se extendía los grandes bosques vírgenes al que le llamaban las tierras de nadie, por ser desoladas. De este lugar se decía que era el nido y guarida de dragones y de todo tipo de criaturas mitológic
rando importancia, principalmente debido a su ubicación. Estaba rodeada por dos ríos, lo que hacía difícil a los asaltantes atacar la ciudad. Por esa seguridad, las familias de pequeños poblados fueron viniendo a vivir
ores. Por lo que su único hijo Dominico Cruz, se refugió en este condado muy lejos de la capital y donde nadie nunca había sospechado quién era en
e daba la libertad a sus caballeros de hacer lo que querían. Muchos rumores lo acataban a que su consejero era un gran brujo. Y una de esas costumbres que habían adquirido los soldados cuando
de compañía de la esposa principal. Por lo general las chicas eran tomadas y arrebatadas a la fuerza a sus familiares. Eran muchos los
barbaridad. Lo cual le dio fuerza a los hijos de los caballeros para ejercer dicha costumbre, que era solo de los que
que se saciaba de ellas, las ponía en un burdel, y otras eran vendidas a las familias para que fueran sus esclavos, sin que sus padres pudieran hacer nada. Las úni
jada de las miradas de los depredadores hasta sus dieciocho años. En que todo el mundo a su alrededor, creía la historia de que tenía su rostro desfigurado y era por ello
entir vergüenza de cómo la había hecho el señor, arrebatándole el chal que la cubría. Una gran exclamaci
damente bell
nas largas y copiosas pestañas, y sus labios fueron la mayor sorpresa al ser muy voluptuosos, rojos y sensuales. Hasta el propio pastor se de
rme figura de Lotha el hermano mayor de Esthela, que la cubrió con su cuerpo, hizo que se detuviera, pues andaba solo con su esposa. Ya había comenzado a avanzar hacía la chica, q
ecía Anora asustada mientras cubría todo lo que podía a
. Florian de seguro no se atreverá a venir
y vendrá. Además, en casa de los abuelos, ¿quién la va a defender? Sin contar que estará a
aben muy bien que no puedo d
ido a reclamar a Esthela! Debemos de casarla con un caballero o decir a todos quienes somos en re
osotros sin decir quién es? -preg
Esthela que solo los escuchaba. -Ya debíamos haberlo hecho, te lo dije que era absurdo esperar. Y si vienen por ella, ya sería muy tarde, no podr
o ella se case -dijo acongojado el señor Domin
pueda resistir! -Dijo desesperada la señora Anora ante la mira de su esposo. -O mejor, que solo se case de nomb
emás, siempre le dijeron que ella tenía dueño, aunque no quien era, lo guardaban como un gran secreto. Tampoco sabía exactamente quienes eran, su padre no le dijo nunca. Debieron venir por ella al cumplir esa edad, recuerda lo asustada que estaba de tener que i
el condado en estrenar uno de aquellos sombreros que llevaban las damas de la alta sociedad, con velo para ocultar su rostro. Por lo que casi nadie sabía cómo era ella en realidad. Pasaba sus días cosiendo junto
no sé quién importante. La trataba con cariño y respeto, como a una hermana. Sí, pensó Esthela, es mejor que sea él a que ese Florian se apoderara
mensaje para que se apresurara. Cuando apareció Aldus, avisando que venían por ella y que a Leoric aún le faltaban unas horas para llegar. ¡De
-preguntó Lotha. -¡Florian no puede ir en su contr
eso, sabrán enseguida quien es. Esthela hija, ponte este anillo, que hará que reconozcan qu
, escóndanse ustedes
la y entrégala al guardián, ellos sabrán qué hacer con ella y si es posible quédense allá también hijo. Nosotros iremos después.
ayan a reunirse con nosotros los estaremos esperando, o
o, pero ah
ea, sin ver aparecer a sus hermanos, con miedo de esa enorme sombra que había visto.
estaba en peligro. Al llegar la noche su miedo aumentó mucho más. ¡Era la primera vez en su vida