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Historia

Capítulo 2 Miedo a enamorarme otra vez.

Palabras:3370    |    Actualizado en: 13/06/2023

SH

uatro

l de Sa

l hospital, era un hermoso niño de tez blanca, rubio como ella y ojo

te tengo en mis brazos, de ahora en a

precioso señ

rdad.

dorara en cuan

yo soy su única familia

abía. ― La enfermer

ás quiso hacerse cargo. ―Beso al peq

o le pondrás al bebé? ―Di

recordar el maldito dolor que me causaste. ―Pensó,

o como mi padre el cual extraño demasiad

ecepción vio que cerca estaba la farmaceuta y fue ha

o saber si hay posibilidades de q

¿Tiene

rte de la universidad de

s aquí lo conocen, nos encargamos de ayudar a sus pupi

recomendó, así que me gustaría co

aquí un

r les había enseñado un medicamento

lquier individuo que desee. Es usado clandestinamente para lo

s deja profes

e lo que sucedió depuse del dopaje y siente

eso

de la dosis podrían causarle a

s estaban totalm

u efecto? ―Melissa esta

y dos horas, dependiend

lmente i

ara algo como en lo que empezaría a trabajar, si funcionaba la

hijo recordó a cuyo profesor le había hablado de aquell

l encargo que me ha pedido, por favo

se lo aprendió para cuando estuviera solicitando empl

e que me sigan suminist

ocida del Doctor Ruiz no

bé, Melissa estaba en su casa relajada viendo a su

adie volverá a jugar conmigo. ―Sostenía aquella pequeña

ensual, hermosa divinidad bajada del cielo. La mujer qu

OSA SER

pero sin dejar de mirar a Iván, quien hablaba con un hombre que estaba realmente i

El miserable contaba los billetes que

Hablo nerviosa, p

itación del fondo. ―Saco un cigarril

o, Melissa fue a la habitación, estaba totalmente muerta de nervios

preciosa? ―

y así poder complacerte más de lo que crees. ―Puso un ded

a ti si lo deseas. ―La alejo sin

ino con dos copas para servirlo, aprovecho que estaba qu

que cualquiera se duerma en menos de cinco minu

d podrías morir. ­―Susurro m

o? ― El hombre estaba de

ébelo todo. – Brindo

por todo su cuerpo dejando caer aquella copa al suelo, la chica le

a suplico al notar que pasa

menzara la acción, así que la acostó en la ca

mi cielo, porque

montones, pero ya cuando el hombre estuvo a punto de poseerla se desmayó encima, la mujer respiro alivia

tuya ni de nadie. ―Lo quito d

tratando de quitar

r a su lado pues ya sería el momento de seguir fingiendo. Así que se d

ue hicimos? ― Fingió desper

mucho. ―El hombre apenas

como una fiera y eso me encanto. ―Dijo tapándose co

nserio? ― Qu

e le acerco fingiendo coq

pero ella lo alejo con su

o tiempo acabo. ―Melissa se encerró en el baño es

no! ―Esta

carrera como Psicóloga, estaría protegida por aquel br

FLASH

:

tanto contacto con los visitantes del bar ya qu

ido de viaje y si él no estaba nadie

o cómo lo hizo, pero se acercó hasta él, se dio cuenta que era

ra que nadie se diera cuenta

uió hasta el pasillo en el que nadie entraba sin autorizació

Sandoval? – Hablo a

e conozco. ― Se sintió ne

tra desde que íbamos en la sec

ndo, Andrés la recibió en sus brazos con demasia

or todo el país. ―Destap

― Hablo con de

ciendo que no los vas a buscar más, qu

escrito cartas, no me d

? ―La miro

, no he podido salir de esto. ― L

cía e investigador. ―Andrés se

que más quieras, mi hij

drés estaba

ue ya que por poco y los descubren en el bar, se sinti

pequeño es mi

ntiago y tu

del hombre a quien me entre

no ha intentado hu

chas veces, pero, él siempre s

darte, necesito que

uiera que se atraviese en el camino, además por poco logro escapar hace uno

? ―Andrés la

r mi pequeño ya que pront

liz jugando con alguien, ese mismo individuo

a y lo recibió con alegría sin dejar

saludo co

nerviosa. ― ¿

rosa para dártela

rprendida mirándolo

casa. ― Le tomo la man

año? ―Migue

n un viejo amigo, él

me a investigar algo. ―Andrés llego

...―M

ndré en cuanto t

se despidió este se

junto a Miguel muy seria s

oy incomodando.

i hijo dejándole flores, ¿acaso no te educaron diciéndot

el que no le haya dicho mi nombre es porque no nos presentamos como d

ue nervios a su contacto, vio que e

issa Sandoval. ―Di

re señorita Melissa

a estaba tan presente, su me

pensamientos, se alejó su mano de este, cargo a

o que me acompa

í, además deje el auto

esta vez con un poco de rubor en sus

rvo hacia la calle, se dio cuent

a que me vaya y no te

quedes, quizá debas calent

, pero presintió que estando cerca est

rte, como dijiste somos aún somos descono

le entrar al verlo así, no soportab

r una conversación a

acue

Miguel estaba observando la hermosa casa que esta tenia, lo que más l

embarazada. – Miguel di

a dicho eso. – Melissa d

lta viendo como e

eras un hermoso h

hijo murió. ―Se dirigió a la cocina

o el retrato en la

rio, se sentó a su lado entregándole

ido en Madrid, tuve la fortuna de crecer en una hermosa famil

¿Eres de Madrid? ―Me

mi padre viaje a muchos luga

vi en la escuela ni preparat

res de esa ci

jo un poc

sientes ma

extraño ese lugar. ―Dej

ento que en tu mirada hay más. ―

ndo todos estos días, me enviabas esas rosas con mi hijo. ¿Dime po

ltaras, quisiera que me tuvieras un poco de confianza, me dijeras que es lo qu

la beso desesperadamente abrazándola, la rubia no sabía actuar ante tal acto, no se sentía como aquellos hombres que l

hetada fuerte, se sintió aco

ue te vayas

sus actos, mientras ella se quedó

uiero, no dejare que pase de nuevo. – Melissa lloraba cada vez más al revi

e viendo salir a el chico de casa de su amiga, entro a l

te s

sentada en el sofá suspirando sin sabe

r que un tipo salió de tu casa. ―An

, recuerdos cuando ese maldito me forzó a ser suya, todo eso me lastima nuevamente,

ayudarte a salir de este mundo, tus val

scondiera en lo más profundo

amente en ayudarla, aunque sea secretamente ya que

era otra desde que cuyo amigo

e estés aquí, me siento c

ier amigo haría. ― Pero noto que se

e lo ex

masiado a mis pa

hombre que te frecuenta de vez

― Dijo con rubor

muy interesante. ― Trato

? ― Hablo

vestigando algunos asuntos. ― Sonrió al saber que el

favor cuídate ¿qu

nde sabía perfectamente que estaba, ya que solía n

as darme? ― Dijo mientras leía uno de los casos q

lamado Melissa Sandoval

― Dejo su lectura m

daria, sé que la conoces porque

ado por ella desde ese día, siento que me

lo que sientes por ella? ― Se re

razón no ha parado de suplicar querer estar a su lado, de sentir que debo p

su atractivo. ― Noto le

de esquivarme siempre, cuando sé que siento que me quiere,

llevare a un sitio y sab

cias

tes ante ella ni le diga

a aquella verdad que por miedo le estaba ocultando. Necesitaba un respaldo para lograr sacarla, si

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