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jar y estar pegada a él durante los próximos cuatro meses es un egocéntrico y
a planchaba mi cabello, aunque este ya fuese bastante lacio por naturaleza, pero, de igual manera, tenÃa un par de rizos en las puntas-Simplemente no le hagas caso, y concéntrate en hacer tu trabajo d
n gusto conocer a una señorita tan guapa como yo...Por Dios ¿Quién dice alg
eando...Tan simple como eso, no entiendo por
na como él que se salte todas las reglas y coquetee conmigo en medio de nuestras horas laborales? Ni est
as conociendo mejor a ese Devan Reed. Ya sabes, dicen que las apariencias engañan y a
ité, comenzando a perder la paciencia. No me g
termina en otras cosas en varias ocas
con uno de esos hombres. Y si lo hago, es porque he llegado a perder los malditos estribo
un principio fuiste tú quien
n segundo más. Voy a limitarme a cumplir con mi trabajo y no p
e
nidas, bonitas pestañas, largo cabello rubio y esa facilidad de rodar los ojos y fruncir el ceño lograba cautivarme por completo. Además de bonita, era inteligente y eso le agrega un punto. Antes q
susurró y me fijé en el maletÃn que llevaba. Supuse que allÃ
do -respondà sin dejar de lado mi expresión seria-Puede aco
le mencioné ayer, me encantarÃa que usted me comentase acerca de esos datos básicos sobre su pers
e se encontraba información acerca de los estados financieros, en el pequeño librero que tenÃa en la oficina. Mi empresa era u
refiero con su nombre completo, fecha de na
ecir que actualmente tengo veintisiete. No pertenezco a ninguna rel
omento y sin apartar la vista de la agenda-Ya sabe, todo lo que se considera importante en la vida de una
maba los autos debido a que mi padre siempre me llevaba a exposiciones y de tal manera, lo supe desde la primera vez. Estudié en una escuela privada
i secretaria nos interrumpió. Era guapÃsima la mujer, pe
ón de negocios con el señor Gael Bennet -me coqu
on sarcasmo y tuve que contenerme para no reÃrme a carcajada
-arrastró las p
, un gusto conocerla, Eliana -le saludó con una so
dejarle continuar, Winter se aclaró la garganta lo
ién necesita tener buenos modales para ser buena en su trabajo -le dio un golpecito en el hombro a Eliana, quien parecÃa q
ennet en cinco minutos en la sala de juntas número cinco -murmuró un
, pero, me encanta -solté sin pensar y
r y salimos de la oficina de
e comenté cuando estuvo a mi lado y me sorprendió ver que su estatura no era para nada baja. Yo medÃa cerca de un
nta... ¿Por qu
do -respondà y ambos reÃmos-Esta clase de reuniones suelen ser muy largas, asà que cua
n usted -me dijo sin mirarme y reÃr bajo. Rápidamente entramos a la sala de
para las señoritas y era bueno en los negocios, aunque a veces fuese un poco estúpido. A él lo conocà tres años atrás en medio de una con
é hasta donde se encontraba para apretarle la mano-Te presento a la s
ó sonrojándose y de cierto mod
a vernos-¿La señorita estar
mbra desde hoy ¿Entendi
lo. Al contrario, creo que nos hará muy bien contar con la presencia de una señorita
n no tiene por qué ser algo más que profesional. Espero no molestarle -le sonrió luego de haberle
eo que jamás ha sido rechazado de esta forma por una chic
adecuado que demos inic
ternacional y nacional. Winter no dejó de escuchar con atención, supongo que lo que ella deseaba era conocer más sobre mi persona y sobre todos aquellos que me rodeaban. Me fij
ara almorzar -lo hice sin dejar de verla a l
ascensor y ella no parecÃa sentirse incómoda en ningún momento-Solo le advierto que no so
me permitirÃa conocer un poco más allá a la mujer con la que estoy tratando. Siendo sincero, me gustarÃa mucho conocer con mayor profundidad a Winter y descubrir