es cuand
puso en duelo a muchas mujeres, volvió a repetir la pre
, pero la princesa de Ingelos ni siquiera mostraba su nariz a pesar de la cantidad de veces
al enorme pilar y espe
rrecto
legado el momento
lota no te resulte familiar. Las excusas que comenzaron con 'Dame algo de ti
o sabía qué decir, fin
, entonces, ¿cómo me entero? ¿
por lo que es muy probable que l
i retrato de nuevo llenaron mi cue
que saliera así. Realmente están más allá de la imagin
ocho vueltas al estómago y regre
bía arruinado. Con este tipo de crédito sería imposible h
o plateado y
amente es
ez personas con cabell
o plateado a primera vista, y era aún más difícil notar la difer
eal, no dijeron una presentación, por lo que fue
or de tus ojos? Los ojos rojos son un s
este espacioso sa
empatizar pero no podía empatizar, así que
donde el rey y su esposa dejaron el salón de banquetes tenía un ambient
al en el siguiente orden era la última canción de
dijeron. Fue Ingelos quien n
istente cambió a una complicada. Las lágrimas parecían fluir desde ad
ce todo lo que t
había cumplido con sus responsabilidades. Ahora, era suficiente quedarse en s
dedor. Kaon, cuando hacía contacto visual con alguien de vez en
é es
en que acababa de entrar
una capucha hinchada y, por la forma de su pequeño cu
negro, sin adornos, se destacó entre los coloridos vest
en los magos
n libremente se detuvieron
a
un mag
sentimiento siniest
esa person
o fuera engorroso. Kaon la miró sin responder a las palabras de Joseph. A través de
sfrazarse? Entonces, un poco... ¿D
lo que dijo y expresó su opinión. Debido a que estaba vestido con un atuend
. .
nque no estaba muy cerca, me di cuenta de
ente a Kaon, como para confirmar algo, se det
r que centró su atención en mí de un
cha era literalmente plateado. El cabel
elos.' Finalment
ía nada ordinario, incluso el estado ment
que era un salvavidas fuera en r
era una preocupación razonable porque encontré la pelota con ropa qu
Confucio d
ando se escuchó
ue estaba vestida, no parecía nada extraño escuchar la extraña voz
do con los ojos bien abiertos. La mujer s
de Ingelos." Cabello
ón de Joseph
. Simplemente no podía explicar
partes, brillaba como un fino hilo plateado, y su delga
a de los magos que había visto, pero sentí una fuerte sensa
¿ha
eriosa, más una pequeña estatura que apenas llegaba a la punta de su bar
ché m
a largo, Kaon se dio cuenta más tarde de que l
dé la ridícula petición
haces
darse cuenta de una pregunta que d
to: para los demás, sin duda parecía un hombre.
Mi nombre es Kaon Fernando. Yo tamb
alizó brillantemente la misión encome
n solo chismes. Kaon supuso que Alesia debía hab
dó fue pedir un baile. Estaba un poco avergonzado por la apar
baba de tocar la primera nota
ro ¿podrías b
o primero. Una pequeña mano blanca se colocó frente a su s
s un h
onsciencia que sal
eonidas. ¿Te gust
s. Joseph, que había perdido el entusiasmo y regresa
. .
ano
ra aún más cansada. Incluso si hubiera enterrado el tarro de
ntraré más tarde, así
asualmente, como si hubiera pensado lo contrario, pero era incómodo como si
te sient
Estoy
miraba mis manos. Me alegro de que
estaba pasando, pero Joseph de
privados del maestro. Agregar la posibilidad de molestia era algo malo para el yo
ande, pero la conclusión era la misma de todos
ano. Mirando la mano grande, se movió hacia
Gu
jos, y luego vi a un pequeño cachorro co
od
e j
sto, el cachorro mueve la cola salvajemente, luego gime y revuelv
casa con techo era bastante plausible. Era una casa que Kaon le dio
an
re
No era un entrenamiento aparte, pero si le pedía una mano le daba un
ora. Te lo traeré más tar
nariz y volvió a agitar la cola como si estuviera bien. Como hemos estado juntos duran
pequeño y lindo. Desde muy joven, a Kaon le gustaban las cosas l
princesa tambi
niña cuya parte superior de la cabeza apenas toca la
pensando en el momento en q
ía si las sujetaba aunque sea un poco, así que dijo que estuvo muy ocup
a guerreros de generación en generación, y t
ta que 73 árboles (alrededor de 186 cm), alcanzaron los 71 árboles (alred
s 162 cm)? Tal vez inc
tarde. Siento mucho haberle faltado el respeto a Ferdi
delgada e
eante para Kaon, que vive
accidente, ¿no
le? Gracias por tu preocupación, Confuci
sonrió suavemente. Los ojos rojos
todos se muestran reacios, especialmente en Ferdinand, aunque
ante
cin
irada al pequeño ruido que interrum
or qué estás c
aburrido solo y Coda
¡Rey!" Emitió un sonido, volvió a dar la vuelta al est