e lo haría. Ahora, cuando pensaba en estas cosas, ¡todavía le dolía el
a de que su vida fuera buena, ella no necesitaba vivir una vida vigorosa, sino vivi
ando un agravio, Silvia podría sobornar a los
olver a sus ojos. Apretó el puño y trató de persuadirse a sí misma para reprimir el odio en su corazón. Su odio por la familia Yu
ida y fue antes de que regresara con la familia Yu. Entonces, ¿sus padres no siguen vivos? A
menos que todavía era hora de clases e inmediatamente
a a un ritmo tranquilo. El aire fresco, el tráfico denso y los peatones que iban y venían
rreal. ¡Ella realmente volvió a la vida, de regreso a antes de que todo esto hubiera comenzado, de regreso a donde
staba a punto de comenzar, un niño de tres años corrió detrás. El jeep estaba demasiado alto para ver al niño por el espe
shock, pero nadie asomó la
ó y dijo: "¿Ni siquiera puedes cuidar adecuadamente a tu hijo?" Era un joven con un mechón de cabello teñido de bl
ño con fuerza y se estremeció de miedo. Ella no se atrevió a decir una palabra
o planeaba ser un espectador. Su mente es
jado por la acusación de los transeúntes. Pero la multitud de transeúntes de alguna manera había bloquea
illi
enos casi revienta los
si había golpeado a una niña! Los transeúntes vieron que su jeep casi choca
oco y miró a la persona en el auto. Vagamente, vio a un hombre sentado en el asiento trasero, cuyo rostro no
s, pero pronto se alejó trotando, sin siqu
una gran experiencia. Giró la cabeza para mirar a la persona sentada en
a como un trozo de hielo que no se había derretido en mil años, era profu
amente, había una pizca de frialdad en sus ojos largos y estrechos, y sus labios fruncidos
cabeza y
o va a sufrir así, esta ciudad no es como d
eroz hizo que Yoel cer
sin embargo tuvo el descaro de arrastrarlo hacia abajo. ¡Cómo se atreve a s
repente tuvo emociones encontradas, hacía muchos años que no veía a sus padre
de Cloe, haciendo que su corazón se sintiera como si un montón de agujas lo hubieran pinchado. Fue
esto, Cloe apretó los puños. ¡Ahora que renació, debe dejar que sus padres vivan una buena vida y nunca r
les más abajo ya era una metrópolis lujosa. Había muchos tipos de grandes almacenes y de pie allí, en los que s
n aquí eran de familias ordinarias,
a la casa de Cloe, cuando la mujer de mediana edad, que estaba comiendo semillas de girasol, la vió aparecer repenti