/0/862/coverbig.jpg?v=0f0527a9ba16158cdd47fff8ba4e563b)
Hace seis años, ella entró en la habitación equivocada y pasó una noche apasionante. Sin embargo, no recordaba nada de ese hombre. Lo que fue peor, se quedó embarazada. Para dar a luz al bebé, dejó su casa y comenzó una nueva vida. La segunda vez que lo conoció, trabajó como su secretaria. Él también parecía que la había olvidado, pero apenas pudo resistir el deseo de acercarse a ella.
En la ciudad, era muy raro que pudieran apreciarse las estrellas, pero en una localidad costera, parecían luciérnagas iluminando el manto oscuro de la noche.
Justo en la orilla del mar, estaba una chica mirando al horizonte, la cual había tenido una pelea con su padre por su negativa a irse al extranjero. Como quería aclarar sus ideas, había decidido venir a tomarse un respiro a la playa, no obstante, su padre la había encontrado y le pidió que se fuera a casa con él al día siguiente. Durante los últimos días, ella le había tomado un cariño especial a este lugar porque la hacía sentir en casa y no sabía si algún día podría pasarle lo mismo en otro sitio.
El sonido de las olas rompiendo contra la orilla era como una dulce melodía para sus oídos, y como era su última noche en esta localidad, la muchacha quería disfrutarla al máximo.
De pronto, varios fuegos artificiales ardieron en el cielo, ella los miró por unos segundos y pensó amargamente: 'Esa tal Jessica debe estar muy feliz de que alguien le haya preparado un detalle como este'.
La chica había estado caminando todo el día por cada rincón de esta localidad, así que, como resultado, estaba tan agotada que solo quería salir de la playa e irse a su hotel. En cuanto llegó, fue directo al baño a tomar una ducha y después se acostó en la cama, no obstante, le fue imposible conciliar el sueño por un largo rato. No dejaba de pensar en los días que se había resistido a irse y al final, terminó cediendo ante los deseos de su padre, ¡quizás necesitaba ser más rebelde o escaparse a otro lado!
Mientras seguía inmersa en sus pensamientos, pudo escuchar claramente que alguien entraba a su habitación pero, ¿de quién se trataba?
La joven no se atrevió a moverse ni un centímetro hasta que el hombre que acababa de entrar con aliento alcohólico se acostó a su lado. Ella supuso que se había equivocado de habitación, así que lo movió ligeramente y dijo en voz baja: "Oye, creo que este no es tu dormitorio".
Sin esperarlo, esa noche quedaría marcada en su memoria ya que dejó de ser una muchacha para convertirse en mujer.
A las primeras horas de la mañana, la chica agarró cualquier cosa y al salir, miró el número de la habitación y se dio cuenta de que era ella la que se había metido en el dormitorio equivocado.
De camino a casa, no pudo evitar pensar en lo que había pasado esa noche, después de todo, acababa de perder su virginidad.
Los tres meses de las vacaciones de verano pasaron en un abrir y cerrar de ojos, pero recientemente, ella había estado vomitando mucho y tenía poco apetito, lo que hizo que su padre se preocupara. Como consecuencia, su familia la llevó al hospital a un chequeo médico, pero nadie los preparó para lo que iban a escuchar: su hija estaba embarazada.
El pánico se apoderó de ella y sus manos comenzaron a sudar, ¡esto no era lo que esperaba en absoluto! Su padre, Phillip Mu, quien se distinguía por ser un sujeto amable, le gritó enfurecido: "Marina Mu, ¿cómo te atreves a ser tan desvergonzada? ¿Quién demonios es el padre de tu bebé?".
Pero Marina solo tragó saliva nerviosamente y negó con la cabeza, pues no había podido ver con claridad la cara del hombre con el que tuvo sexo.
"No quieres decírmelo, ¿verdad?", su padre exclamó con los ojos enrojecidos por la ira.
"Papá, yo... la verdad no sé quién es", balbuceó ella.
"Tienes que abortar a ese niño, ¡de lo contrario, arruinarás tu vida!", Philip dijo mientras apretaba los puños.
Al escuchar esto, Marina se puso completamente pálida y sus ojos se llenaron de lágrimas, no obstante, negó con la cabeza y respondió: "Papá, tengo que tener este bebé".
Pero su padre señaló inmediatamente la puerta y espetó: "Lárgate, ¡de ahora en adelante, ya no eres mi hija!".
Marina acarició su vientre y se mordió los labios, ¡estaba decidida a quedarse con su hijo sin importar lo que sucediera!
