comentó con lágrimas en los ojos Adelaida, la hermana de Adela

-Tranquila hermana, no debes desgastarte, intentando recurrir a algo que ya tu y yo sabemos bien que no accederán ninguno de los dos, lo único bonito que me queda de esta casa y de esta familia son ustedes, por favor cuida muy bien a mi sobrina, y alejala, de esta casa de locos- exclamó Adela, acercándose a Adelaida para abrazarla, seco sus lágrimas y nuevamente se dirigió a su padre diciéndole

-Don Massimo, espero su respuesta para mí fideicomiso ok, espero que no me haga esperar más de lo que debería, feliz noche, solo quiero descansar- exclamó Adela y se dirigió a su habitación...

al transcurrir unos días, Adela por fin recibe el dinero que le correspondía por ser una O'sullivan, ya su decisión estaba tomada, se iría a Italia a rehacer su vida, a comenzar desde cero, alejada de las personas que aún siendo su familia, la habían lastimado tanto durante mucho tiempo.

al pasar dos años, ya se había convertido en una reconocida Especialista en Oftalmología, pero su afán eran más que por ayudar a los demás, era por ella misma.

***fin del flash Back***

-¡Debo llegar rápido a esta cita, la señora Martha, necesita que le haga el chequeo!, por favor yo le daré mi número, mi dirección, y usted me contacta si, le prometo, es más le doy mi palabra de médico, que yo arreglaré todo este problema, lo prometo-

dijo ella

El hombre fruncía el seño, poco convencido de lo que Adela O'sullivan decía.

Durante esa mañana Adela O'sullivan, en su rutina diaria, había tenido complicaciones, pero se iba a topar durante ese día, con quién creía que fuera lo peor que le había ocurrido en su vida.

Colberth Catalano era un hombre de mucho dinero, había construido un imperio, las industrias que manejaba era de las primera en Exportación de su producción, lo que lo había convertido en un empresario muy exitoso en toda Sicilia, pero su trabajo constante, lo había llevado a olvidar para siempre, todo lo que tuviera que ver con el mundo exterior, y sobre todo después de la desafortunada muerte de su esposa.

-Como hago señorita, usted debe pagar por lo que a cometido, y no porque necesite su dinero, porque tengo lo suficiente como para arreglar el mío y hasta el suyo, pero debe hacerse responsable por lo que acaba de hacer por su torpe descuido-

comentó Colberth, siendo este un hombre muy cortéz y decente, y altivo y prepotente, no miraba tan si quiera un segundo a los ojos de Adela.

-¿Porque es tan prepotente?-

pregunto Adela O'sullivan

-Solo le estoy pidiendo que por favor me deje ir, ya mire la hora 10:35 de la mañana, por favor me están esperando- continuo diciendo

-Sabe que señorita, no sé preocupe déjelo de esa manera, si algún día nos volvemos a encontrar y espero no volver a hacerlo, me paga la que me queda debiendo y ya, feliz día- espetó Colberth

Adela a pesar de lo mal que se sentía por el modo en el que Colberth le estaba tratando durante su conversación, hizo caso omiso, subió a así vehículo y se dispuso a ir rápidamente a su consultorio en el hospital, sabía que sus pacientes ya la debían de estar esperando, y en especial la señora Bianca, quien se tendría que hacer una operación de emergencia, ya que a sus 65 años de edad, la cual padecía de una Obstrucción de la arteria central de la retina o también conocida como la Trombosis de la vena central de la retina: Se presenta como la pérdida total o parcial del campo visual que puede durar minutos, de manera indolora. Es muy importante la valoración de esta patología, ya que puede estar en relación con otras a nivel sistémico, como alteraciones vasculares cerebrales y cardiacas, sobre todo en pacientes con factores de riesgo cardiovascular, como cardiópatas, hipertensos, entre otros.

Para Adela no solo era importante realizar esta cirugía por ser amable, gentil y cortez con sus pacientes si no también porque está operación le daría un poco más de reconocimiento y prestigio en el mundo de la oftalmología.

-¡Llegué al fin!- exclamó Adela...

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Recién lanzado: Capítulo 2 Capitulo 2   12-21 05:01
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