raban, pero no intentaban decirle nada. Marlo seguía allí esperando que
qué otra vez se detuvo, pero en su rostr
asimilado el relato y en sus ojos no dejar
a que culmine su interesante relato fue malo. Aunque claro también le pidió que
a, pues el relato no tenía na
e de sentido en esos momen
ndo en noble propósito de salvar la interes
a hurtadillas en apretar el gatillo. Ella no obstaba nada, esperaba lo que tenía que pasar. Uno
a maquiavélica. Si uno de ellos no se acercaba a darle de beber algo, nada habría tomado forma en absoluto. Era una bebida mu
adolorida. Los otros dos siguientes fueron a revisarle sus piernas. Se colocaron una
mira con un odio terrible. Inagotable manantial
ciosos cazadores. No lo iba a permitir. El líder que está cercano a la cabe
tención es Clara. Los cuatro intentan llevar a cabo sus maquinaciones, pero ella reacciona. A los que intentan
un cachetadón que le ha volteado esa parte de su rostro
ar el momento para besar sus l
an agrandado y les hace entender su fisonomía que lo tocarán y abusaran de ella cuando haya fenecido. Esos ojos desmesuradame
iempo que dejar pasar, el último faltante en acción l
su cabeza que borboll
una venada moribunda. Sin más que hacer los cazadores asumen que es parte de los cervidos y van y la toman. Lo h
Jessica van quedando en medio de
endo y machacando su cerebro. Sin más que hacer intentan nadar y así avanzar a la ahora lejana orilla. Lo hace con una pereza terrible no tie
do. Su rostro intenta mostrar una vivacidad, pero
guna manera ha decaído. Ahora el fin
donde se encuentra atrae a los objetos y
uantos segundos trata de luchar para ir hacia allá, pero la atracción puede más. Abajo las aguas va su cuerpo. Unos cuantos minutos de espera y esa parte del pozo hiciera
asó el cuerpo de Martín. De ahí
hacia adelante. Con una enjundia lograda por poco
. Ante ello intenta llegar a la orilla de despaciosamente. No le interesaba en absoluto comprender el Por qué
fieras salvajes no tuvieron compasión de él. Lo esperaron tan subreptic
ayor parte de su cuerpo que mandaba sangre, le desesperó mucho. Le acr
acaron el cuello y lo rompieron la yugular ya se creyó muerto. Sin más tiempo que esperar falleció. Las fieras
los ya no se sabe casi nada. Los diarios dieron la noticia por separado, cuando en
de este truculento suceso. Tan solo colocaron ocurrió en... El
bió e hizo lo imposible para alejarlos y separarlos, vaya que lo l
u epílogo
culo, pero a él no le importaba en
ncienzudamente relato
dejaban de ad