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Rebecca y Samara, se mudan a un pueblo tranquilo y son felices lejos de un abusivo ex y maltratador padre. Hasta que sami acepta un contrato de modelo para una famosa companía líder, en la cual tiene un romance con el jefe, pero lo que menos imaginan ninguna de ellas dos, es que ese hombre tiene intenciones ocultas hacía la madre, una obsesión enfermiza. Motivo por el cual contrato a la hija y la hace su novia para estar cerca de la madre.
Es un día caluroso de verano, mientras hago limpieza en la casa, suena en la radio un lento de los 90 "careless whisper"(murmullo descuidado) de George Michael ¡Amo los lentos! nací en 1985 y me crié escuchándolos, hoy tengo 35 años y una hermosa bebe de 20 años llamada samara. vivimos las dos en esta casa tan compacta, no me quejo, somos felices al fin tenemos paz. Es un pueblo chico donde todos entre vecinos nos conocemos.
Compre está pequeña casa con mucho esfuerzo y sacrificio trabajando día y noche, aunque valió cada sudor y lágrima que invertí en ella ¡nuestro hogar! lejos de la bestia de mí ex marido, al fin somos libres.
Siento como retumban las pisadas en la escalera que esta en el comedor y conecta arriba con nuestros cuartos. A los instantes veo aparecer a Samara vestida con un mini vestido rojo, ceñido a su delgada figura con unos tacones haciendo juego, me ve y se acerca a mí sonriendo, me besa la mejilla
–¡buenos días! a la mama más bella de todo el mundo.
–ja, eso le deben decir todas las hijas a sus madres.–Afirmo sarcásticamente.
Sami agarra una manzana del frutero que está en el medio de la mesada y la muerde, me guiña un ojo
– La diferencia es que yo... si, digo la verdad, tienes una figura envidiable y no notas como los hombres babean cuando te ven.
me mira de atrás hacia adelante y me lanza una palmada suave en el trasero provocando que de un saltito.
–hasta piensan que eres mí hermana.
Las dos reímos, cuando una bocina de un auto suena una y otra vez afuera de la casa. Samara examina su delicado reloj pulsera que brilla y nunca había notado que lo tuviera.
–¡diablos! me demore bastante, mí jefe ya vino a recogerme.
Yo la sigo caminando atrás de sus pasos apresurados y cuestiono.–¿de donde sacaste ese bellísimo reloj? ¿Y por qué tu jefe viene a buscarte a nuestra casa?. Sami se detiene en la puerta y dice sobre su espalda levantado su mano donde lleva el reloj
–este reloj de oro y plata me lo regaló el papito de mí jefe, el cual me estoy ligando, motivo por el cual viene a buscarme a casa.
me tira un beso volado y sale de la casa.
–ah–digo para mí misma cruzada de brazos y negando con mí cabeza, aunque sami es una chica muy independiente y liberal, no terminó de acostumbrarme a su forma de expresarse y hablar tan abiertamente del sexo. De repente miro arriba de la mesada y visualizo la vianda saludable, la cual, preparo a sami todos los días para llevar a su set de trabajo, así asegurarme personalmente que coma algo por que se que sino es lo que yo le preparo, no ingiere nada de por ahí con carbohidratos ya que vive de su cuerpo. Es modelo y hace dos meses que firmó contrato con una compañía muy importante e es la cara visible de su ropa, así como también promociona sus maquillajes y productos entre otras cosas. Creo que se ha vuelto demasiado obsesiva con su cuerpo y está demasiado delgada, luego de tomar la vianda corro a alcanzarla y cuando la veo a punto de subir a un auto deportivo rojo la llamo
–¡sami! .
Ella se voltea sorprendida y me sonríe acercándose a mí cuando agitó entre mis manos la vianda.
El conductor del coche baja el vidrio del copiloto, aunque de mí lugar no logro visualizar su figura, siento un escalofrío que me recorre a pesar del calor. Un viento fuerte me levanta un poco la falda del delgado vestido de tirantes veraniego. Un poco corto pero lo uso solo para estar entre casa, no salgo así a la calle. Rapidamente me lo bajo, avergonzada esperando que no se halla visto nada. Observo a sami correr de regreso al coche, levanto mis ojos al cielo se está nublado, se vienen tormentas. Pero lo que más me inquieta ahora es la sensación de ser observada intensamente, aún cuando volteo para entrar a la casa, siento a mis espaldas que alguien me taladra con la mirada y viene de la persona que está dentro de ese vehículo con mí hija. No arranca el motor hasta que ya estoy dentro de la casa, como observando hasta el último segundo que desaparezco de su vista, al instante escucho que acelera y se va rechinando las ruedas con potencia por el asfalto de mí cuadra.
pov Luciano
Estoy impaciente tamborileando los dedos en el volante del auto, luego de hacer sonar el claxton varías veces seguidas. Miro el cielo y noto la tormenta que se avecina. Por el rabillo del ojo, veo como samara se acerca a mí automóvil apresurada, esta vestida sensualmente como generalmente luce. Es una chica muy fogosa que sabe cómo complacer a un hombre en la cama. Pero no la contrate solo por que es mí amante de turno, sino por que queda con el perfil para ser la modelo representante de la nueva campaña de la empresa. Su belleza natural aparte de su frescura por la edad, sumado a eso su sensualidad nata, hacen de ella la modelo perfecta para este trabajo de temporada. Pero lo que samara realmente no se imagina que lo que a mí me interesa es... y ¡la veo! asomarse en la puerta de su casa llamando a su hija y todos mis sentidos se ponen en alerta, bajo el vidrio del asiento del copiloto, para focalizarme solo en ella, la mujer que me tiene loco.
Repasó de su cabellera dorada atada en un simple moño, su bello rostro. Bajo a su voluptuoso cuerpo con esas sensuales curvas que se acentuan con su vestido de tirantes corto ¿sin corpiño? instantáneamente apretó con tanta fuerza el volante de mí auto dejando mis nudillos blancos, cuando mí verga se pone erecta de solo ver esos exquisitos pezones marcarse en la fina tela de su vestido y cuando de momento una ráfaga de viento levanta un poco el vestido que le llegaba un poco más arriba de los muslos, logro entrever una braga de encaje negra ¡brevemente! ya que ella se pone colorada y baja rápidamente el vestido, siento que mí miembro está a punto de explotar, haciendo presión sobre la bragueta de mí pantalón. La sigo comiendo con la mirada, hasta que entra a su casa.
Samara entra al vehículo y me besa la mejilla. –hola, cariño.
Al notar que no despegue la mirada de su madre, hasta que la perdimos de vista, me mira extrañada y sonríe de lado–¡viste! ¿que madre más hermosa y sensual tengo? todos mis amigos tienen la misma reacción al conocerla.
Sin decir nada arranco el motor con fuerza, acelerando más de lo que pretendía, molesto con solo imaginar que otros hombres deseen a esa mujer que pronto va a ser mía, aunque ella todavía no lo sabe. conduzco con velocidad y miro de reojo a samara mientras está con su celular y ya ha dejado de prestarme atención, sin imaginar que va a ser remplazada por la madre. Esa mujer que se ha vuelto mí obsesión con solo verla una vez hace 3 meses atrás. Me eh encaprichado con tenerla en mí cama, cueste lo que cueste, por que para ¡Luciano Benedetti! no hay mujer que lo rechace ni que se le resista.
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