us tonterías, Ana!, puede ser un feo lisiado, ¡pe
tar colocar una expresión irónica, viéndose en el espejo en donde estaba vestida con un vestido de novia cham
a su pad
nest Heinz, y hoy me casare por la iglesia con él. Así que no creo qu
al ver como se le alzaba de manera tan descarada su patética h
ente a los ojos de Alan.
apel, y ni siquiera te has casado todavía por la
ha dado el derecho de tener una. Usted es el
es una mera
sus ojos llenos de ira dándole una mirada asesin
no ser sobresaliente en nada y tener una mala personalidad según las palabras de su padre y su madre. Cu
una hija nacida de la esposa principal para no ser criticado.
no tuvo la c
tu mera hija bastarda a casarse con alguien de su familia?, ¿crees que t
Alan se volvió peor ante la mención de esas palabras, tomán
eres una sucia bastarda, entonces será tu madre la que pagará todo. Y también te
.
. Ya que ella no tenía poder en nada. Y si Alan quería destruir a su madre y a ella quienes eran
mento de revelars
a de una vez. No sería bueno h
sia y quédate tranquila sin actuar descarada. Porque eso
o mi t
s, ella no había sido criada por él, y solo había sido descuid
para entrar a la iglesia y estar bajo todo tipo de miradas. Y en especial, la mirada de un hombre en silla de rueda
minaba al altar con Alan. Dándose cuenta que la
zgado por su condic
aestro
para después huir rápidamente por todo el asco que le produjo ver su cara c
spués en el hombre frente a ella. Que la miraba fijament
mos. A pesar de que nos convertir
no para romper la tensión entre los dos. Recibiendo una sonrisa torcida de
tener una ligera
rápido. Es molesto estar bajo la
o la cabeza con una expresión que denotab
ebe de ser mol
ego mirar al frente parándose erguida, indicán
s risas disimuladas y miradas despectiv
con la pregunta más importante de la ceremo
dad, en la pobreza, y en la riqueza, con el homb
ue no contaba con la capacidad de hacerla su mujer. Pero eso, a Ana n
ace
su mano analizando toda su expresión. Hasta que el pastor se dirigi
medad, en la pobreza, y en la riqueza con la m
a timidez. Logrando verse más repulsivo para la gente que lo miraba. Y en
ace
ntrado en Ana. Quien le sonrió amplia
ro marido y mujer, p
isas no disimuladas de los invitados, porque no había forma de que E
tico lisiado con u
Ana se inclinó ante Ernest apoyándose en su silla de ruedas antes de que pudiera, viendo como él la
ue solo ellos dos pudieran escuc
e somos esposos es mi deber apoyarte en t
.
debajo de él. Estando nerviosa con su rostro sonrojado, porque esa sería la primera vez que besaba
nvitados y de Ernerst, tomo la iniciativa de acercar más su rostro y bes
marido y mujer, aunque fue