se daba la vuelta. Viviana vislumbró la ira reprimida en sus rasgos. Acorralada, sintió que sus
- Los dedos de Gabrie
ó. Por un momento, Viviana consideró
aste? - Él so
- Su voz temblorosa rompió
. Algunos papeles y un portarretrato con la foto de Elizabeth cayeron al suelo. Instintivamente, Viviana se agachó. Reunió l
er. No andes husmeando por las habitaciones. No quiero verte va
Viviana puso to
la barbilla. Viviana se preparó para lo peor, ella sabí
rme. Debe estar bien vestida
ucidez de los ojos idénticos a una piedra de jade. Los pómulos de Viviana estaba
clarándose la garganta, s
a saliera de la oficina. Aunque estaba v
rita B
iana se detu
riel señaló al otr
la tela que acentuaba su esbelta cintura. Sabía la necesidad de mantenerse alejado del aco
mesa con diez asientos. Viviana miró su reflejo en el gran espejo colocado en la
de la habitación. - ¿Qué está haciendo ella aquí? - Hizo un lev
cenar. - Él
su hijo, Katherine se sentó y le orden
abriel apuntó a una silla
oncellas les servían. Viviana se movió en
izabeth? - Se at
cama temprano
s. - Viviana se arrepintió de h
cuidado de mi nieta. No quiero quno blanco, no de
emente las miró mientras pensaba en su hija. Supuso que la espo
comida sofisticada
a - Ella
y la postura en la sill
cabeza, sin darse cuenta de que el hombre al final de la mesa la
entario para llamar la atención de su hijo y se ri
la vieja matriarca, se concentró en su plato
de tus piernas. - Katherine cogió la co
r de beber, mamá
iana puede cuidar a Elizab
eñora - la ni
con esta di
arganta y abrió mucho
un ac
ente a la inquisición de la matriarca.
Conducía
iana sacudió la cab
de eso. Terribles pesadillas no
rrumpió a su madre, dejando
a su casa. Según el detective que contrató, Viviana fue noticia hace cuatro
ergonzada, la ni
desesperadamente. No recordaba dónde estaba su habitac
- El ama de lla
rte dolor de cabe
s un anal
ó las lágrimas con el dorso de la mano.
negro y el delantal bl
a algo, Sr
pañaré a la señorita Be
o en el brazo derecho e hizo lo mismo con el izquie