SH
uatro
l de Sa
l hospital, era un hermoso niño de tez blanca, rubio como ella y ojo
te tengo en mis brazos, de ahora en a
precioso señ
rdad.
dorara en cuan
yo soy su única familia
abía. ― La enfermer
ás quiso hacerse cargo. ―Beso al peq
o le pondrás al bebé? ―Di
recordar el maldito dolor que me causaste. ―Pensó,
o como mi padre el cual extraño demasiad
ecepción vio que cerca estaba la farmaceuta y fue ha
o saber si hay posibilidades de q
¿Tiene
rte de la universidad de
s aquí lo conocen, nos encargamos de ayudar a sus pupi
recomendó, así que me gustaría co
aquí un
r les había enseñado un medicamento
lquier individuo que desee. Es usado clandestinamente para lo
s deja profes
e lo que sucedió depuse del dopaje y siente
eso
de la dosis podrían causarle a
s estaban totalm
u efecto? ―Melissa esta
y dos horas, dependiend
lmente i
ara algo como en lo que empezaría a trabajar, si funcionaba la
hijo recordó a cuyo profesor le había hablado de aquell
l encargo que me ha pedido, por favo
se lo aprendió para cuando estuviera solicitando empl
e que me sigan suminist
ocida del Doctor Ruiz no
bé, Melissa estaba en su casa relajada viendo a su
adie volverá a jugar conmigo. ―Sostenía aquella pequeña
ensual, hermosa divinidad bajada del cielo. La mujer qu
OSA SER
pero sin dejar de mirar a Iván, quien hablaba con un hombre que estaba realmente i
El miserable contaba los billetes que
Hablo nerviosa, p
itación del fondo. ―Saco un cigarril
o, Melissa fue a la habitación, estaba totalmente muerta de nervios
preciosa? ―
y así poder complacerte más de lo que crees. ―Puso un ded
a ti si lo deseas. ―La alejo sin
ino con dos copas para servirlo, aprovecho que estaba qu
que cualquiera se duerma en menos de cinco minu
d podrías morir. ―Susurro m
o? ― El hombre estaba de
ébelo todo. – Brindo
por todo su cuerpo dejando caer aquella copa al suelo, la chica le
a suplico al notar que pasa
menzara la acción, así que la acostó en la ca
mi cielo, porque
montones, pero ya cuando el hombre estuvo a punto de poseerla se desmayó encima, la mujer respiro alivia
tuya ni de nadie. ―Lo quito d
tratando de quitar
r a su lado pues ya sería el momento de seguir fingiendo. Así que se d
ue hicimos? ― Fingió desper
mucho. ―El hombre apenas
como una fiera y eso me encanto. ―Dijo tapándose co
nserio? ― Qu
e le acerco fingiendo coq
pero ella lo alejo con su
o tiempo acabo. ―Melissa se encerró en el baño es
no! ―Esta
carrera como Psicóloga, estaría protegida por aquel br
FLASH
:
tanto contacto con los visitantes del bar ya qu
ido de viaje y si él no estaba nadie
o cómo lo hizo, pero se acercó hasta él, se dio cuenta que era
ra que nadie se diera cuenta
uió hasta el pasillo en el que nadie entraba sin autorizació
Sandoval? – Hablo a
e conozco. ― Se sintió ne
tra desde que íbamos en la sec
ndo, Andrés la recibió en sus brazos con demasia
or todo el país. ―Destap
― Hablo con de
ciendo que no los vas a buscar más, qu
escrito cartas, no me d
? ―La miro
, no he podido salir de esto. ― L
cía e investigador. ―Andrés se
que más quieras, mi hij
drés estaba
ue ya que por poco y los descubren en el bar, se sinti
pequeño es mi
ntiago y tu
del hombre a quien me entre
no ha intentado hu
chas veces, pero, él siempre s
darte, necesito que
uiera que se atraviese en el camino, además por poco logro escapar hace uno
? ―Andrés la
r mi pequeño ya que pront
liz jugando con alguien, ese mismo individuo
a y lo recibió con alegría sin dejar
saludo co
nerviosa. ― ¿
rosa para dártela
rprendida mirándolo
casa. ― Le tomo la man
año? ―Migue
n un viejo amigo, él
me a investigar algo. ―Andrés llego
...―M
ndré en cuanto t
se despidió este se
junto a Miguel muy seria s
oy incomodando.
i hijo dejándole flores, ¿acaso no te educaron diciéndot
el que no le haya dicho mi nombre es porque no nos presentamos como d
ue nervios a su contacto, vio que e
issa Sandoval. ―Di
re señorita Melissa
a estaba tan presente, su me
pensamientos, se alejó su mano de este, cargo a
o que me acompa
í, además deje el auto
esta vez con un poco de rubor en sus
rvo hacia la calle, se dio cuent
a que me vaya y no te
quedes, quizá debas calent
, pero presintió que estando cerca est
rte, como dijiste somos aún somos descono
le entrar al verlo así, no soportab
r una conversación a
acue
Miguel estaba observando la hermosa casa que esta tenia, lo que más l
embarazada. – Miguel di
a dicho eso. – Melissa d
lta viendo como e
eras un hermoso h
hijo murió. ―Se dirigió a la cocina
o el retrato en la
rio, se sentó a su lado entregándole
ido en Madrid, tuve la fortuna de crecer en una hermosa famil
¿Eres de Madrid? ―Me
mi padre viaje a muchos luga
vi en la escuela ni preparat
res de esa ci
jo un poc
sientes ma
extraño ese lugar. ―Dej
ento que en tu mirada hay más. ―
ndo todos estos días, me enviabas esas rosas con mi hijo. ¿Dime po
ltaras, quisiera que me tuvieras un poco de confianza, me dijeras que es lo qu
la beso desesperadamente abrazándola, la rubia no sabía actuar ante tal acto, no se sentía como aquellos hombres que l
hetada fuerte, se sintió aco
ue te vayas
sus actos, mientras ella se quedó
uiero, no dejare que pase de nuevo. – Melissa lloraba cada vez más al revi
e viendo salir a el chico de casa de su amiga, entro a l
te s
sentada en el sofá suspirando sin sabe
r que un tipo salió de tu casa. ―An
, recuerdos cuando ese maldito me forzó a ser suya, todo eso me lastima nuevamente,
ayudarte a salir de este mundo, tus val
scondiera en lo más profundo
amente en ayudarla, aunque sea secretamente ya que
era otra desde que cuyo amigo
e estés aquí, me siento c
ier amigo haría. ― Pero noto que se
e lo ex
masiado a mis pa
hombre que te frecuenta de vez
― Dijo con rubor
muy interesante. ― Trato
? ― Hablo
vestigando algunos asuntos. ― Sonrió al saber que el
favor cuídate ¿qu
nde sabía perfectamente que estaba, ya que solía n
as darme? ― Dijo mientras leía uno de los casos q
lamado Melissa Sandoval
― Dejo su lectura m
daria, sé que la conoces porque
ado por ella desde ese día, siento que me
lo que sientes por ella? ― Se re
razón no ha parado de suplicar querer estar a su lado, de sentir que debo p
su atractivo. ― Noto le
de esquivarme siempre, cuando sé que siento que me quiere,
llevare a un sitio y sab
cias
tes ante ella ni le diga
a aquella verdad que por miedo le estaba ocultando. Necesitaba un respaldo para lograr sacarla, si