3.- Una bo
Kenya, se decidiera y lo aceptara como su prometido, ese día llegó a la empresa Walter a recoger a la mujer de sus sue
as las mujeres al verlo pasar suspiraban, para él la única que ocupaba su corazón era Kenya Walter, la mujer que para muc
buen camino, le apasionaba todo lo que ella hacía, su dedicación por su trabajo, por su familia, por su hijo y por supuesto, por él m
madre, Hillary Maverick, quién no había aceptado antes a nadie como novia de su hijo y con Kenya estaba más que encantada. Lincoln se aso
Lincoln saludó a su bella prometida y se acercó para darle un tierno beso en los lab
o el tiempo, y ya había llegado la hora de salir a comer, como lo hacían la mayoría de los días, Lincoln, pasaba por ella o Ken
o que debo hablarte, pero ya será después – Kenya no podía contarle a Lincoln el asunto de Kennedy
e había ocultado su pasado y tampoco nada con lo que se refería al origen de su hijo, se tenían
ue en la escuela, campeón? – Lincoln saludó a
ara muy larga, se notaba que ya no se encontraba a gusto ahí y como su mamá no lo dejaba trabajar aún en el nuevo proyecto, no había
no me deja ver lo que me interesa, me he aburrido de lo lindo viéndo
representaban una familia muy feliz y así lo eran, desde que Max había nacido, Lincoln, había estado presente, que las c
incoln le hubiera gustado, pero nunca se habían separado, hasta que habían tomado la decisión con la ayuda de Max y se compr
s decidan ¿Qué se les antoja comer? Ha
hasta llegar a los carritos de comida rápida y siempre comían delicioso, a Max, le gustaba ir a experimentar en los diferentes establecimientos de
ue yo me adapto a donde me lleven, amor, es lo
mana mayor que su madre. El joven se reía porque Kenya lo molestaba haciendo alusión a que él no comía de todo y era verdad, él tenía ciertos disgust
ue están muy buenas y han pasado la prueba, pero si sugieren otra cosa yo tendré que adaptarme a lo que digan mis padr
los dos y ellos a su vez lo amaban a él, nada ni nadie podía separarlos, llevaban años siendo una gran familia y ahora Kenya, se
coln, no le había afectado en nada saber que no tenía un padre biológico, solo al comienzo cuando se enteró de que Lincoln no era su verdadero padre, le p
de las canchas de básquet y mientras esperamos por ellas, nos echamos un parti
s limpiamente, por eso nadie le ganaba, era una de las mejores en ese deporte, lo podían constatar las muchas medallas
en que Tracy y yo fuimos campeonas de básquet y les
iunfando, y ellas se posicionaban en las mejores encestadoras, ganando múltiples premios y medallas, logradas por es
r en todo mi amo
nas que los veían como pareja coincidían que ese par, estaban hechos el uno para el otro porque se complementaban y se acopla
só que nunca llegaría a su vida un hombre que la hiciera sentir completa en todos los sentidos. Se fueron a comer los tres como la fami
e tacón encestas – Aplaudía Max – Eres
él la admiraba como madre, como mujer y como la gran empresaria que era y también porque no se dejab
do es tu madre – Lincoln le guiñó un ojo a
n todo lo que no tuvo antes, la seguridad y el amor por parte de un hombre que la supo aceptar con sus errores del pasado y
os cambiaría por nada, y siento que me he ganado la lotería con cada uno de ustedes y saben muy bien que
a cambio, ella había sido premiada con el mejor de los hombres y el que pronto sería su futuro esposo, ell
ti a esa mujer que tomó el toro por los cuernos y se enfrentó a toda
acía una pareja que se demostraba su amor sin sentir vergüenz
í no, hay m
to joven, y no estaba tan lejos, su inteligencia lo ponía en ese sitio, ya no se le podía considerar un niñ