sí. Miró el camino de su media rota y suspiró, tratando de ignorar el temblor de sus
e ella y recordó de forma vívida el día en el que los nervios de su primer juicio le impidieron comer desde la noche anterior.
ares al tener de regreso a sus seres queridos era como un elixir que la hacía sentir invencible. Pero cuando la derrota la alcanzaba, su capacidad de aceptarla se desvanecía y se autoexiliaba par
obligarse a seguir avanzando
? ¿Casand
nrisa que en aquel ascensor salió tan n
er Sara. Gracia
uesta -dijo la mujer
rarse con él. El simple acto de mirar a sus ojos podía destruir todo lo que tardó años en reconstruir. Y si él le son
-Le mostró la media y señal
o? Así te doy los detalles
o nos sobra el tiempo y
falta una semana para entregarle mi alma
as carpetas mientras le daba un breve resumen de los abogados que ve
cuando se enfocó en su teléfono en lugar de ella. Aunque aquella herramienta quedó si
icacia y unas gotas de veneno mal disimu
, pues a pocos meses después de casarse, se dio cuenta de que aquel apodo no tenía que ver con las rigu
e y lágrimas l
ssen? -saludó con u
-respondió, ignorando a Sara y ro
la se convirtió en una de esas mujeres profesionales que forman parte de las estadística
aplastado sin piedad, sumido en una ola de incredulidad por los pocos que la escuchaban. El mismo David Rossen, a
amenazas y un atentado contra su vida. Hasta que tomó la decisión d
mostrar el asco que sentía al tenerlo tan cerca despu
cuenta de la mujer que iba junto a ellos,
rá feliz al sabe
d entrecerró los ojos en su direcció
segura
rera. Lidiaba con frecuentes episodios de ansiedad que la acosaban sin previo av
sí misma y que no necesitaba depender de la sombra de nadie para recuperar su lugaarmaría de valor cuand
cantada de saber que volvió su amiga del alma. -David señaló que se di
dentro, soltó todo el aire que no
o se atrevió a mirarla y Casandra quiso dar
in dudar. Ahora, estaba segura de que algo dentro de ella se había desequilibrado desde lo de su divorcio, ya que de una
iar de manera efectiva con su pasado y reto
ndo una de las carpetas que Casandra seguía sosteniendo contra
personal del primero de los abogados jóvenes y br
ión en la que su ex presidía la audiencia y el mis
n vivo ejemplo impartido en la facultad referente al manejo del espacio y la serenidad y seguridad que le brindaba a
ineó de manera involuntaria sus cejas y trazó las pocas líneas de expresión en su frente, agregando un toque de personalidad. Observó
en la posibilidad de tenerlo en su cama. Llevaba meses sin salir con nadie, y l
estaba feliz por ambos. Sin embargo, ese estilo de vida no era el suyo; prefería obtener lo mejor de un c
curiosidad. También el convertirse en su jefa podía ser un obstáculo para probarlo. Aunque siem
ante en que sintió la mirada de Clayton sobre ella, repleta del mis