de la
co, por lo cual debió imaginarse de manera obvia, aunque no lo mencionara, que el asunto debía provenir desde tiempo atrás, antes de nuestra vuelta al lugar. Ella me felicitó y asumió la presencia de Ethan a mi lado como una especie
rtó Ethan ante la insinuación de ella sobre
mor de mi vida, mi primer y último gran amor, pero de a poco comenzaba a procesar la idea de que con él solo podía verme en el pasado, para el presente y el futuro
pedí cuando ella salió a despedirnos hasta el porche de su casa. Ella asintió
bía ofrecido la posibilidad de poder quedarnos a comer en su casa, pero yo le h
tas que David le hacía a Ethan para saciar su curiosidad respecto al vehículo, pues una de las
a algo gratificante poder ver a David tan emocionado y a Ethan tan dispuesto a responderle todo sin un mínimo de desprec
ra sabía que pronto sería madre y sabía también que eso iba a suponerme retos mucho más intensos que los que había tenido que afrontar para sacar adelante a David, por quien había sido capaz incluso de sobreponerme a mi rechazo natural a
e manera mucho más intensa por culpa de las nubes de tormenta que impedían el
o David asumió el papel de anfitrión sobrado en experien
etalle bastante importante
as papas y
desbarajuste que sobrevino después de mi desmayo de debilidad. Yo también sonreí, pero no podía sentirme tan tranquila,
siempre es
ia. David sonrió agradecido cuando escuchó la palabra pizza, lo que hizo que mi rabia estallara, entonces recordé que aún era una cocinera novata, como David me lo decía cuando se burl
las pizzas pidiendo un par par
a comer, pero Ethan le pidió un momento, él nos pido comer en la mesa. David no le halló gracia al asunto, pues nosotros dos normalmente comíamo
sentamos los tres alrededor de esa mesa de comedor de cuatro puestos que casi nunca usábamos. Entonces solo hizo falta un
eliz y vacía, pero de golpe comenzaba a descubrir que podía encontrar felicidad más allá de David. Quizás Ethan no podía darme la felicidad que yo realment
ego que le había comprado, mientras, yo me ocupé limpiando la cocina. Ethan se ofreció a ayudarme, obviamente para estar cerca de mí y procura
a no cesaba, parecía que la situació
e la tormenta no tiene planes de menguar y no puedo arriesgarme a esperar que la n
reguero mientras ellos habían jugado como un par de niños, pero ahora
é obviando momentáneamente, y de
lo que negocié con él para que la hi
aso?! ―le pregu
¿Por
ido realmente un calvario intentar que se adapte a
.. a mí me ve como a un amigo, tal ve
ionaba aquella llamativa situación
o podemos volver a la conversación? Es qu
z germinó en mi mente como una lejana posibilidad que poco a poco fue tomando forma hasta que
í ―decir aquello fue mucho más difícil de lo que me hubiese podido imaginar. Aún dolía en gran parte de
ostro, entonces solamente pudo asentir con un brillo