un hombre alto y fornido. Sus ojos verdes la miran fijamente, como si intentara dominarla solo con la mirada. "¡Ya basta!" le dice él enojado. "Déjame ir. Estoy casada
itárselo de encima. Él la suelta y se levanta de la cama, se para frente a ella y le dice: "¡Ellos mismos lo dijeron! Mis hombres los visitaron hace días". Jimena al escucharlo decir eso, se alteró mucho más y se fue contra él furiosa diciendo: "¡No te atrevas a hacerles daño a mis padres!". "Ya tranquila. Eso depende de ti, mi amor", le dice él muy tranquilo. "¿Qué quieres decir?", pregunta ella. "Jimena, yo soy un hombre de negocios, sé negociar. Así que tengo una
ás! Tus padres... ¡No sé! Hay tantos accidentes", dice él, obviamente dejándola sin opciones. Ella l
e eres. No pierdes en ning
vida!", dice
, pero tú no volverás a acercarte a mí nunca más, ni tampoco te vas a volver a ace
ice él y se acerca dándole
por dentro, la indignación y la rabia la están consu
cia y dolor. Al cabo de una hora, él entra a la h
pregunta ella
ro que sea especial. Por eso te traje esto", le
e eso?", pregunta ella
z y quiero verte diferente
ce y empieza a q
a caminar de un lado a otro mientras respira profundo. Tiene que llenarse de valor para hacer eso. Así que frente al
su belleza. Aunque ha estado con muc
dice él, metido en la cama
blando. ¡Se s
la lo hace lentamente. Él toma
con muchas ansias. Se arrodilla en l
sponde, enton
spuesta, así que tienes que hace
iente y
o que él le diga, si q
entre sus bra
la que he tenido. Realm
Aunque Marcos no es un hombre desagradable físicamente, para
do, ya que él es muy apuesto, tiene ojos verdes, un físico e
ue menos importab
Jimena sin reservas. Se detiene y le pide que
los ojos y disfruta el momento. Nunca se había sentido tanta p
o al mismo tiempo no
s, empieza a hacerle el am
ue tenía. Pero no era eso, él sentía algo que nunca había
no puede evitar sentirse sucia. Aunque
raza como si ella lo hubiera disfrutado igual, y se
sus ojos, y con cuidado de no despertarlo,
que desapareciera de