Ese mismo día, mientras empacaba sus cosas, miró a su madre y le dijo: "Lo siento mamá, tengo que irme esta noche".
La madre tomó su mano con suavidad y replicó: "Ya conoces a tu padre, seguro entrará en razón en unos días".
Pero Marina no quería arriesgarse a que la obligaran a abortar, por lo que prefirió marcharse lo antes posible, así que tomó sus maletas y salió de la casa donde había crecido durante dieciocho años. La verdad era que su destino era incierto, pero se armó de valor y determinó qué hacer a medida que avanzaba.
La felicidad era como un espejismo para Rocío Ouyang, cuando más se acercaba a la felicidad, más se alejaba. Ella acababa de casarse con Edward Mu, pero en su noche de boda todo se derrumbó. Dejando a Rocío embarazada, Edward la abandonó en su noche de boda. Pasados unos años, Rocío renació por completo, cambiando totalmente su personalidad, convertiéndose en la única coronel del ejército. En este momento Rocío comenzó a reflexionar varias preguntas que eran misterios para ella: ¿Por qué los padres de Edward estaban actuando de manera tan extraña? ¿Por qué su padre la odiaba? ¿Y quién estaba tratando de dañar su reputación en el ejército que ella había trabajado tan duro para construir? ¿Y por qué sigues leyendo la sinopsis? ¿Por qué no abres el libro y descúbrelo tú mismo?
Fernando Laureti es la oveja negra de la familia; un joven alegre, creído y seductor que está acostumbrado a llevar a las mujeres que les gusta a su cama. Su padre, Demetrio Laureti cansado de su promiscuidad, decide poner a su cargo la empresa que tiene en París, con el simple propósito de alejarlos de sus mujeres y de el BDSM, pero no será nada fácil, conoce a Samantha Mercier, una mujer de carácter fuerte, hermosa y decidida que no se la pondrá nada fácil, logrando con eso que el CEO se obsesione con llevarla a su cama y convertirla en su sumisa, acto que ella no cederá, porque le gritara en la cara cuántas veces se necesario: ¡No seré tu sumisa!
Isabella Sinclair lleva el apellido de la segunda familia más rica y prestigiosa del país, pero solo eso. Su padre, fue desterrado de la prominente familia, por contraer matrimonio con su madre, una mujer de procedencia humilde. Razón por la cual, Isabella nunca ha tenido ningún contacto con la familia de su padre. Con apenas 22 años, Isabella se ha quedado sola y desamparada, viviendo en la calle, pues sus padres han muerto y el banco le ha quitado todo, debido a las deudas acumuladas. Todo el mundo de Isabella se ha desmoronado, cuando algo increíble sucede. Ella recibe una carta de parte de la familia de su padre, los adinerados Sinclair, invitándola a una singular reunión familiar, la cual se efectuará en un crucero de dos semanas. Al no tener un techo en el cual vivir, Isabella decide ir sin saber el giro que dará su vida durante este corto viaje, ¿Conocer a los Sinclair, significará su salvación o su perdición?
Joelle pensó que podría cambiar el corazón de Adrian después de tres años de matrimonio, pero cuando se dio cuenta de que ya pertenecía a otra mujer, ya era demasiado tarde. "Dame un bebé y te liberaré". Sin embargo, el día en que Joelle se puso de parto, Adrian viajaba con su amante en su jet privado. "No me importa a quién ames. Ahora ya he pagado lo que te debo. A partir de ahora, no tenemos nada que ver el uno con el otro". No mucho después de que Joelle se fuera, Adrian se encontró suplicando de rodillas: "Por favor, vuelve conmigo".
Mi nombre es Alicia, y solo tres palabras han podido definirme durante toda mi vida: adicta al placer. Sí, soy una jodida ninfómana y no temo a decirlo. He vivido cientos de aventuras y he cumplido todas y cada una de mis fantasías más retorcidas, esas que nadie se atrevería a contar en voz alta. Nadie excepto yo. ¿Te atreves a descubrirlas? Eso sí, te advierto que necesitarás dos cosas: lo primero, una mente muy abierta y, lo segundo, un par de bragas limpias...
Helen Fonseca, es una chiquilla tierna, dulce e inocente. Tras la enfermedad de su madre se verá obligada a casarse con el CEO de una empresa. Un hombre despiadado, arrogante y mucho mayor que ella, que, además está atado a una silla de ruedas. Podrá Helen cambiar el corazón de ese hombre? ¿O un matrimonio por contrato no permitirá que lleguen a amarse?