tulo
ahí se encontraba sentada viendo hacia una pared blanca mientras entre su mano tenía la camisa de su
s la dejaría, pero no fue así ya que la dejó, sola y con temor, una mano en su hombro la hizo mirar hacía su derecha y obs
ajo que fui hacer a aquella gran
lla cancele este semestre -expreso encogiéndose de hombros -Ahora
as un pastel para su cumple -dijo sacudiendo su
lla riendo -No te preocupes yo puedo caminar el t
y largo, además deberías de salir a
e voy a casa, solo venía a dejarte la comid
u padre abrazándola -Eres un
-expreso Norma sonriendo y cam
unos arbustos recién cortados y solo pudo escuchar el sonido del auto rechinando las llantas y el impactó de un cuerpo. A
ecuerdos miran
e cargo de todo referent
ctor -masculló rodando sus ojos -Pero ya
s -comentó el hombre -Explicarle el
lavarme el rostro -expreso señalándose con la man
baño, en el espejo donde se miro la hizo apretar sus labios haciendo que sus ojos comenzaran a llenarse de lágrimas; e
acerse cargo, cuando abrió sus ojos comenzó a lavarse las manos y el rostro, quitándose la sangre de su padre. Todo había sido demasiado rápido y confuso, todavía no procesa
a escuchar su voz, sentir su mirada y sobre todo a abrazarlo, un sollozo se formó en sus labios. Aquello esta
espejo pudo ver que sus ojos se veían irritados a pesar de que no lloraba, se acomodo el cabello ese que estaba
nte a la puerta parpadeando. Elevó su mano y toco dos veces cerrando sus ojos, cuando la puerta se
nar un formulario diciendo el porque pide de la ayuda, aunque ya hemos avanzado una parte del mismo por lo que s
lla agarrando los p
scribiendo, deseaba que todo fuera mentira, un sueño uno del cual se despertaría y vería que solo fue una pesa
cuerpo de su padre -exclamó el doctor, Norma lo m
unicó -No le haremos velatorio -añadió con una sonrisa amarga -Sol
se vieron para
el de recursos humanos -Si deseas cremarlo, deb
on su cabeza -Si vine aquí a pedir ayuda, es porque no tanto n
octor -Lamentamos tu perdida -añadi
agina lo que se me viene encima con esto
eron como la vida de ellos se iba poco a poco, que las palabras que no pudo emitir a causa de la sangre que tenía en su boc
e años, con dos bebés que necesitan de todo su amor y que debe de criarlos mientras su padre se gana la vida como jardinero, todavía podía recordar que e
os mellizos, Mauro y Mónica dos personas que amaba con locura y que ahora tenían siete años, no sé dio cuenta Norma que había llegado al portal de su edificio y que entraba
preguntar
que los tenía apretados con fuerza contra su cuerpo, dejando que lloraran y sacaran todo. Los sostuvo hasta que sus pequeños cuerpos estuvieron flojos y que el sueño les había
sus rodillas soltando un suspiro entrecortado, dejando así por fin ir las lágrimas que retenía. Lloró porque le arrebataron a su padre,
ello, ahora era ella que debía de provenir tantas cosas. Se metió al baño después de limpiarse el rostro, se desnudó viéndose en el espcjo qu
un mensaje diciéndole que el cuerpo de su padre había sido enterrado, agradeció que hicieran eso porque ella no se sentía capaz de hacerlo, ni de ir a ver donde estaba junto a su es
a por decisión propia, porque no eran capaz de soportar una cruz grande y pesado como la de ella, solo deseaba encontrar algo para no caer de picada en todo lo que estaba por venir, además t
us hermanos se fueron a acostar con ella al poco tiempo dequed s