ario de Roger, pero trató de ver el lado positivo de la situación y supuso que le vendría bastante bien conocer un poco sobre el manejo
ación conveniente. Se mentalizó que era una buena oportunidad para obtener e
ha vivido como uno desde pequeño, así que no era un reto para él. Con
r la oficina del CEO. Taylor tomó el elevador y se detuvo en el octavo piso. Las puertas se abrieron y se encontró con un hombre alto y de buen porte, traía puesto u
-soltó con
peles que lo mantenían concentrado y
estionó, sin el m
ntarme en mi primer día como secretario perso
entornó los ojos y su desint
ú? -le apuntó con el bolígraf
sí
e, Taylor. Me llamo Josh Vargas y soy el Director de Operaciones, el segundo al mando de este hotel -expuso. Taylor dio un asentimiento con la cabeza y
gradezco
var a Taylor y realizaba extra
Taylor, luego de notar lo
que serías más mayor, pero eres
trés -a
e veinte. ¿Cuál es tu secreto? -Taylor dio un r
e no era de estatura muy alta, su rostro era refinado, y aunque se esforzaba por que su voz sonara masculina
dad, Taylor tenía muchos rasgos femeninos difíciles de esconder, pero el traje varonil, el cabello corto, su forma de caminar y de comportarse no dejaban
esvió la vista. Josh se inclinó ligeramente
mágica, ¿me das un poco de
... -dio un paso hacia atrá
paredes, llamando la atención de ambos-.
r. Lo miró con evidente asombro y su mandíbula cayó hasta el s
era imponente, daba pasos firmes con aires de inquebrantable seguridad y lo rode
rrinchudo de la cafetería
legas -comentó Josh-. Tu n
os revise y me entregue un informe antes del mediodía -Roger pasó de l
io siempre -escupió Josh mientras se masajeaba la
arte de su jefe, pues debido al incidente de la caf
ó a sí mismo, pero lo cierto es qu
tarea que te encomendó tu adorable jefe, así que no te preocupes por nada. Tienes c
estaba dispuesto a guiarlo, ya que Roger no
os, Taylor ingresó a la oficina de su jefe después de dar un
e me pidió, señor -exten
ó con rareza. Al cabo de unos segund
una expresión de disgusto-. ¿Qué estás h
pero con disimulo, procurando no exasperarse. Generalmente e
erda? -se atrev
y delante de todos -gruñó-. ¿A qué viniste a mi hotel? -se inclinó ligeramente
desde muy temprano, pero aparentemente ni siquiera se
n tono amenazante-. Aguarda, ¿has dicho "Taylor Bizzozzero"? -se
sí
una corta r
s es mi subordinado ahora -le arrebató el papel que
actado, sin embargo, su orgullo no le permitiría realizar
o un manotazo al papel-. Est
escrito? ¿Y se hace llamar "CEO"? -Taylor n
hoja que le había entregado el joven p
rechistar, pues si no lo haces, no nos entenderemos y me veré obligado a echarte de aquí -se detuvo hacia su costado y se dobló levemente en dirección al oído de Taylor. En voz baja, casi en sus
us palabras, sino al roce de su aliento. La voz de Roger le erizó la piel de un modo qu
asta que reaccionó. Con la mano tapó su oído y
ortamiento de Taylor, Ro
a? -refunfuñó-. ¿Entiende
o y comprendido -la verdad
enfurecería, sin embargo,
ado -comentó-. En fin, repite e
, s
hacia la puerta con los
Qué es esta sensación?» se preguntó
, nunca pudo tener amoríos con nadie de su "mismo género", ya que eso se convertiría en un escándalo que mancharía la rep
anía que nadie le pudo reprocha
. Estaba tan inmerso en sus pensamientos, que al salir de la oficina, se tropezó con su propio pie y cayó al suelo. Lo malo fue
ar qué ocurría, en lo que vio a Taylor r
lor del traje, estirándolo hacia un l
estás haciendo, c
Roger! -e
sma que acompañaba a su jefe e
mucho, seño
, fue un a
-manifestó Roger, completamente indig